El amor al trabajo
En la duermevela de
mi tinitus chirriante, esta madrugada me sonaba Andrés Eloy con su “Coloquio bajo la palma”… “Lo que hay que ser es mejor y no decir que se es bueno ni que se es
malo, lo que hay que hacer es amar lo libre en el ser humano, lo que hay que
hacer es saber, alumbrarse ojos y manos y corazón y cabeza y después ir
alumbrando. Lo que hay que hacer es dar más sin decir lo que se ha dado, lo que
hay que dar es un modo de no tener demasiado y un modo de que otros tengan su
modo de tener algo, trabajo es lo que hay que dar y su valor al trabajo”…
Después me puse a pensar en mi padre, quien trabajaba y trabajaba, sin
descanso, no tomaba vacaciones y recordé algo que nos había inculcado desde muy
niños, lo que él llamaba “el concepto de
la responsabilidad”… Casi como una consecuencia me llegaron unos sonetos
eternizados en mi mente: “Trabaja, joven,
sin cesar trabaja: la frente
honrada que en sudor se moja, jamás ante otra frente se sonroja, ni se rinde
servil a quien la ultraja. Tarde la nieve de los años cuaja sobre quien lejos
la indolencia arroja; su cuerpo al roble por lo fuerte, enoja; su alma del
mundo al lodazal no baja”. Allí me detuve porque no estaba seguro de quien era el
autor, y pensé, mañana lo averiguaré, y
es más, me dio hasta para imaginar que ese habría de ser un buen tema para mi
blog lapesteloca.
Elías Calixto
Pompa, nació
en Guatire el 14 de octubre de 1837 en la casona de la hacienda El Palmar. Hijo
de Gerónima Lozano y Gerónimo Pompa, militar e investigador de las propiedades
curativas de las plantas venezolanas, publicando el libro “Medicamentos indígenas”, quizá la obra más editada, por un
venezolano. Elías Calixto, fue un comerciante de profesión, poeta y dramaturgo
de vocación, que no tenía espíritu de militar, pero no pudo eludir los
enfrentamientos políticos que le valieron cárcel e incluso exilio. De formación
autodidacta, el poeta logró ser diputado de la Asamblea Legislativa por el
Distrito Caucagua.
Su poesía le permitió trascender las tierras venezolanas para difundirse por
todo el territorio americano y convertirse en lectura recomendada, en las aulas
españolas, cuna de grandes poetas. Su encomienda al niño… “Estudia, y no serás cuando
crecido ni el juguete vulgar de las pasiones, ni el esclavo servil de los
tiranos”; su exhortación al joven… “Joven trabaja, sin cesar, trabaja; la
frente honrada que en sudor se moja, jamás ante otra frente se sonroja, ni se
rinde servil a quien la ultraja”; su exigencia al adulto… “Entreabre
con amor tus labios viejos, y alumbra al joven que te sigue el paso, con la
bendita luz de tus consejos”, constituyen una exaltación de
espiritualidad dirigida al ser humano en cada una de las etapas de su vida, que
le marcarán un rumbo y un sentido a su propia existencia. Sabemos que antes existía
un médico de la familia, Elías Calixto Pompa se convirtió en el poeta de la
familia. Para los padres de finales del siglo XIX y hasta mediados del siglo XX
los sonetos Estudia, Trabaja, Descansa,
se convirtieron, en el soporte de orientación fundamental en la formación de
los hijos en todo el mundo hispanohablante.
Lo que viene ahora, no es “un corolario”,
ni son conclusiones como las que hace Oppeheimer en sus programas de la TV. Es
algo que leyendo sobre Elías Calixto Pomba recién encontré y que siento que va en concordancia con los tiempos
(annus
horribilis) que vivimos en nuestro país… En el 2009, durante la V Cumbre
de las Américas que se celebraba en Trinidad y Tobago, el presidente de
Venezuela para aquellos días era Hugo Chávez y le regaló a su homólogo
estadounidense Barack Obama, un ejemplar de “Las
venas abiertas de América Latina”, el conocido libro de Eduardo
Galeano (1940-2015). Luis Britto Garcia, siempre
ha estado presente como fiel personero de “El Régimen” y lo hemos detectado
hasta apareciendo por la TV contetuliando con José Vicente Rangel. Pues Britto
García opinaría por “aporrea” que era “una situación casi subversiva, que los Presidentes regalasen libros” y se preguntaba: “¿Cómo estará interpretando Obama el libro?” Britto García haría entonces el siguiente
comentario: “La dedicatoria que Chávez puso al libro, es de un poeta, uno de los
más cursis poetas del Mundo, Elías Calixto Pompa. La dedicatoria decía: "Es
puerta de la luz un libro abierto entra por ella, niño y de seguro veras a Dios
y su poder más cierto resplandecer con su fulgor más puro". Como dicen
los abogados, “A confesión de partes
relevo de pruebas”. Esa es la opinión que sobre el poeta de Guatire tiene
el escritor Luis Britto, laureado con el “Casa de las Américas” (premio cubano,
codiciado por algunos como un trofeo, desde que se inició la dictadura en la
isla caribeña).
Maracaibo, 20 de marzo, 2018
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