sábado, 18 de enero de 2020

Camus, el escritor “extranjero”.


Camus, el escritor “extranjero”.


“Hoy, mamá ha muerto. O, quizás, ayer. No sé”. Así comienza El extranjero, la primera novela del escritor argelino-francés Albert Camus (1913-1960), quien siempre se sintió extranjero y de cuya muerte se cumplieron 60 años el pasado sábado 4 de enero de este año 2020. Camus nació en Argelia, en 1913, en el seno de una familia de colonos franceses, conocidos en Francia como los “pieds noirs”. En 1914, cuando estalló la Primera Guerra Mundial, perdió a su padre, por lo que creció con su abuela y su madre en un barrio pobre, sin libros ni revistas y con un tío como única figura paterna. Camus fue aficionado al deporte, práctica que tuvo que abandonar cuando enfermó de tuberculosis.

Camus tenía una doble ascendencia, de su madre española y de su padre descendiente de franceses de la Lorena y se educó con programas de Francia. Aunque Camus había nacido cuando Argelia era una colonia de Francia (desde 1830), aquella  nación ya había trasladado su cultura tanto agrícola como intelectual, a los nativos árabes y a los emigrados franceses e hispanos; aun así, en El primer hombre, Camus otorgaba mucha importancia a sus orígenes argelinos, tan apreciados, a los que consideraba la fuente única y entrañable que alimenta lo que uno es y dice”.

Camus ubicado entre los intelectuales, contaba su enemigo íntimo, Jean-Paul Sartre, a quien a comienzos de los años 50 enfrentó filosóficamente con un trasfondo político. Aunque ambos pensadores en los comienzos de la Guerra Fría reivindicaban “la izquierda”, luego de la Segunda Guerra, Camus denunciaría los crímenes del estalinismo y reflexionó negativamente sobre las revoluciones y el ideario comunista. Este tema lo trabajó en El hombre rebelde (1951), contrastando con Sartre quien defendía la violencia como herramienta válida para la revolución social. "Me decían que eran necesarios unos muertos para llegar a un mundo donde ya no se mataría, le azuzaba Camus en 1957, el mismo año, cuando a sus 44, ganaba el Nobel de Literatura.

Tras ganar el Premio Nobel de Literatura, Camus fue acusado por sus compatriotas de imperialista y tildado de absurdista, de existencialista y de nietzschiano, aunque él renegó de todo. En propias palabras del autor: No, yo no soy existencialista. Sartre y yo siempre nos sorprendemos de ver asociados nuestros nombres. Sartre y yo habíamos publicados nuestros libros antes de conocernos. Cuando nos conocimos, fue para constatar nuestras diferencias. Sartre es existencialista”. Sartre y Camus quienes fueron íntimos amigos, una disputa surgiría entre ellos en “Les temps modernes cuando Camus acusó a Sartre de ser inmoral por identificarse con el comunismo; Sartre acusaría a Camus de ser un iluso y un romántico al verse contrariado por la afirmación camusiana de la “naturaleza humana” en El hombre rebelde y, probablemente también, porque habiéndose acercado a grupos literarios pro-marxistas, Sartre marcaba una diferencia con Camus, quien habiendo entrado en Argelia al Partido Comunista, lo abandonó pronto al comprobar que no compartía para nada ni su praxis ni su teoría. Sartre, como director deLes temps modernes”, eligió a un joven principiante Jeanson para demoler el ensayo de su amigo y esto fue tomado como un desprecio por Camus. Así llegó el final de la amistad entre ambos, si bien Sartre, tras la trágica muerte de Camus, le dedicó un elogio póstumo.

Albert Camus entendía que el sinsentido de la vida, su gratuidad, lejos de ser una instancia conclusiva, era un punto de partida para la reflexión y la creación. Se basaba en la convicción de que, por fuera de una búsqueda de la trascendencia, existe una verdad misteriosa y huidiza que debe y merece ser siempre reconquistada. Camus se considera el padre de la llamada "filosofía del absurdo" y es el referente del existencialismo francés, y pese a que él rechazaba esta etiqueta. El escritor desplegó bajo esa certeza una obra humanística multifacética que lo erigió entre los clásicos contemporáneos en el campo de la narrativa.

Tanto El extranjero como La peste, sus novelas más célebres, son consideradas clásicos contemporáneos y su vitalidad se acrecienta a la luz de los regímenes totalitarios. En El extranjero, su primera y más celebrada obra maestra, Camus expresaba, la profunda nostalgia ante la pérdida de una vida plena de sentido humanitario. El protagonista Mersault, un francés argelino indiferente a la realidad por resultarle absurda e inabordable, se niega a mentir… Mentir no es sólo decir lo que no es. Mentir es también, y sobre todo, decir más de lo que es y, en lo que concierne al corazón humano, decir más de lo que no se siente. Albert Camus al referirse al personaje de la obra, se enfoca en la historia de que, sin ninguna actitud heroica, el protagonista morirá por la verdad. 


Oscar Wilde murió en 1900 y Camus nació en 1913, ambos fueron autores geniales, Wilde, helenista exquisito, encarnó el culto del arte por el arte. Camus, se caracterizó por la seriedad desde los duros años de su infancia; fue un humanista que siempre predicó los valores de la libertad y la justicia. En su artículo El artista en prisión, Camus acepta solamente al Wilde de las agonías, aquel del De Profundis y la Balada de la cárcel de Reading, el Wilde del dolor y la compasión. De profundis, escribiría Camus, es “uno de los libros más bellos que haya nacido del sufrimiento de un hombre”. Como el poema de Wilde, El extranjero, de Albert Camus, es también una obra dedicada a la ejecución; su personaje, Meursault, terminará en el cadalso. La muerte viene a ser la triste solución a la que recurre la sociedad cuando enfrenta a algo que le repugna.

La peste en su momento, narra la historia de unos médicos que descubren el sentido de la solidaridad en medio de su labor humanitaria en la ciudad argelina de Orán, mientras ésta es azotada por una plaga, y esa epidemia de peste bubónica le servirá  al escritor para presentar cual es el sentido de la existencia cuando se carece de Dios y de una moral universal. Estos planteamientos le sirvieron al escritor, tras el Holocausto, para utilizarlo como una metáfora y alegoría de la condición humana, azotada diversos males. 

Sobre el accidente que ocasionó la muerte de Albert Camus, se sabe que el auto lo manejaba el editor Michel Gallimard, que iba muy rápido, pinchó un neumático y que el vehículo perdió el control, estrellándose contra un árbol. En su momento se dijo que podría haber sido un atentado, situación que se ha planteado seriamente. Al parecer fue un accidente automovilístico, que volviendo de las Fiestas en la Provenza, ya cerca de París, sucedería el 4 de enero de 1960, cuando a los 46 años, tras habérsele otorgado el Premio Nobel de Literatura dos años antes, es decir a los 44, “por su obra completa”, fallecería el escritor.

Maracaibo, sábado 18 de enero, 2020

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