jueves, 30 de agosto de 2018

Nightingale, el feminismo y Cassandra





Nightingale, el feminismo y Cassandra 


Hace poco tiempo me referí a Florence Nightingale, (bit.ly/2PqQHbn) conocida también comoLa dama de la lámpara”, escritora y estadística británica, precursora de la enfermería profesional moderna y creadora del primer modelo conceptual de enfermería, sin embargo poco se ha dicho sobre su actividad literaria y de su posición en defensa de la mujer en la complicada época de la “moral victoriana”. Florence había nacido en el seno de una familia británica de clase alta, el 12 de mayo de 1820 en Villa Colombaia, en Florencia, Italia y recibió el nombre de su ciudad natal, que en aquel entonces era la capital del Gran Ducado de Toscana. Su hermana mayor, Frances Parthenope, también recibió el nombre de su lugar de nacimiento, Parthenopolis, un asentamiento griego cercano a Nápoles

Los logros de Florence Nightingale resultan particularmente admirables cuando se los mira en el contexto de las restricciones sociales que tenía que soportar la mujer en la Inglaterra victoriana. Su padre, William Edward Nightingale, era un terrateniente muy rico, y su familia era de los estratos más altos de la sociedad inglesa, pero las mujeres de la clase social de Nightingale ni asistían a las universidades ni pretendían carreras profesionales; su propósito en la vida era casarse y criar a sus hijos. Nightingale fue afortunada, pues su padre estaba convencido de que las mujeres debían recibir educación, y él personalmente le enseñó italiano, latín, griego, filosofía, historia y lo más inusual de todo para las mujeres de ese tiempo, literatura y matemáticas.

Más conocida por sus contribuciones en los campos de la enfermería y de las matemáticas, la obra literaria de Nightingale también constituye un importante eslabón en el estudio del feminismo inglés, luchó por su autodeterminación y en contra de las expectativas familiares de un matrimonio de conveniencia con algún miembro de la clase alta. Poco tiempo después, se dirigió a Kaiserswerth para su entrenamiento en el Instituto para diaconesas. En 1860 expuso su pensamiento en una edición privada de Suggestions for Thought to Searchers after Religious Truth, una obra de 829 páginas en tres volúmenes. La universidad canadiense Wilfrid Laurier University publicó en 2008 esta obra en el volumen 11de un proyecto de 16 volúmenes que reúne la obra completa de Nightingale: The Collected Works of Florence Nightingale. El más conocido de estos ensayos, es Cassandra, el cual fue publicado en 1928 por Ray Strachey, quien lo incluyó en The Cause (La Causa), que es una historia del movimiento feminista. 

Cassandra de Florence Nightingale, fue escrita en 1854, en el período inmediatamente anterior a su partida a la Guerra de Crimea, y se trata de un ataque feroz contra la más sagrada de las instituciones victorianas: la familia. En Cassandra, Florence condenó la sobrefeminizacion de las mujeres que las deja al borde de la invalidez social, tal como ella lo pudo apreciar en el estilo de vida que llevaban su madre y su hermana mayor, a pesar de la buena educación que ambas poseían. La amargura  pareciera ser el sentimiento que subyace detrás de Cassandra, derivada de la experiencia de Nightingale como hija de clase media alta, con extraordinarios dones intelectuales, que vio frustrada durante muchos años su ambición de seguir una vocación de enfermera por la oposición de sus padres y hermana. Para Nightingale, la frustración por su propia situación se reflejaba en la experiencia de otras mujeres de su clase a mediados del siglo XIX en Gran Bretaña. Estas mujeres, escribió, no podían encontrar salida en "una atmósfera fría y opresiva convencional" para satisfacer su "pasión, intelecto" y "actividad moral". Se supone que "nunca se supone que tengan una ocupación de la importancia suficiente como para no ser interrumpidos", y se desperdician sus días mirando las huellas, haciendo trabajos de estambre, leyendo en voz alta y llevando unidades al carruaje. Florence Nightingale, rechazó una vida de apacible comodidad y a cambio eligió la dedicación al servicio social. Este ensayo también refleja su temor a que sus ideas no fuesen efectivas ni tenidas en cuenta, como las profecías de la princesa troyana Casandra, hija de Hécuba y Príamo, reyes de Troya. Casandra fue sacerdotisa de Apolo, con quien pactó, a cambio de un encuentro carnal, la concesión del don de la profecía.
 
La crítica literaria y feminista estadounidense Elaine Showalter señaló que Cassandra de Florence Nightingale se trata de «un texto mayor del feminismo inglés, un vínculo entre Mary Wollstonecraft y Virginia Woolf Virginia Woolf, al leer a Cassandra en su primera publicación a fines de la década de 1920, pensó que era más como gritar que escribir. Woolf recurrió al trabajo de Nightingale en “A Room of One's Own”, en su análisis de las relaciones históricas entre mujeres y ficción, centrando su discusión sobre la necesidad vital del tiempo y la privacidad para el trabajo creativo de las mujeres. Woolf habría leído a Cassandra cuando fue publicada en 1928 como un apéndice de The Cause, la historia del movimiento de mujeres británico por Ray Strachey, una sufragista principal. Cuando Benjamin Jowett, maestro de Balliol College, Oxford adivinó la cercana inspiración autobiográfica que subyacía detrás de la pieza, y le sugirió que Florence que ella misma era Cassandra, la maldita profetisa del mito griego, Nightingale se negó a la identificación. 

En el manuscrito de la novela original, la trágica heroína Nofriani, que representa la propia situación de Nightingale como una mujer que sufre una vida de encierro e impotencia forzosa, se renombra retóricamente después de la condenada profetisa: "¡Oh, no me llames más Nofriani, llámame Cassandra, porque he predicado y profetizado en vano. He estado llorando durante todos estos años, ¡Ay, a la gente! Y nadie ha escuchado o creído. Y ahora lloro, ¡Ay de mí! Porque sobre mí la destrucción ha llegado." 

Maracaibo 30 de agosto 2018

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