sábado, 14 de noviembre de 2020

Fajardo, el conquistador mestizo.

 

Fajardo, el conquistador mestizo.


Hay que descolonizar los espacios públicos que llevan el nombre de colonizadores genocidas”. Palabras para insuflar odio y rencor, una de las características de Chávez quien con sus ideas buscaba estimular las diferencias raciales. Al referirse al conquistador mestizo hijo de una indígena y de un funcionario gallego ya Chávez en el pasado había anunciado su opinión con la intención de cambiar el nombre de la principal autopista de la capital que honraba a Francisco Fajardo, el hijo del conquistador español homónimo y de una india guaiquerí de la isla de Margarita

Durante las celebraciones del 12 de octubre este año 2020, Nicolás Maduro declaró; “En la Gran Caracas hay una autopista de cuatro canales, grande, que recorre la ciudad de este a oeste. De Petare hasta Caricuao y la bautizaron con el nombre del colonizador genocida, Francisco Fajardo”. Maduro dijo que le cambiaba el nombre por el de Gran Cacique Guaicaipuro a la autopista, decisión que señalaba a la última víctima de la política rencorosa chavista que durante años ha intentado cambiar la historia oficial del país para borrar el legado español. Maduro dio a conocer la decisión un 12 de octubre, fecha del “Día de la raza”, que el difunto Chávez había rebautizado como el “Día de la Resistencia Indígena”, por el supuesto “inicio de un genocidio que los aborígenes resistieron a sangre y fuego”.

Desde el derribo de la estatua de Cristóbal Colón en 2004 hecho descrito por don Rodolfo Izaguirre como… “¡Otro de los ridículos desaciertos de un grupo de infelices fascistas seguidores de Chávez, cuando disfrazados de indios, derribó cerca de la Plaza Venezuela el Monumento a Colón en el Golfo Triste, obra realizada en 1893  por el escultor Rafael de la Cova durante el gobierno de Joaquín Crespo”. El difuntoiluminado de Sabanetaremataría su decisión con el cambio de nombre del cerro Ávila, al norte de Caracas, por el de “Waraira Repano”, ejecutando lo que ha sido política de los personeros del denominadao “gobierno bolivariano” aparentemente convencidos de la Leyenda Negra. El Paseo Colón, sería rebautizado como el Paseo de la Resistencia Indígena y en 2009, otra estatua de Colón que tenía más de cien años de antigüedad en el parque El Calvario, fue eliminada, era la única escultura pública del descubridor de América que quedaba en pie en la ciudad.

Maduro en su discurso para anunciar la eliminación del nombre de Francisco Fajardo, llegó sintiéndose confianzudo, a preguntarle, al Rey Felipe VI: “¿Por qué sales a celebrar la muerte, la masacre y el genocidio contra nosotros?”, y como para aclarar lo absurdo de sus planteamientos añadiría:  es una ofensa que nuestra autopista tenga el nombre de un genocida”…“debemos iniciar de manera progresiva, gradual, organizada y disciplinada un proceso para descolonizar y reivindicar todos los espacios públicos que llevan el nombre de colonizadores genocidas”... Confiado remataría sus deseos diciendo: Algún día tendrá que pedir perdón por todo el genocidio contra América”…

La historia de Francisco Fajardo el gobernante mestizo que colonizó la zona central y norte de Venezuela para fundar  varias poblaciones, parecería ser desconocida por Chávez o por Maduro. Ya desde el 12 de octubre de 2003, en su programa televisivo Alo Presidente Chávez vilipendiaría al conquistador, asegurando que Fajardo no fue “cómo enseñan en las escuelas burguesas, un héroe del pasado venezolano”. Maduro en 2014, pareció recordar las ideas originales de su admirado difunto Chávez al declarar en un tono aleccionador: Hay por ahí quienes todavía rinden homenaje a los genocidas. Todavía hay autopistas por ahí con nombre de genocidas. Francisco Fajardo. ¿Y quién fue Francisco Fajardo? Un genocida…”.

Sin embargo, el legado de este conquistador mestizo, sí que fue reivindicado por importantes historiadores venezolanos del pasado, como Caracciolo Parra León, Mario Briceño Iragorry y Francisco Javier Yanes, contrarios a la Leyenda Negra, quienes aseguraron que la llegada de los españoles, sin negar algunos actos de crueldad, debería ser calificada como una conquista positiva. Entre otras cosas, por incorporar el país a la civilización y al mundo de la cultura. Con el aporte del idioma llegaría la educación, la creación de universidades, la redacción de leyes que intentaron regular el trato a los indígenas, la implantación de la imprenta, que hizo posible la circulación en Venezuela de los libros de Locke, Rousseau, Voltaire o Condillac, y hasta la propia gesta de la independencia, que fue española y mestiza al mismo tiempo.

Varios escritores venezolanos actuales, como Francisco Suniaga, colaborador en periódicos «El Nacional» y «El Universal» (https://bit.ly/3mrngFH), han salido también en defensa de Fajardo, y su opinión es que no hay prueba alguna de que este haya cometido una sola matanza. Argumenta, además, que no se debería juzgar a una persona que vivió en el siglo XVI con los parámetros éticos y legales del siglo XXI. Y aunque en más de una ocasión se ha exigido al Gobierno que presente documentos históricos que refrenden la postura contra el conquistador mestizo, esto no ha ocurrido jamás.

