ARTE PRIMITIVO EN CELEBES (Sulawesi)
La isla de Célebes (en indonesio, Sulawesi, pronunciado «sulavesi», pues utilizan la versión holandesa de la "w") es una de las cuatro de Indonesia, entre el archipiélago de las Molucas y la gran isla de Borneo. Desde el saiglo XVII la isla de Célebes fue parte de las Indias Orientales Neerlandesas, como era conocido lo que actualmente es Indonesia bajo el gobierno colonial de los Países Bajos.Es la undécima isla más grande del mundo, con un área de 174 600 km². Está rodeada, al oeste, por Borneo, al norte por las Filipinas, al este por las Molucas y al sur por Flores y Timor. La isla tiene una forma muy particular y distintiva, dominada por cuatro grandes penínsulas. La parte central es sumamente montañosa, por lo que tradicionalmente las penínsulas de la isla están alejadas una de la otra, ya que son más cortas las comunicaciones por mar, que por los caminos de la isla. Los primeros europeos en llegar a la isla fueron navegantesportugueses en 1512, , y fueron ellos quienes se refirieron a esta isla con el nombre de «Célebes». El significado de este nombre no es seguro; originalmente no se refería a toda la isla, pues los portugueses pensaban que Célebes era un archipiélago. El nombre en bahasa indonesio, «Sulawesi», probablemente viene de las palabras sula (isla) y besi (hierro) y puede referirse a la exportación histórica de hierro de los depósitos ricos en hierro del lago Matano.
En la década de 1950, se
descubrieron muestras de arte rupestre en
cuevas de la isla que representaban figuras de animales y contornos de manos.
Las primeras dataciones las estimaban de una antigüedad de aproximadamente
10 000 años. En octubre de 2014 el equipo dirigido por el investigador
Maxime Aubert presentó un trabajo que las estimaba en 40 000 años, lo que
las ubicaría en la misma franja temporal que las más antiguas conocidas de Europa: las de Altamira y de la
cueva cántabra de El Castillo en españa p las de Lascaux en Francia. En la provincia de Célebes Central hay más de 400 megalitos de granito. Los estudios arqueológicos
realizados los datan entre el 3.000 a. C. y el 1.300 d. C.
Se desconoce el propósito con el que fueron construidos. Alrededor de 30 de
estos megalitos representan figuras antropomorfas. En enero de 2016, un estudio
publicado en Nature por Gerrit van den Bergh, de la Universidad de Wollongong, y otros paleoantropólogos, detalla el hallazgo en
Célebes de más de 200 herramientas
líticas cerca de la localidad de Talepu de
una datación de al menos 118. 000 años. En la isla no hay restos de Homo sapiens de antes de 40 000 años, así que estos fragmentos de piedra indican
que una especie humana desconocida
habitó en la isla.
Haber datado esas representaciones
artísticas plasmadas en techos y paredes de roca no es trivial. Las pinturas
mejor preservadas se encuentran parcialmente cubiertas por unos depósitos de
carbonato cálcico que crecen sobre la roca con formas circulares denominadas
“palomitas de cueva”. Para saber la antigüedad, el equipo liderado por Aubert
aplicó un sistema de datación con uranio a los depósitos calcáreos cuya primera
capa está adherida directamente a los pigmentos usados por aquellos humanos
hace unos 40.000 años, en el caso de una de las manos. Además de la datación,
la ubicación de las pinturas es otro punto clave, ya que sólo se conocía arte
rupestre de esa cronología en cuevas de Lascaux en Francia, o en las cuevas
cántabras de Altamira en España. Ahora hay que sumar este otro sitio que se
encuentra a decenas de miles de kilómetros de distancia, en el sudeste
asiático.
Thomas Sutikna, de la Universidad de Wollongong (Australia) y uno de los
autores del estudio, explica. "Estas pinturas son uno de los primeros
indicadores de una mente abstracta, el inicio del ser humano como lo conocemos,
el arte rupestre podría haber surgido de forma independiente en la misma época
en las primeras poblaciones de humanos modernos en Europa y en el sudeste
asiático, o podría haber sido una práctica extendida entre los primeros humanos
que dejaron África decenas de miles de años antes"… "De ser así,
entonces las representaciones de animales podrían tener orígenes mucho más
profundos", opina. Anthony Dosseto, director del Laboratorio de
Geocronología de Isótopos de la Universidad de Wollongong, quien insiste en
que, "los
europeos ya no pueden afirmar que fueron los primeros en desarrollar una mente
abstracta; ahora tienen que compartirlo, al menos, con los primeros habitantes
de Indonesia".
Maracaibo 18
de octubre de 2017
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