martes, 17 de marzo de 2020

Leonor de Aquitania


Leonor de Aquitania 


En noviembre del año 2016 había terminado de releer el libro de Pamela Kaufman sobre Leonor de Aquitania y por ser historia novelada, y de la reciente publicación en aquellos días de mi novela Vesalio el anatomista, aproveché la circunstancia para regresar a la verdadera historia de una famosa mujer, que constituyó uno de los personajes más controvertidas de la Edad Media.

Duquesa de Aquitania, condesa de Gascuña, reina de Francia y posteriormente de Inglaterra, madre de diez hijos, una mujer que luchó por sus intereses y los de sus descendientes, llegando a sufrir la reclusión ordenada por su segundo marido. Leonor era hija de Guillermo X, último duque de Aquitania. Tuvo su propio ejército con el que partió a las Cruzadas. Fue una mujer valiente quien siempre luchó contra el machismo.

Leonor nació en la ciudad de Poitiers en 1122. Fue la mayor de los tres vástagos habidos del matrimonio entre Guillermo X, duque de Aquitania, y de Leonor de Châtellerault. En 1130 murió su único hermano, Guillermo, lo que la convirtió en la heredera de su padre. El 9 de abril de 1137, Guillermo X falleció en una peregrinación a Santiago de Compostela y Leonor tomó posesión del inmenso ducado de Aquitania, que se extendía desde el Loira hasta los Pirineos y era mayor que los dominios directos del rey de Francia.

En Burdeos, el 4 de julio de 1137, a los 15 años de edad contrajo matrimonio con Luis VII de Francia, futuro rey de Francia, un año mayor que ella, y ese mismo año, tras la muerte del rey Luis VI (1137-1152) ambos ascendieron al trono francés. Ocho años más tarde, en 1145, nació su primera hija, María, futura condesa de Champaña. Las tensiones entre la pareja se iniciaron, cuando la reina apoyó el matrimonio ilegítimo de su hermana Petronila con el conde Raúl I de Vermandois, y el rey decidiría enviar a su hermano Roberto a invadir Vermandois en castigo por la bigamia del conde. El comportamiento emancipado y liberal de Leonor fue muy criticado por la curia eclesiástica, especialmente por Bernardo de Claraval, por el abad Suger y, al parecer, por su propia suegra Adelaida de Saboya. Sin embargo, nada de esto le importó al soberano francés, quien aparentemente estaba muy enamorado de su esposa.

En 1147, los jóvenes esposos marcharon a la Segunda Cruzada, movidos todos por la predicación de Bernardo de Claraval. El rey no quería que Leonor lo acompañara, pero ella, en su calidad de duquesa de Aquitania la mayor feudataria de Francia, insistió en partir como lo hacían los demás señores feudales. Durante su estancia en Antioquía, la relación de la reina con su tío Raimundo de Poitiers, príncipe de la ciudad, dio lugar a murmuraciones, que provocaron el distanciamiento en la pareja real. Luis obligó a su mujer a volver con él a la fuerza, y regresarían a Francia, aunque lo hicieron separadamente. En su camino a Francia, se detuvieron en Roma, donde el papa trató de reconciliar al matrimonio y como resultado lograrían el nacimiento de su segunda hija, en 1151, Alix, la futura condesa de Blois; sin embargo, la relación entre ambos reyes de Francia estaba irremediablemente dañada. El 21 de marzo de 1152 los reyes consiguieron la anulación de su boda, basándose en su parentesco. El precio que puso Leonor a esta separación fue la conservación de sus dominios.

Leonor contrajo matrimonio el 18 de mayo de 1152, en la Catedral de San Andrés de Burdeos, con Enrique Plantagenet, quien pronto sería coronado como Enrique II rey de Inglaterra (1154-1189). Unía así sus vastos dominios en Francia a los que ya poseía el heredero al trono inglés, dueño de Anjou, Maine y Normandía, además del Reino de Inglaterra y de Gales. De este modo, se formó el llamado Imperio angevino, en el cual los reyes de Inglaterra, aun siendo vasallos del rey de Francia, controlaban un territorio ocho veces superior al dominado por Luis VII rey de Francia.

Del matrimonio de Leonor y Enrique nacieron ocho hijos, cinco varones y tres mujeres. En su corte, establecida principalmente en Poitiers, tuvo gran auge la lírica caballeresca y trovadoresca, y Leonor fue mecenas de numerosos trovadores. La existencia de una amante de Enrique II provocó el enfrentamiento entre Leonor y el Enrique, y a partir de 1173 Leonor promovió la rebelión de tres hijos del rey contra su padre. Tras reprimir la rebelión, el rey encarceló a Leonor, primero en Chinon y luego en Salisbury, donde permaneció bajo arresto hasta la muerte de su esposo, en 1189.

Recuperada la libertad, Leonor se convirtió en regente de los dominios angevinos durante las ausencias de su hijo Ricardo (Corazón de León). Tras la vuelta de este rey de la Tercera Cruzada, Leonor se retiró a la abadía de Fontevrault. La muerte de Ricardo, el 6 de abril de 1199, hizo que Leonor abandonara de nuevo su retiro hasta conseguir la coronación de otro hijo, Juan, relegando a su nieto, el duque Arturo I de Bretaña, al que prácticamente no conocía.

En 1200, contando casi 80 años, Leonor dio muestras de una fortaleza impresionante cuando decidió viajar hasta Castilla, cruzando los Pirineos, para escoger entre sus nietas, las infantas de Castilla, hijas de su hija Leonor y de Alfonso VIII de Castilla, a aquella que se convertiría en esposa del hijo de Felipe II Augusto, el futuro Luis VIII. La elegida fue Blanca, una de las reinas de Francia más célebres, regente del reino en tres ocasiones y modelo de virtud y habilidad política. Leonor de Aquitania murió el 1 de abril de 1204 en la abadía de Fontevrault, a los 82 años de edad, y fue sepultada allí mismo, junto a su esposo Enrique y a su hijo Ricardo.

Leonor de Aquitania es el personaje principal de la película El león en invierno (The Lion in Winter (1968), un filme del director Anthony Harvey, con guion de James Goldman, basado en su propia obra de teatro. Katharine Hepburn interpretó el papel de Leonor y Peter O'Toole el de Enrique II.
Maracaibo, martes 17 de marzo, 2020

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