Giotto
Giotto di Bondone (1267- 1337) Fue un arquitecto y pintor italiano, el primer creador
italiano en superar las tendencias bizantinas de la pintura y buscando otras
orientaciones que lo conducirían a la gran revolución artística del
Renacimiento. Giotto di Bondone nació en Colle de Vespignano, una
localidad cercana a Florencia, en 1267 y falleció
en Florencia el 8 de enero de 1337. Según los biógrafos, el pequeño
de once años estando el niño al cuidado de unas ovejas, mataba el tiempo
dibujando a una de ellas sobre una piedra plana con una tiza, y acertó a pasar
por allí Cimabue, el artista más conocido de su época. quien, impresionado por
el talento natural de Giotto ( había dibujado una oveja tridimensional, tan
natural y perfecta que parecía viva), le acompañó hasta su cabaña y consiguió
convencer al padre de que le dejara hacer del muchacho su aprendiz. Reconocido
artista de la época, desarrolló varios ámbitos artísticos, destacando la poesía, escultura, arquitectura y sobre todo la pintura, considerándose este autor del Trecento uno de los iniciadores del
movimiento renacentista en Italia. Su obra tuvo una influencia
determinante en los movimientos pictóricos posteriores.
La obra más antigua que se le
atribuye son los frescos de la iglesia
superior de Asís, que narran la Historia de san Francisco, si bien
esta atribución constituye uno de los problemas más debatidos de la historia
del arte. Está documentada con seguridad la presencia de Giotto en Asís hacia
1290, pero existen demasiadas diferencias estilísticas entre esta obra y otras
asignadas con seguridad al maestro. La presencia de Giotto en Asís hacia 1290,
está
documentada con seguridad, pero existen demasiadas diferencias estilísticas
entre esta obra y otras asignadas con seguridad al maestro.
En 1304 Giotto se trasladó a
Padua para pintar los frescos que la familia Scrovegni le encargó en una capilla
de su propiedad. Los frescos de esta
capilla, denominada de los Scrovegni o de la Arena, son los únicos que se
asignan con certeza al maestro. Incluyen un Juicio Final (muro oeste),
una Anunciación (arco del presbiterio) y escenas de la Vida de la Virgen
y de la Pasión de Cristo (muros restantes), bajo los cuales figuran
personificaciones de virtudes y vicios pintadas en grisalla con objeto de crear
efectos de relieve. La obra en su conjunto denota una nueva concepción de la
pintura por la atención que presta el artista tanto a la creación de efectos de
perspectiva como a la unificación del espacio, que acierta a integrar las
figuras con los elementos arquitectónicos que les sirven de marco. Realza la
solemnidad y el dramatismo que impregnan estas escenas el empleo de colores
puros y matizados. Hay unanimidad en atribuir a Giotto el notable ciclo de frescos de la
Capilla de los Scrovegni, en Padua, ya que existen varios testimonios del mismo
siglo XIV que así lo confirman. Los frescos de esta capilla son considerados
por los críticos el momento culminante de la obra de Giotto.
Desde la finalización de la
capilla de Padua hasta el comienzo de su otra gran obra al fresco, Giotto se
ocupó en realizaciones de orden menor, como la Madonna de Ognissanti y
el Crucifijo del templo Malatestiano de Rímini. A partir de 1317, el
maestro trabajó en Florencia, en la decoración de dos capillas de la iglesia de
la Santa Croce; las escenas de la Vida de san Francisco pintadas en la capilla
Bardi anuncian los ideales pictóricos del Quattrocento; los frescos sobre la
Vida de san Juan Bautista en la capilla Peruzzi anticipan las conquistas
espaciales de Masaccio. Con posterioridad, Giotto trabajó para Roberto de
Anjou, en Nápoles, y para los Visconti, en Milán. Pero la obra más relevante de
los últimos años de su vida fue el
campanile de la catedral de Florencia, del que trazó los planos y comenzó
la construcción
.
El arte de Giotto fue extremadamente innovador y es considerado el
detonante del Renacimiento. Sus obras fueron el punto de
inflexión entre el arte bizantino de la Baja Edad Media y el realista y humanista que floreció en el Renacimiento. La obra en su
conjunto denota una nueva concepción de la pintura por la atención que presta
el artista tanto a la creación de efectos de perspectiva como a la unificación
del espacio, que acierta a integrar las figuras con los elementos
arquitectónicos que les sirven de marco. Realza la solemnidad y el dramatismo
que impregnan estas escenas el empleo de colores puros y matizados. Figuras de
su época como Dante o Boccaccio lo elogiaron, y muchos discípulos perpetuaron
sus conquistas hasta finales del siglo XIV, aunque se considera que sus
verdaderos epígonos artísticos fueron Masaccio y Miguel Ángel.
Maracaibo, 5 de octubre de 2017
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