lunes, 2 de marzo de 2020

Joaquín Sorolla


Joaquín Sorolla

Pintor español nacido en Valencia en 1863, formado en su ciudad natal con el escultor Capuz, desde niño, Joaquín Sorolla empezó a enviar obras a concursos, pasando inadvertido, ya que sus paisajes no eran del gusto de las instituciones. Pero a los 20 años consigue una medalla por una obra histórica y poco a poco fue abriéndose paso y  viajará a Roma de 1884 a 1889, donde quedó deslumbrado por el arte clásico y renacentista. Luego, en un viaje a París en 1894 entró en contacto con la pintura impresionista, lo que provocó una verdadera revolución en su estilo.

Comenzó a pintar al aire libre, dejándose invadir por la luz y el color del Mediterráneo, y son precisamente las obras de colores claros y pincelada vigorosa que reproducen escenas a orillas del mar las que más se identifican con el arte de Sorolla.

Su estilo agradable y fácil hizo que recibiera innumerables encargos, que le permitieron gozar de una desahogada posición social. Su fama rebasó las fronteras españolas para extenderse por toda Europa y Estados Unidos, donde expuso en varias ocasiones. De 1910 a 1920 pintó una serie de murales con temas regionales para la Hispanic Society of America de Nueva York. Sorolla fue un artista muy activo, que realizó numerosos retratos de personalidades españolas y algunas obras de denuncia social bajo la influencia de su amigo Blasco Ibáñez.

En el estilo más característico de Sorolla, su técnica y concepción impresionista, destaca la representación de la figura humana (niños desnudos, mujeres con vestidos vaporosos) sobre un fondo de playa o de paisaje, donde los reflejos, las sombras, las transparencias, la intensidad de la luz y el color transfiguran la imagen y dan valor a temas en sí mismo intrascendentes. Algunos críticos consideran estas obras un cruce entre los impresionistas franceses y los acuarelistas ingleses. Existe una importante colección de pintura suya en el Museo Sorolla de Madrid.

El impresionismo español tuvo en Sorolla a su figura más influyente. Pero el artista fue también el pintor más importante y exitoso de la Belle Epoque española. Después de Goya no habría otro pintor tan talentoso hasta bien entrado el siglo XX.Adaptaría un nuevo lenguaje a su pintura, pero sin descuidar las temáticas que e él le gustaban, temas  costumbristas, paisajes y marinas. Pronto, todo Madrid quiere una de sus pinturas y sin apenas darse cuenta, es toda Europa e incluso Nueva York quien cae rendido a su talento.

Caminaba a la playa cargado con lienzos y se construía un taller improvisado con sombrillas y toldos para evitar el efecto de la luz directa sobre el lienzo. No era raro que uno de los caballetes saliera volando y atacaran a los bañistas. Sus obras, en su mayoría con protagonismo del Mediterráneo destacan por una enorme libertad de pincelada y la presencia imprescindible de la luz.

Sorolla cultivaría  también el retrato (Ramón & Cajal, Galdós, Machado, Blasco Ibañez, Alfonso XIII…). Todo el mundo a principios del siglo XX quería ser  pintado por Sorolla, Pintando uno de esos tediosos encargos en su jardín, sufrió una hemiplejia que le impidió seguir pintando y moriría tres años después en 1923..

Maracaibo lunes 2  de marzo, 2020

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