De la
literatura rusa (1)
Decir literatura rusa no es solo “la literatura de Rusia”, también puede ser la literatura escrita en ruso por ciudadanos de otras naciones que se independizaron de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) o la escrita por emigrados que fueron acogidos en la actual Rusia. Después de la disolución de la URSS varios países han reclamado a varios escritores exsoviéticos que escribían en ruso.
La literatura rusa en la literatura universal se conoce gracias a personajes como Dostoievski, Tolstói, o Gogol, escritores que venían de una tradición oral hasta la cristianización de la Rus de Kiev en 989, proceso que conllevó a la incorporación de un alfabeto adecuado creado por los misioneros bizantinos Cirilo y Metodio quienes al principio usanron dos sistemas gráficos -los alfabetos cirílico y glagolítico-; el glagolítico sería abandonado, y la literatura rusa se escribe y se lee en alfabeto cirílico, una modalidad denominada alfabeto ruso.
En aquella antigua literatura rusa medieval, solía existir la temática recurrente de la glorificación de la belleza y del poder ruso, la denuncia de la autocracia de los príncipes de la Rus de Kiev y siempre a la defensa de los principios morales. Así llegaría el denominado Periodo moscovita de Rusia (siglos XV-XVII), y en el Siglo XV- Iván III de Rusia será el primer Gran príncipe de Moscú en adoptar el título de “Soberano de toda Rusia” y Moscú se convierte en el centro cultural de aquel gran país.
A mediados del Siglo XVI, la aparición de la imprenta fue un acontecimiento importantísimo para la literatura y la cultura en Rusia. El primer impresor ruso, en Moscú entre 1553 y 1564, fue Iván Fiódorov; a invitación de Iván IV. El primer libro ruso impreso fue El Apóstol (1564). El soberano Iván IV de Rusia fue también un escritor notable y a su muerte se dio comienzo a una época de guerras civiles conocida como El Período Tumultuoso; guerras como la de la Comunidad Polaco-Lituana contra Rusia, la de las Dimitríadas (1605-1606), la de Ingria y la Guerra de Smolensk. De todo este caos surgiría como zar Vladislao IV Vasa, quien gobernó entre 1610 y 1612.
El verso va a aparecer en pleno XVII por influjo de la literatura polaca, con Simeón Pólotski (1629-1680). Esto escinde la métrica rusa en dos artes; uno el de prosa métrica rítmica, popular y sentida, muy nacional, y el otro más parecido a la occidental y considerado más culto. El Siglo de Oro de la literatura rusa fue sin duda el siglo XIX cuando tanto la poesía como la prosa llegarían a su apogeo. A principios del siglo, la corriente principal era el Romanticismo, y más tarde, y de mayor importancia sería el realismo literario. La sociedad rusa de la época estaba profundamente influida por las guerras napoleónicas y por la victoria de Rusia en la primera Guerra Patriótica de 1812. La segunda mitad del siglo XIX vería la emancipación de los siervos en 1861, la humillación nacional en la Guerra de Crimea y la victoria triunfal en Guerra Ruso-Turca, 1877-1878. La segunda mitad del siglo fue la edad de oro de la prosa rusa.
Por consiguiente, la vida literaria de la primera mitad del siglo XIX fue muy animada. Las amplias capas de la población experimentaban el auge del patriotismo y se interesaban por las ideas de la revolución francesa. En esta época aparecieron diversas revistas políticas y literarias, mientras la vida espiritual ejercería gran influencia en las principales corrientes literarias. Los temas principales de su poesía serán algunos de los acontecimientos claves en la historia rusa, la libertad, el patriotismo y algunos motivos folclóricos rusos. El golpe más duro para las aspiraciones idealistas del romanticismo fue asestado en 1825, por la derrota en la rebelión de los decembristas donde muchos participantes, miembros de las familias nobles de Rusia, poetas y figuras públicas, fueron ejecutados o deportados a Siberia.
