El imperio persa
El imperio persa de Ciro II el Grande era imperio más grande que el mundo y uno de los más grandes de la Historia de la Humanidad. Abarcaba prácticamente la totalidad del Oriente Próximo antiguo. Ciro II el Grande era magnánimo; los reyes vencidos eran perdonados, las ciudades conquistadas no eran destruidas y las divinidades locales eran respetadas.
El año 547 a.C., Ciro II el Grande atacó Lidia, y no paró hasta capturar a su rey, para anexionarla a sus dominios. Cilicia también pasó a formar parte de su imperio. En una segunda fase de su expansión (545-539a.C.), Ciro al cambiar el imperio medo por el imperio persa ya se había ganado la sumisión de naciones iranias como Bactriana. El imperio persa ya se extendía desde la península de Anatolia hasta las inmediaciones del valle del Indo. La tercera etapa de su expansión fue la conquista de Babilonia, en el año 539 a.C. y Ciro se hizo con toda Mesopotamia, y con Siria-Palestina.
Ciro decidió instalar a su hijo Cambises II como rey. Cambises conquistó Egipto y Chipre y se produjo una lucha por el poder después de su muerte. El trono pasó a Gaumata y Darius, ascendería al trono al derrocar a Gaumata, el usurpador. Darío I será el artífice de la organización definitiva del imperio persa, dividido en veinte satrapías. Después de su coronación, el año 522 a. C, hubo revueltas. La más notable de todas fue la de Babilonia dirigida por Nabucodonosor III. Durante un año y medio, Darío y sus ejércitos no pudieron volver a tomar la ciudad, hasta que al fin Darius rodeó la ciudad y venció a los rebeldes.
Darío invadió a Egipto y derrotó a los ejércitos del Faraón, Darío I finalmente reinaría desde partes de los Balcanes en el oeste, hasta el Valle del Indo en el este. En 516 a. C, Darío se embarcó en una campaña a Asia Central, Aria y Bactria y luego marchó a Afganistán a Taxila en el Pakistán actual. Darío conquistó las tierras que rodean el río Indo en 515 a.C hasta el moderno Karachi, para regresar a Persia.
Los escitas nómadas del norte de Irán, invadieron las tierras de Media, entre el río Danubio, el río Don y el Mar Negro. Darío cruzó el estrecho del Bósforo usando un puente de barcos, y luego cruzó el Danubio para hacer la guerra a los escitas, hasta que finalmente ordenó detenerse en las orillas de Oarus, y construyó "ocho grandes fuertes, a unos ocho kilómetros de distancia el uno del otro”. Detuvo la marcha a orillas del río Volga y se dirigió hacia Tracia.
Darío también conquistó ciudades del norte del Egeo, Paeonia, y Macedonia que se sometió voluntariamente. La conquista de Macedonia en 492 a. C. sería la campaña de Mardonius para convertirla en subordinada del reino persa y sería el comienzo de la Primera invasión persa de Grecia, cuando una tormenta violenta y el hostigamiento de los tracios obligaron a las tropas a regresar a Persia. Darío formó otro ejército de 20.000 hombres bajo su almirante Datis y su sobrino Artaphernes, quienes capturaron Eretria y avanzaron a Marathon. En 490 AEC, en la Batalla de Maratón , el ejército persa fue derrotado por un ejército ateniense. La derrota en Maratón marcó el final de la primera invasión persa de Grecia y Darío comenzó los preparativos para una segunda invasión que él ordenaría, pero antes de que los preparativos se completaran, Darius murió y le dejaría las tareas por hacer a su hijo Jerxes.
Jerjes designado sucesor de Darío I coronado en octubre de 486 a. C., se enfrentó victoriosamente a una rebelión en Egipto. Jerjes el Grande fue el quinto Gran Rey del Imperio aqueménida (486-465 a. C.), y se dice que reinó desde la India hasta Cus (Etiopía). Jerjes abolió definitivamente el reino de Babilonia en 484 a. C., se llevó la estatua dorada de Bel (Marduk) y mató a los sacerdotes que trataban de impedírselo.
