viernes, 3 de agosto de 2018

Béla Lugosi




Béla Lugosi

En 1922, el cineasta alemán Friedrich Wilhelm Murnau estrenó la película Nosnferatu, el vampiro, basada en la novela Drácula del escritor irlandés Bram Stoker. La adaptación fue realizada sin obtener los permisos respectivos y la viuda de Stoker, Florence, inició acciones legales por infracción de los derechos de autor,  juicio que finalmente ganó. Florence Stoker permitió que los dramaturgos Hamilton Deane y John L. Balderston unos años más tarde adaptaran la novela en una obra de teatro, la que fue estrenada en 1924 en Inglaterra y los derechos de la obra fueron vendidos a John Balderston, quien estrenó una versión estadounidense en 1927, en el Teatro Fulton en Nueva York.  En aquella versión, el rol de Drácula fue interpretado por el actor húngaro Béla Lugosi.
 
Béla Ferenc Dezsö Blasko; Fue un actor de cine estadounidense de origen húngaro. (Lugos, Hungría 1882- Hollywood, EUA, 1956), quien tras trabajar en el teatro, emigró a Estados Unidos en 1921. Lugosi nació en Transilvania, la patria de su personaje más reconocido. Durante la Primera Guerra Mundial fue teniente de infantería, tras la cual, participó activamente en la política de su país, militante en diversos partidos de izquierdas, llegó a fundar el sindicato de actores. Sin embargo, tras casarse con su primera esposa y hambriento de éxitos, emigró a Alemania, donde estaría actuando durante unos años, allí interpretó a Shakespeare y otros personajes clásicos sin demasiado revuelo. Por fin, cansado de no conseguir el éxito que merecía, decidió probar suerte en el nuevo mundo. En 1921 emigró a Estados Unidos y empezó a interpretar pequeños papeles en el cine y el teatro; en la escena alcanzó su más resonante éxito como protagonista de una adaptación teatral de Drácula (1927). Se dedicaría al cine de terror, género del que junto con Boris Karloff fue el más cotizado actor en los años 30.  Cuando en 1931 repitió el papel para el celuloide en un filme en el que se presentó a sí mismo ante el público con un inimitable acento, quedó claro que el cine había encontrado un valioso aristócrata de la maldad. De las sucesivas adaptaciones fílmicas de la novela Drácula, de Bram Stoker, la protagonizada por Béla Lugosi fue la primera versión sonora. Drácula (1931) dirigida por Tod Browning, un reputado director de cine de terror, famoso por sus colaboraciones con el actor Lon Chaney y por esa razón, en un principio se había pensado en Chaney "el hombre de las mil caras" para ese papel, pero había fallecido el año anterior. Sería en Broadway donde Béla Ferenc Dezsö Blasko recibiría el papel de su vida. Venía interpretando al Conde Drácula en un teatro y la obra había resultado un éxito instantáneo que lo llevó a realizar varias giras por el país, tras las cuales se ganaría un puesto como estrella de cine. Se buscaba otro protagonista y, tras descartar varios nombres, se eligió al actor que había interpretado con gran éxito la versión teatral de la obra de Stoker: el húngaro Béla Dezsö Blasko. Es decir, Béla Lugosi, el actor que habría de triunfar en la Drácula de Tod Browning (1931). 

El gran éxito del filme Drácula salvó de la ruina a los estudios Universal y los convirtió en los primeros productores de cine fantástico. También supuso una revalorización de Browning, ya que gracias a Drácula consiguió un ventajoso contrato en la Metro. Pero, sobre todo, significó el lanzamiento al estrellato de Béla Lugosi. Su interpretación exageradamente afectada y dramática no le perjudicó sino todo lo contrario. Creó un Drácula elegante, distinguido, hierático y solemne; un modelo que sería imitado después en algunas de las muchas versiones posteriores. Lugosi nunca pudo sustraerse a su personaje, y al final murió creyéndose un vampiro. 

De haber aceptado protagonizar otro gran clásico destinado al éxito, Frankenstein (1931) Béla Lugosi hubiera casi monopolizado el cine de terror de la época. Pero, le fue ofrecido el papel del monstruo en primera instancia, pero Lugosi lo rechazó ya que no estaba dispuesto a aparecer en pantalla con un maquillaje que lo haría irreconocible para sus admiradores. El personaje de “el monstruo” le fue otorgado a un actor secundario de películas de gánsteres: Boris Karloff. Durante los años 30 e inicios de los 40, Lugosi compartió con Karloff el legado de Lon Chaney, el famoso actor del cine mudo ya fallecido, y protagonizó títulos memorables como El doble asesinato en la calle Morgue (1932), La isla de las almas perdidas (1932), El beso de la muerte (1932), Casa internacional (1933), Satanás (1934), La marca del vampiro (1935) y El cuervo (1935). Sin embargo, su fama estaba ligada al cine de terror y, en concreto, a su papel de vampiro. Aunque rechazó el papel de monstruo en la primera película, Lugosi supo brillar en sus interpretaciones de Ygor en las dos secuelas; The Son of Frankenstein y Ghost of Frankenstein. También interpretó el papel del monstruo en el crossover Frankenstein meets the Wolf Man. Lugosi tocó el cine clásico con un pequeño papel en Ninotchka, junto a Greta Garbo, aunque no supo ganarse un lugar entre las grandes estrellas del momento, en parte por sus problemas con el idioma, se veía obligado a memorizar párrafos cortos ya que de otra forma le resultaba imposible actuar.

Lugosi siguió interpretando papeles de terror en films como The Black Cat. Pero su carrera está ya estaba en clara decadencia. Béla Lugosi había pasado por varios matrimonios, con demasiadas malas experiencias, su fuerte acento y su constitución peculiar, lo tenían encasillado, aunque él adoraba su papel hasta llegar incluso a dormir en un ataúd. Su última interpretación de Drácula sería en la comedia But Abbot y Lou Costello Meet Frankenstein (1948), en español Abbot y Costello contra los fantasmas. (https://bit.ly/1Nw0KT6). Béla Lugosi murió en agosto de 1956, y quiso ser enterrado vestido con su capa de Drácula. 

Maracaibo 4 de agosto  2018

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