Aleksandr Pushkin quien poseía un genio universal, se alzará sobre todos los otros poetas rusos. Reformó la lengua rusa literaria rompiendo con la tradición del siglo XVIII. Pushkin escribía poemas líricos y poemas épicos, obras dramáticas en verso o en una prosa brillante y cuentos en verso. Se convirtió en la figura central de la poesía rusa del siglo XIX, eclipsando a otros talentos. Influidos por Pushkin, una serie de poetas asumirían su voz recién desaparecida, la llamada Pléyade pushkiniana. Después de la trágica muerte de Pushkin la antorcha de la poesía rusa pasó a mano de Mijaíl Lérmontov.
La prosa de la primera mitad del siglo XIX está representada por las novelas grandes de Pushkin, y por las obras de otro genio de la literatura rusa, Nikolái Gógol. Sus obras más destacadas son Veladas en un caserío de Dikanka, Tarás Bulba, Almas muertas. El capote es su relato más famoso. Si la primera mitad del siglo fue la edad de oro de la poesía rusa, la segunda mitad del siglo fue la edad de oro de la prosa rusa. Mencionaré solamente a cuatro de los gigantes de la época: Lev Tolstói, Fiódor Dostoyevski, Iván Turguénev, y Antón Chéjov. El dramaturgo más notable fue Aleksandr Ostrovski, y Vladímir Odóyevski también fue uno de los primeros escritores rusos de ciencia ficción.
La Edad de Plata de la literatura rusa comenzó en la última década del siglo XIX y concluyó en los años veinte y marcaría un nuevo rumbo. Los poetas y escritores de esta denominación vivieron en la era de Art nouveau, del Modernismo y del Simbolismo, éstas “eras” en Rusia se transformarían en formas e ideas absolutamente nuevas. Los poetas y escritores de la Edad de Plata rechazaban el compromiso social del artista e insistían en una función mesiánica que representarían figuras titánicas con raíces profundas en la religión y la estética. Todo aquello estaba presagiando “un Mundo Nuevo para el Hombre Nuevo”.
Las corrientes literarias más conocidas de este periodo son el Simbolismo místico tradicional ruso, el Simbolismo joven y el de poetas que por su espíritu eran análogos con los simbolistas. Mencionaremos solamente a Vladímir Mayakovski, Borís Pasternak, Anna Ajmátova y a Serguéi Esenin, entre los poetas de la corriente llamada de los “nuevos campesinos’” quienes combinaban riqueza de imágenes populares y religiosas de la cosmovisión del campesino ruso con una búsqueda de innovación y cambios revolucionarios.
Los simbolistas rusos empleaban los ideas de Arthur Schopenhauer, de Friedrich Wilhelm Nietzsche, de Oswald Spengler y manifestaban interés por el misticismo y el ocultismo. Los simbolistas ponían énfasis en el aspecto verbal de los símbolos arquetípicos, buscando una armonía nueva. Los futuristas abogaban por una innovación radical de la lengua, probando el simbolismo de los sonidos y recurriendo a experimentos audaces con la lengua. Los acmeístas propugnaban la claridad de las imágenes poéticas, con mayor equilibrio entre el sentido y el sonido. El manifiesto más conocido y escandaloso de aquel tiempo fue la Bofetada al gusto público de los futuristas en 1912.
En la prosa, los escritores rusos del periodo, usaban la técnica del flujo de conciencia, con episodios de gramática desarticulada, imitando nuevos modos de la organización de los textos semejante a las reglas del montaje cinematográfico. Entre estos escritores realistas están Antón Chéjov, Alekséi NikoláyevichTolstói y Maksim Gorki su objetivo no era la representación de la vida cotidiana y costumbres, sino la comprensión de la esencia de la vida. La prosa llegaría a ser más lírica, y los escritores empleaban la síntesis de prosa, música y filosofía, o la prosa alrededor de la acción social. La Edad de Plata se terminó con la llegada de la era nueva -con la formación del primer estado soviético- con ideales nuevos, pero intolerante a todos quiénes no estaban de acuerdo con ellos.
Maracaibo, lunes 29 de marzo del año 20121
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