Estamos, desde hace un tiempo ya…
El Martes, 27 de
septiembre del año 2016 en mi blog, lapesteloca.blogspot.com, publiqué
un artículo titulado ¿Estaremos en
nuestro período especial? (http://bit.ly/2debtsQ). Allí citaba
al conocido profesor Dr Rafael Muci-Mendoza. Lo cito nuevamente en este actual
trabajo, de hoy, para complacer a mi amigo Mario Sotolongo quien no acepta leer
cosas sobre Cuba por que le da un ataque nauseoso. Lo comprendo, pero también
lo invito a distraerse con esta puesta al día de mi profesor Muci-Mendoza.
““Mi presencia en el suelo cubano
en 1991 y luego en 1993 fue como trasponer un muro de opacidad y adentrarme en
los dominios de un gobierno miserable y mentiroso que creyó que podía engañar a
la Misión Humanitaria con la cual estuve involucrado en 1993 para investigar
una causa obvia de pérdida
visual colectiva mantenida en secreto durante 3 largos años sin que moviera la
conciencia ni la lealtad de una clase dirigente inhumana. ¿Les suena…? El quid
del problema radicó en el empleo del sufijo griego itis que denota inflamación en vez de plantear el termino neuropatía, que incluye
diversas causas como compresión, trauma, isquemia o falta de sangre,
infiltración por tumores malignos, y lo obvio, un origen tóxico-nutricional,
etc. En las mentes obcecadas de la nomenklatura
convenía inventarse un virus sembrado por manos imperialistas en la Isla y
precisamente, cuando su economía hacía aguas por los cuatro costados era
indispensable echar mano al viejo expediente del enemigo externo… ¿Les suena…?
Nuestra estrategia fue cambiar el término neuritis
por neuropatía y con la
ayuda de un grupo de investigadores de alta factura llegar pronto al
diagnóstico: ¡Hambre pura y simple…! La falta de una respuesta sencilla
condicionó que más de 50 mil almas perdieran la visión y estuvieran sometidos a
tormentosos síntomas neurológicos por compromiso de sus nervios periféricos,
mientras los jerarcas daban vivas a la Revolución y repartían migajas en forma
de multivitamínicos ¨gratuitos¨… Troté por la Quinta Avenida que en su momento
debió ser majestuosa. Hermosas y enormes casas desconchadas, abandonadas y
pidiendo un cariñito a ambos lados de la amplia vía, dejadas a la pudrición
donde se atiborraban familias cuyas pocas ropas secaban en balcones y ventanas.
¿Les suena…? Una que otra, perteneciente a una embajada surgía
deslumbrante como un oasis en medio de un sediento desierto. El caldo de
cultivo de la «neuritis» fue una situación insostenible de factores
políticos y económicos propios de regímenes autoritarios bajo extremos
racionamientos: tal vez el más importante: la malnutrición pues la ingesta
nutricional disminuyó de 2.850 kilocalorías por día en 1989 a 1.863 por día en
1994 cuando el mínimo recomendado para el adulto humano es de 2.100 a 2.300
calorías, pero más patético aún fue que niños y adultos mayores recibían apenas
1.450 calorías por día. Todo esto se acompañó de pérdida de peso que pudimos
constatar apreciando el bajo consumo calórico y 4 personas turnándose en una
bicicleta, y que entre 1990 y 1995 fue entre un 5% y 25% del peso corporal. ¿Les suena…?. Una
abigarrada combinación de factores nutricionales y tóxicos (licor de alambiques
caseros, tabaco importado con gran contenido de alquitrán, elevado
contenido de cianógenos (cianuro) en la harina de yuca y en la cáscara del
tubérculo, el hecho de chupar y chupar caña de azúcar para aplacar el hambre,
sin atisbar que el déficit de vitamina B1 o tiamina (vitamina no
acumulable), B12 y ácido fólico, era el camino hacia el beriberi, la
degeneración combinada de la médula espinal y la neuropatía periférica,
determinó la emergencia de una epidemia de neuropatía
óptica y polineuropatía periférica asociada a carencia de nutrientes y
vitaminas en la población ya conocida desde los campos de concentración
japoneses. Aparecieron los primeros
casos esporádicos entre 1991 a 1992 para luego progresar a ritmo exponencial
hasta mayo de 1993 con 30.000 pacientes y continuó ascendiendo hasta 1997.
Conjuntamente, aumentó la tasa de mortalidad materna en un 60% por causas
obstétricas comunes y 43% de la mortalidad materna total. La tasa de mortalidad
infantil se atenuó por la disminución de la tasa de natalidad debido a la
pobreza, el incremento del número de abortos, y el aumento de la distribución
de anticonceptivos. ¿Les suena…?””
Hoy Domingo 24 de septiembre de 2017, el doctor Rafael Muci-Mendoza
escribió sobre el “Elogio de período
especial Redivivo” palabras que subscribo totalmente, donde decía entre
otras cosas…
“La
situación es ahora peor que la que sufren los cubanos, a pesar de que formamos
parte de la misma comarca, ¨Cubazuela¨. No hemos podido contraponer la
dirigencia de una oposición realmente patriota que nos lleve a expulsar los
invasores. Nunca creo se ha oído en la Asamblea Nacional una referencia de
rechazo a los cubanos; la palabra parece un anatema que no debe pronunciarse, y
con rabia justificada me pregunto, ¿Por qué…? ¿Quiere decir que a la canalla
que nos gobierna se ha unido otra que no queriendo abandonar sus privilegios
nos traiciona en forma continuada…? Pero
iremos a votar, todavía nos queda una rendija de democracia por donde
deslizarnos y debemos ser fieles a ella”.
Maracaibo, 24 de septiembre de 2017
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