jueves, 14 de mayo de 2020

Théodore Géricault


Théodore Géricault
Jean-Louis André Théodore Géricault, conocido como Théodore Géricault (1791- 1824), fue un pintor francés, pionero de la pintura romántica, nacido en Ruan el 26 de septiembre de 1791 en una familia acomodada. No se sabe con certeza la fecha en que la familia Géricault se trasladó a París; el joven Théodore siguió los estudios de segunda enseñanza en el Liceo Louis-le-Grand. En 1808, ya había tomado la decisión de consagrarse por entero a la pintura, e ingresó como alumno en el estudio de Carle Vernet atraído, por las pinturas de caballos de aquel pintor. 

Rechazó el neoclasicismo y estudió a Rubens. El deseo de huir del escándalo provocado por una relación romántica con su tía Alexandrine, seis años mayor que él, a quien dejó embarazada lo llevaría a Italia, donde quedó muy impresionado ante los pintores del Renacimiento italiano, en especial por Miguel Ángel, así como por el flamenco Rubens. Estuvo en Florencia y Roma (1816-1817). En 1818 nació su hijo Georges-Hyppolyte, declarado al nacer “hijo de Suzanne y padre desconocido”. A la muerte del pintor, el niño fue reconocido por el padre del artista Georges-Nicolas. En Italia estudió en 1816-1818 a Miguel Ángel y el barroco

Fue muy precoz, la pasión de Géricault por los caballos, (ver) los cuales acabarían por convertirse en uno de los símbolos más significativos de su arte. En 1810, para someterse a una disciplina más severa que la impuesta por Vernet se inscribió entre los discípulos de Pedro Guérni, pintor neoclásico, seguidor de David y maestro de Delacroix. Sus obras de esos años revelan la autonomía de su inspiración y la originalidad de sus preferencias culturales con respecto a la enseñanza neoclásica. Su primera gran obra, Oficial de cazadores a la carga, fue exhibida en el Salón de París de 1812, y revela la influencia del estilo de Rubens

Ese éxito de juventud, fue seguido de un cambio de dirección: Géricault produjo una serie de pequeños estudios de caballos y caballeros. Su comentada Balsa de la Medusa combinaría el barroco, el realismo romántico y los sentimientos no controlados. Sobre su famosa pintura  de la balsa ya hablamos en este blog (https://bit.ly/3bljQyl), y de cómo el pintor de 28 años decidió inmortalizar el trágico episodio en un lienzo de grandes dimensiones (5 por 7 metros), e hizo posar a los supervivientes, y para plasmar los miembros amputados y la rigidez de los cadáveres realizó bocetos en una morgue cercana. Así durante ocho meses, de noviembre de 1818 hasta junio de 1819, el pintor trabajó sin descanso, durmiendo en un altillo contiguo y viendo tan sólo a la portera que le traía la comida (ver un óleo preparativo del original).

 
Estuvo en Inglaterra en 1820-1822, exponiendo su Balsa y sus pinturas de caballos. Su carrera, aunque corta, fue muy influyente, especialmente por sus temas modernos, su ejecución libre y la representación del movimiento romántico. Géricault se mantuvo al margen de los grandes encargos oficiales, un género que sí sedujo a Delacroix. El naufragio de La Medusa, debe gran parte de su fama histórica al célebre lienzo de Théodore Géricault. La pintura fue expuesta por primera vez en el Louvre en agosto de 1819, (ver) esta obra que provocó un gran escándalo y dio a conocer al mundo una tragedia que puso al descubierto el peor rostro del sistema político que dominaba entonces Francia.

Desde los inicios de su carrera, Géricault demostró cualidades que le distinguen claramente de los pintores neoclásicos de la escuela de Jacques-Louis David: en efecto, prefirió tratar temas de la vida cotidiana, elevándolos a la categoría de hechos heroicos. Mostrando la desesperación y el sufrimiento de la gente, pasa pronto a ser el pintor romántico más representativo, pero por independencia de estilo y carácter poco dócil, 


Entre 1821 y 1824, Géricault realizó una serie de pinturas teniendo como modelos a locos o maníacos, pintando del natural una serie de personas que eran tratadas en el asilo del psiquiatra Jean-Étienne Esquirol. A través de esta serie pretendía recabar un repertorio de expresiones de la locura. Aquejado de una dolorosa enfermedad, posiblemente cáncer de huesos, Géricault pasó sus últimos años postrado en el lecho sin poder acometer pinturas de gran formato, aunque produjo diversas litografías con ayuda del artesano Eugène Lami. Su figura esculpida en bronce, sujetando la paleta y el pincel, se recuesta sobre una reproducción de la Balsa de la Medusa en bajorrelieve en su tumba en el cementerio de Pere Lachaise, en París. 

Maracaibo, jueves 14 de mayo, 2020.

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