lunes, 16 de marzo de 2020

Autosuicidas


Autosuicidas

Miguel Rodríguez declararía hace ya más de dos semanas, que lo que le inquietaba era “la oportunidad perdida, los años y el tiempo perdidos”, y los siente ahora ya tan lejanos. Así comentaría Juan Carlos Zapata por internet, al destacar como el exministro de CAP, Miguel Rodríguez muy apesadumbrado, consideraba que ciertamente todo comenzó cuando se dio el golpe de Hugo Chávez en 1992, pero terminó de venirse abajo con la conspiración contra Carlos Andrés Pérez, mayormente nacida del mismo seno de su partido. Nunca la tesis del “autosuicidio” palabreja atribuida a CAP tuvo una mayor y más trágica consecuencia.

Conviene recordar cómo fue que se dio entonces aquella confabulación que lograría traidoramente, en menos de un año, defenestrar a un presidente legítimamente electo por el pueblo en comicios no fraudulentos. Se cumplió la consigna y los conjurados lograrían expulsar a Pérez del poder. Miguel Rodríguez quien era el jefe del equipo económico recuerda apesadumbrado como cuando él era el jefe de la Economía durante el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, su equipo había logrado el refinanciamiento más exitoso del mundo. Miguel Rodríguez también insistiría en reafirmar cómo Venezuela batió records en los años 90, y logró alcanzar índices del 10 y 12% de crecimiento económico y en aquellos años cuando Venezuela era la estrella del mundo, su equipo económico proyectaba para 1992 y 1993 un crecimiento del 13%. Juan Carlos Zapata no le preguntó si acaso sus compatriotas, compañeros de partido, ¿son capaces ahora de reconocer que se “autosuicidaron” en aquel entonces? 

Actualmente al observar lo que plantea el programa petrolero de Juan Guaidó, el denominado Plan País, que “por ahora” él propone para ejecutarse… ¡¡Ahora sí llegamos ya!! Así dijo el tuerto que conducía la barca de los ciegos cuando le puyaron su ojo virolo… ¡Ahora! Precisamente ahora cuándo ya todos saben que PDVSA no refina, que PDVSA está en quiebra, que PDVSA produce escasamente 700.000 barriles diarios, que PDVSA hace tiempo que importa gasolina, y ahora nos recuerda Miguelito que en la década de los 90 PDVSA llegó a producir más de 3.000.000 de barriles. El programa petrolero de Juan Guaidó es sin lugar a dudas ilusorio, pues pretender llevar a Venezuela a producir nuevamente 3.000.000 de barriles diarios, sin despertar de un sueño, ya que todo estaría supeditado a que se produzca el cambio del régimen que desde hace más de 20 años usufructúa el poder, lo cual contradice el manifiesto abandono del orden establecido en el triple paradigma original que se iniciaba por: “cese de la usurpación”.

Miguel Rodríguez opinaba que “Maracaibo debería ser la Dubai del Caribe, y no la villa miseria en que la han convertido” y el Lago de Maracaibo, el reservorio de agua más grande de SurAmérica y quizás de los más bellos del mundo transformado ahora en un verdadero pozo séptico. El chavismo endeudó a PDVSA en más de 30.000 millones de dólares y llevó la deuda de la República a 160.000 millones de dólares. En Venezuela ni siquiera hay reservas internacionales en dólares en el Banco Central, mientras PDVSA y el país ha ido al default traducido en hambre y todas las carencias que padece el pueblo desde medicinas y electricidad hasta agua y gasolina…

Juan Szabo, responsable de la propuesta petrolera de Guaidó, viajó por algunas zonas petroleras, vio lamparones de petróleo en el lago y pudo observar todos los territorios contaminados al haberse perdido totalmente la protección ambiental por lo que es evidente que en esas condiciones él piensa que no será fácil lograr la inversión y el financiamiento internacional. Para Miguel Rodríguez “Venezuela debería ser un país desarrollado y sin pobreza, de no haber sido por la banda que la destruyó defenestrando a Carlos Andrés Pérez”, y lo remataría la populista acción el difunto expresidente Rafael Caldera con sus aliados quienes terminaron entregándole el país a otra nación y “a esta banda de delincuentes que lo han destruido y se han perdido 25 años, un cuarto de siglo que ya no se puede recuperar”.

Aseguraba Miguel Rodríguez que: “el Gobierno más competente y honesto de toda la historia de Venezuela fue el segundo de Carlos Andrés Pérez. Un gobierno con visión total de desarrollo económico y político” y ante la pregunta de : ¿Venezuela está condenada entonces?, él exministro de la economía aún esperanzado, respondería
-“Puede haber una recuperación. Se sentirá una mejoría, y se pueden enderezar con esfuerzo los servicios públicos, pero se perdió la oportunidad de desarrollo y de eliminación de la pobreza; el país no tiene la más mínima conciencia de la oportunidad que perdió”.
 
Los autosuicidas” todavía bajo una misma conducción inamovible y enquistada parecen no ser capaces de entender lo sucedido. O si que lo entiendem, pero son así, ¿hasta que se mueran entonces? Como adedendum debo recordarles que sin saber que estaríamos padeciendo la pandemia histerizada del coronavirus, al escuchar la expresión del tuerto del ojo puyado, “¡ahora si llegamos ya!”, todos los ciegos repitieron, ahora si llegamos y se lanzaron al agua, sin salvavidas… ( El corolario es ad libitum ).

Maracaibo lunes 16 de marzo del año 2020

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