Sofocadas todas las revueltas, y alentado por su primo Mardonio, Jerjes trató de vengar la derrota sufrida por su padre, Darío I, en la batalla de Maratón, durante la Primera Guerra Médica (490 a. C.) y planificó la conquista. Mandó excavar “el Canal de Jerjes” a través del istmo que comunicaba la Península Calcídica, con el continente europeo; almacenando provisiones en escalas a lo largo de la ruta desde Tracia y se erigieron dos puentes que atravesaban el Helesponto. El año 480 a. C., Jerjes desencadenando la Segunda Guerra Médica contra Atenas y Esparta. Al principio consiguió importantes victorias: la flota griega fue rechazada en el cabo Artemisio, Tras la victoria sobre Leónidas I de Esparta y sus 300 hombres en el desfiladero de las Termópilas, los persas devastaron Beocia y el Ática, llegando hasta Atenas, Temístocles, se refugió con sus habitantes en las islas cercanas, y el ejército persa solo tuvo que enfrentarse a la guarnición de la Acrópolis, saqueando la ciudad y arrasando los templos de la Acrópolis.
Jerjes fue engañado por un mensaje de Temístocles, llevado por un falso esclavo huido del campo griego, en el que animaba a los persas a atacar. Artemisia de Halicarnaso, reina aliada de Jerjes, estimaba perjudicial atacar a la flota griega bajo condiciones adversas, pero no fue escuchada y la batalla naval librada en Salamina (480 a. C.), fue ganada por los griegos. Jerjes decidió retornar a Sardes, mientras los griegos con la posibilidad de reorganizarse en una batalla decisiva. El ejército que Jerjes al mando de Mardonio fue derrotado en 479 a. C. en Platea, y la posterior derrota persa en Mícala, al norte de Mileto, supuso la libertad de las ciudades griegas de Asia Menor y la renuncia de Jerjes a las mismas.
Jerjes concluyó una alianza con Cartago, y ganaría para la causa persa a varios Estados griegos, como Tesalia, Macedonia, Tebas y Argos. La victoria de los griegos en la Segunda Guerra Médica supuso la inmersión del Imperio aqueménida en un estado de apatía, de la cual no volvería a despertar. Artabano llevaba el mismo nombre que el famoso tío de Jerjes, su ascenso se debió a su popularidad en los sectores religiosos de la corte y a intrigas del harén. Artabano ideó un plan para destronar a los aqueménidas y colocó a sus siete hijos en posiciones clave del gobierno.
Los historiadores griegos dan versiones contradictorias según Aristóteles Artabano mató primero a Darío y luego a Jerjes. Cuando Artajerjes descubrió los asesinatos, mató a Artabano y a sus hijos. En estas intrigas participó el general Megabizo, cuya decisión de cambiar de bando probablemente salvó a los aqueménidas de perder el trono persa. En el año 338 a. C. el visir y eunuco Bagoas, jefe de la guardia real, envenenó al rey Artajerjes III, y promovió el ascenso de Arsés, hijo de Artajerjes. Darío III Codomano, sería último rey persa de la dinastía aqueménida.
Alejandro Magno había nacido en Pela (Grecia), y era hijo y sucesor de Olimpia de Epiro y Filipo II de Macedonia. Filipo, murió asesinado en el año 336 a. C. Alejandro de 20 años se convirtió en rey de Macedonia. Decidido a continuar con la política expansionista iniciada por su padre, se lanzó a la conquista del Imperio Persa, que se extendía desde Egipto hasta la India, en el 334 a.C. Al mando de un pequeño pero poderoso ejército, venció al enemigo una y otra vez, hasta derrotar al fin al rey persa Darío en la decisiva batalla de Gaugamela. Tras una gran contienda en el año 334 a.C. 40.000 hombres lucharon en la conquista, que finalmente alcanzó cuatro años después, convirtiéndose en Rey de Media y Persia. En sus últimos años, Alejandro Magno siguió tratando de conquistar y unificar territorios. Conocida es la contienda en la que su ejército, tras 18.000 kilómetros, totalmente exhaustos, se negaron a continuar, y Alejandro no tuvo más opción que volver tras lo recorrido. Alejandro Magno falleció en Babiloia un mes antes de cumplir 33 años, en el 323 a. C.
NOTA: la historia de cómo se disolvió el imperio persa. De cómo terminaría transformado en territorio ya transformado en Irán, siempre invadido hasta el siglo XX continuará otro día…
Maracaibo, sábado 13 de marzo, de 2021.
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