Francisco Fajardo nació en la antigua provincia de Venezuela, que en aquellos años inicialmente pertenecía al imperio de Carlos I de España y V de Alemania, y luego al de Felipe II. Francisco era hijo de una india caraca del valle de Maya, llamada Isabel, y de Francisco Fajardo “el Viejo”, un hidalgo conquistador originario de Galicia. En 1555 efectuó el primero de sus cuatro viajes por la costa occidental de la antigua colonia en compañía de tres criollos de la isla Margarita y once vasallos de su madre. Aquella fue una expedición únicamente con intenciones comerciales que fue muy bien recibido por los nativos en base a su origen común. Francisco rápidamente escribió a su madre para contárselo. En este viaje también conoció a su tío Nayguatá, hermano de su madre, que decidió acompañarle en la segunda incursión en 1557.

A diferencia de la primera expedición, antes de partir de nuevo, solicitó permiso al gobernador de Venezuela, Gutiérrez de la Peña, que accedió a concederle el título de “capitán poblador”. Como apunta Andrés Bello en su “Resumen de la historia de Venezuela”: “…entre los españoles que iniciaban proyectos sobre el valle de Maya, el mismo en el que habitaban los caracas, ninguno podía realizarlos mejor que Fajardo, ya que tenía a su favor todo lo necesario para sacar partido de un país perteneciente a una multitud de naciones reunidas para mantener su independencia [...]. Su bisabuelo por parte de madre había sido cacique de los indios Charayma, los cuales constituían una parte muy importante de la población de dicho valle. A las ventajas del parentesco unía Fajardo las del idioma, ya que hablaba muchos de los dialectos que se utilizaban en el país de donde era originaria su mujer y donde había nacido su madre”.

Según Bello, durante los primeros días de la llegada de la familia Fajardo a la región, los parientes y los paisanos de su madre le cedieron de común acuerdo la posesión del valle del Panecillo en prueba de lo grata que les resultaba su visita”. Sin embargo, tres años después, Fajardo fundó “El Rosario”, una villa humilde sobre la que posteriormente se levantaría Caracas, la ciudad que hoy bajo el control de un régimen de oprobio, se empeña en borrar su nombre de la historia. Fajardo establecería los cimientos de la ciudad, a la que en 1567, el también conquistador español Diego de Losada bautizaría de manera oficial como Santiago de León de Caracas.

El conquistador Fajardo, dejó allí a su madre y a varios de sus familiares, como anticipando que aquella acabaría convirtiéndose en un enclave importante. Sin embargo, no presintió la tragedia que derivaría de la licencia otorgada por el gobernador Gutiérrez para poblar la zona, como era menester en aquella época, ya que empezó a maltratar a los indios quienes pronto comenzaron a dudar de él y, más tarde, lo consideraron su enemigo hasta tomar las armas.

José María González Ochoa, historiador y director de la Fundación SM para España e Iberoamérica, explica lo ocurrido, en la biografía de la Real Academia de la Historia (RAH),: “Mientras él continuaba con sus exploraciones, la codicia de los colonos irritó a los nativos, que capitaneados por el cacique Paisana atacaron la villa y envenenaron sus aguas. Entre las víctimas estaba su madre”. Enterado Fajardo de la muerte de ésta, regresó y arrasando los poblados indígenas, colgó a Paisana y decidió abandonar la zona. Se frustraba, de esta manera y por primera vez, el sueño de gobernar la región central donde había nacido, cuna de la cultura de su madre.

En 1561 Fajardo volvió a explorar las regiones costeras, desde la isla Margarita hasta el valle del río Guaire y al parecer encontró una veta rica en oro en el valle de Maya, descubrimiento que desataría la codicia de los colonos del Tocuyo, al noroeste de Venezuela, ciudad fundada desde 1545 por Juan de Carvajal. Sus hombres, rechazaron la llegada de Fajardo y, tras detenerle, le sometieron a juicio por la supuesta ilegalidad de sus exploraciones y aunque fue hallado inocente, se frustraría su sueño de explotar las vetas auríferas.

Cuando Fajardo regresó en 1562 al valle de los caracas, descubrió que los nativos estaban preparando una gran rebelión contra él. Avisó al gobernador de Venezuela y se ofreció como capitán para dirigir a las tropas, pero tras librar algunas batallas, tuvo que retirarse y huir a la isla Margarita junto a otros españoles. La región quedó abandonada durante un tiempo. Dos años después, en 1564, Fajardo reunió de nuevo a sus tropas y regresó al valle de los caracas para reconquistar la zona y la ciudad que él mismo había fundado.

Alonso Cobos, quien era el Justicia Mayor de Cumaná, a poco más de 200 kilómetros de la región central. Soñando con apoderarse de Rosario y delos valles colindantes Cobos engañó a su antiguo amigo invitándolo a cenar en sus posesiones. Fajardo fue confiado, y al llegar fue detenido, acusado de insurrecto, juzgado apresuradamente y condenado a la horca. Su cuerpo sin vida fue exhibido públicamente. Las tropas de Fajardo juraron venganza y, poco después, acudieron en busca de Cobos encabezados por el Justicia Mayor de Margarita, Pedro de Biedma, lo capturaron para trasladarlo hasta la isla y juzgarlo. Al igual que Fajardo, fue condenado a muerte por la Real Audiencia de Santo Domingo y, poco después, ahorcado y descuartizado.

Maracaibo, sábado 14 de noviembre del año 2020

No hay comentarios: