miércoles, 10 de octubre de 2018

Gregorio IX y Federico II




Gregorio IX y Federico II

Gregorio IX, (1170-1241) de nombre Ugolino de Segni, era sobrino del papa Inocencio III quien lo nombraría sucesivamente, capellán papal, arcipreste de San Pedro, cardenal diácono de San Eustaquio (1198) y cardenal obispo de Ostia y Velletri (1206).  En 1217, bajo el pontificado de Honorio III, fue delegado en Lombardía y Toscana donde predicó la Sexta Cruzada. Federico II de Hohenstaufen (1194-1250) era hijo de Enrique VI, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, y de Constanza, hija de Rogelio II. Federico era nieto de Federico Barbarroja y de Rogelio II de Hauteville. Federico demostró ser una de las figuras más interesantes de la historia universal por sus cualidades extraordinarias y su carácter excéntrico, fue apodado “stupor mundi”. Ugolino de Segni fue elegido papa el 19 de marzo de 1227, y adoptó el nombre de Gregorio IX. Contaba en ese momento con cincuenta y siete años y su pontificado se extendería durante otros catorce años. 


A la muerte de su madre, Federico fue coronado Rey de Sicilia el 17 de mayo de 1198. El papa Inocencio III se encargó de la tutela de Federico hasta que fue mayor de edad; el papa le indujo a que se casara en 1209 con Constanza de Aragón y de Castilla, viuda del Rey Emerico de Hungría. La unión de los reinos de Alemania y de Sicilia no sería visto con buenos ojos ni por los normandos, ni por el papa. El Reino de Sicilia entonces comprendía también el sur de Italia hasta la Campania, y Federico modificaría las leyes de su abuelo Rogelio II de Sicilia, y reorganizó el reino de Sicilia como una monarquía autoritaria, con un gobierno centralizado. La primera medida de Gregorio IX como Pontífice fue excomulgar al emperador Federico II, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico,  argumentando el recién nombrado papa, las continuas demoras en su participación en la Sexta Cruzada. Esta excomunión llevó a los partidarios del emperador a que se alzaran contra Gregorio obligándolo a abandonar Roma para refugiarse en Viterbo y posteriormente en Perugia. 
 
La primera medida de Gregorio IX como Pontífice fue excomulgar al emperador Federico II, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico,  argumentando el recién nombrado papa, las continuas demoras en su participación en la Sexta Cruzada. Esta excomunión llevó a los partidarios del emperador a que se alzaran contra Gregorio obligándolo a abandonar Roma para refugiarse en Viterbo y posteriormente en Perugia.  Federico II decidirá entonces, para probar la injusticia de su excomunión, dirigirse a Tierra Santa, hacia donde partirá en 1228, sin la bendición papal, al frente de un reducido ejército que sin embargo logró conquistar la isla de Chipre y en 1229, hacerse con Jerusalén, Belén y Nazaret.  No obstante, Gregorio IX no responderá con la absolución de Federico, y diría que las acciones del emperador en Tierra Santa no podían calificarse como guerra santa ya que estaba excomulgado, y decidió liberar a los cruzados del voto de obediencia al emperador. Federico II al conocer que el Papa, junto a la Liga Lombarda, estaba invadiendo su reino de Sicilia, se vio obligado a regresar. 

El emperador y rey de Sicilia, desembarcó en Brindisi y derrotó a las fuerzas pontificias y lombardas expulsándolas de sus territorios. El conflicto finalizaría con la firma en 1230 de la Paz de San Germano, a cambio de que el Papa revocara su excomunión. En febrero del año siguiente 1231, Gregorio IX le otorgará estatuto jurídico a la Inquisición, organismo de la Iglesia que había sido creada transitoriamente apenas unos años antes para combatir el Catarismo o herejía albigense. La Paz de San Germano no duró mucho y Gregorio llegaría de nuevo a un ineludible enfrentamiento con Federico. En 1237, las tropas imperiales derrotaron a la liga lombarda en la Batalla de Cortenueva y en 1239, el Papa encontraría la excusa apropiada para volver a excomulgar a Federico II. Inmediatamente ordenó una cruzada contra el emperador, e intentó que los príncipes alemanes eligieran un nuevo rey pero no logró su objetivo por lo que decidió convocar a un concilio en Roma para celebrarlo en 1241, reunión que evidentemente no tenía otra motivación que la deposición y sustitución de Federico por lo que el Emperador ordenó a sus tropas que apresaran a todos los que viajaran a Roma con la intención de participar en el mismo, y con la detención y encarcelamiento de más de cien clérigos Federico II impidió la celebración del sínodo. Poco después, el 22 de agosto de 1241 fallecía Gregorio IX a la de edad de setenta y un años. 

Federico II fue conocido en su tiempo como «stupor mundi» por su carácter extravagante, despreciando los convencionalismos sociales, tales como las relaciones de vasallaje, el concepto de honor, etc. A diferencia de otros monarcas de su época hablaba nueve lenguas (latín, siciliano, alemán, francés, griego y árabe) y escribía en siete. Fundaría la escuela poética siciliana, y profundizó en la filosofía, la astronomía, las matemáticas, la medicina y las ciencias naturales. En 1224 fundó la Universidad de Nápoles.  Escribió poesía, algunos libros De arte venandi cum avibus y un tratado de cetrería considerado como el primer libro moderno de ornitología

Maracaibo 10    de octubre 2018

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