martes, 20 de marzo de 2018

El amor al trabajo




El amor al trabajo

En la duermevela de mi tinitus chirriante, esta madrugada me sonaba Andrés Eloy con su “Coloquio bajo la palma”… “Lo que hay que ser es mejor y no decir que se es bueno ni que se es malo, lo que hay que hacer es amar lo libre en el ser humano, lo que hay que hacer es saber, alumbrarse ojos y manos y corazón y cabeza y después ir alumbrando. Lo que hay que hacer es dar más sin decir lo que se ha dado, lo que hay que dar es un modo de no tener demasiado y un modo de que otros tengan su modo de tener algo, trabajo es lo que hay que dar y su valor al trabajo”… Después me puse a pensar en mi padre, quien trabajaba y trabajaba, sin descanso, no tomaba vacaciones y recordé algo que nos había inculcado desde muy niños, lo que él llamaba “el concepto de la responsabilidad”… Casi como una consecuencia me llegaron unos sonetos eternizados en mi mente: “Trabaja, joven, sin cesar trabaja: la frente honrada que en sudor se moja, jamás ante otra frente se sonroja, ni se rinde servil a quien la ultraja. Tarde la nieve de los años cuaja sobre quien lejos la indolencia arroja; su cuerpo al roble por lo fuerte, enoja; su alma del mundo al lodazal no baja”. Allí me detuve porque no estaba seguro de quien era el autor, y pensé, mañana lo averiguaré,  y es más, me dio hasta para imaginar que ese habría de ser un buen tema para mi blog lapesteloca.

Elías Calixto Pompa, nació en Guatire el 14 de octubre de 1837 en la casona de la hacienda El Palmar. Hijo de Gerónima Lozano y Gerónimo Pompa, militar e investigador de las propiedades curativas de las plantas venezolanas, publicando el libro “Medicamentos indígenas”, quizá la obra más editada, por un venezolano. Elías Calixto, fue un comerciante de profesión, poeta y dramaturgo de vocación, que no tenía espíritu de militar, pero no pudo eludir los enfrentamientos políticos que le valieron cárcel e incluso exilio. De formación autodidacta, el poeta logró ser diputado de la Asamblea Legislativa por el Distrito Caucagua. Su poesía le permitió trascender las tierras venezolanas para difundirse por todo el territorio americano y convertirse en lectura recomendada, en las aulas españolas, cuna de grandes poetas. Su encomienda al niño… “Estudia, y no serás cuando crecido ni el juguete vulgar de las pasiones, ni el esclavo servil de los tiranos”; su exhortación al joven… “Joven trabaja, sin cesar, trabaja; la frente honrada que en sudor se moja, jamás ante otra frente se sonroja, ni se rinde servil a quien la ultraja”; su exigencia al adulto… “Entreabre con amor tus labios viejos, y alumbra al joven que te sigue el paso, con la bendita luz de tus consejos”, constituyen una exaltación de espiritualidad dirigida al ser humano en cada una de las etapas de su vida, que le marcarán un rumbo y un sentido a su propia existencia. Sabemos que antes existía un médico de la familia, Elías Calixto Pompa se convirtió en el poeta de la familia. Para los padres de finales del siglo XIX y hasta mediados del siglo XX los sonetos Estudia, Trabaja, Descansa, se convirtieron, en el soporte de orientación fundamental en la formación de los hijos en todo el mundo hispanohablante. 

Lo que viene ahora, no es “un corolario”, ni son conclusiones como las que hace Oppeheimer en sus programas de la TV. Es algo que leyendo sobre Elías Calixto Pomba recién encontré  y que  siento que va en concordancia con los tiempos (annus horribilis) que vivimos en nuestro país… En el 2009, durante la V Cumbre de las Américas que se celebraba en Trinidad y Tobago, el presidente de Venezuela para aquellos días era Hugo Chávez y le regaló a su homólogo estadounidense Barack Obama, un ejemplar de “Las venas abiertas de América Latina”, el conocido libro de Eduardo Galeano (1940-2015).  Luis Britto Garcia, siempre ha estado presente como fiel personero de “El Régimen” y lo hemos detectado hasta apareciendo por la TV contetuliando con José Vicente Rangel. Pues Britto García opinaría por “aporrea” que era “una situación casi subversiva, que los Presidentes regalasen libros”  y se preguntaba: “¿Cómo estará interpretando Obama el libro?” Britto García haría entonces el siguiente comentario:  “La dedicatoria que Chávez puso al libro, es de un poeta, uno de los más cursis poetas del Mundo, Elías Calixto Pompa. La dedicatoria decía: "Es puerta de la luz un libro abierto entra por ella, niño y de seguro veras a Dios y su poder más cierto resplandecer con su fulgor más puro". Como dicen los abogados, “A confesión de partes relevo de pruebas”. Esa es la opinión que sobre el poeta de Guatire tiene el escritor Luis Britto, laureado con el “Casa de las Américas” (premio cubano, codiciado por algunos como un trofeo, desde que se inició la dictadura en la isla caribeña).

Maracaibo, 20 de marzo, 2018

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