Madame
Lynch
Elizabeth
Alicia Lynch, conocida como Elisa Lynch y usualmente como
Madame Lynch fue primera dama durante el gobierno del presidente de la república
del Paraguay, Francisco Solano López ( 1862-1870) a quien le tocó
acompañarlo hasta su muerte. La biografía de Elisa Lynch, titulada “Calumnia” la
presenta como “la mujer más vilipendiada
de la historia latinoamericana,
calificada como una cortesana ambiciosa que convirtió a Francisco Solano
López en sangriento dictador. Hija del médico
John Lynch y de Jane Lloyd, nació en Irlanda cuando estaba sometida al imperio Británico.
Elizabeth Alicia Lynch quedó huérfana de padre a los 5 años En 1850, a los quince años de edad, se casó con
el médico militar francés Xavier de Quatrefages, que luego sería destinado en la guerra de Argel, en África; desde allí viajaron
a Paris, y el matrimonio se separaría en 1853, aunque
no y no sería anulado hasta mucho más tarde. A los 19 años,
en un baile en el Palacio de las Tullerías ofrecido por Napoleón III, Elisa conoció a Francisco, el hijo del presidente del
Paraguay, Carlos Antonio López. Francisco Solano López estaba de
visita en París
recorriendo Europa para capacitarse militarmente, buscando materiales para
sus industrias y ferrocarriles, conquistando a ingenieros y médicos para promover la economía
de su país. En 1855, aun legalmente casada con Quatrefages, Elisa Lynch viajó con
Solano López, al Paraguay y se detuvieron en Buenos Aires donde Elisa daría a luz a su primer hijo, Juan Francisco López, quien sería conocido como el Coronel Panchito López, muerto a la
edad de quince años junto a su padre, en el combate del Cerro Corá.
Al llegar a la Asunción Elisa se encontró con el rechazo de la sociedad paraguaya, por ver al hijo del
presidente casado con una extranjera y para colmo, divorciada. Con el paso de los
años, Elisa Lynch lograría penetrar en la alta sociedad paraguaya e impuso,
el teatro de revista, la decoración francesa y la moda europeas. Con maestras y
profesoras europeas, inició la educación femenina en el Paraguay. Con Francisco
Solano López Elisa Lynch tuvo
6 hijos además del primogénito ya citado: Corina (1856-1857), Enrique
(1858-1917), Federico (1860-c.1904), Carlos (1861-1924) y Leopoldo (1862- c.
1870). El séptimo hijo, llamado Miguel Marcial, nació en 1866, en plena Guerra de la Triple Alianza pero murió a
los pocos días de cólera.
La Guerra de la Triple Alianza fue una coalición entre
Brasil, Uruguay y Argentina, unida militarmente contra el Paraguay. El general
Francisco Solano López, presidente del Paraguay, decidió acudir en ayuda del
gobierno del Uruguay, ejercido por el Partido Blanco en guerra civil contra el
Partido Colorado que era apoyado
militarmente por el Brasil. Solano López solicitó al presidente argentino
Bartolomé Mitre, permiso para atravesar sus tropas la provincia de Corrientes
rumbo al Uruguay para colaborar en la Defensa de Paysandú. Ante la negativa del
presidente Mitre, tropas paraguayas ocuparon la provincia argentina de
Corrientes, y la Argentina entró en la
guerra activando su alianza con Brasil. En 1863, el Uruguay fue invadido por un grupo de liberales uruguayos
comandados por el general Venancio Flores, quienes derrocaron al gobierno en
una invasión que había sido preparada en Buenos Aires con el visto bueno del
presidente Bartolomé Mitre y el apoyo de la armada brasileña. El Paraguay en defensa
del gobierno depuesto le declaró la guerra al Brasil. El gobierno de Mitre no
permitió el paso por Corrientes de las tropas comandadas por el gobernante paraguayo,
Francisco Solano López, lo que llevó a López a declarar la guerra también a la
Argentina. Brasil, la Argentina y el nuevo gobierno uruguayo firmaron en mayo
de 1865 el Tratado de la Triple Alianza, en el que se fijaban los objetivos de
la guerra y las condiciones de rendición que se le impondrían al Paraguay. Por el tratado de la Triple Alianza, se
establecía que los aliados respetarían la integridad territorial del Paraguay.
La guerra entre 1865 y 1870, respondió más a
los intereses británicos y lograría acabar con un modelo autónomo de desarrollo
como el paraguayo, que podía devenir en un "mal ejemplo" para el
resto de América latina, ya que sus objetivos buscaban una unificación nacional y la defensa del
territorio proclamada por sus promotores. Brasil
sí pensaba que la victoria le daba derechos: saqueó Asunción, instaló un
gobierno adicto y se quedó con importantes porciones del territorio paraguayo. El
regreso de las tropas a Buenos Aires, en 1871, una terrible epidemia de fiebre
amarilla contraída por los soldados en la guerra que devino en trece mil muertos
e hizo emigrar a las familias oligárquicas hacia el Norte de la ciudad,
abandonando sus amplias casonas de la zona Sur. Casas que fueron desocupadas y transformadas en
conventillos.
Madame Lynch se dio a sí misma el título de
"mariscala" al estallar la guerra, y comenzó a lucir vistosos uniformes militares. Acompañó
a López en sus numerosas visitas al frente y en la vida de cuartel. Se dedicaba
a curar a los heridos y se transformó en un símbolo para las tropas. No puso
reparos a la paranoia que comenzó a
distinguir al Marisca Solanol, y no protestó ante las sucesivas ejecuciones que éste
ordenó. Aunque se sabe que protegió a algunos prisioneros y salvó a muchos de
ser fusilados, entre ellos al coronel Juan Crisóstomo Centurión, que relataría en sus memorias cómo Madame Lynch
pidió por su vida, cuando había sido ordenado su fusilamiento. Acompañó al
presidente en la interminable retirada hacia el norte, abandonando primero
Asunción y después todos los pueblos del interior a sus enemigos.
El 1º de marzo
de 1870, el presidente fue muerto en el combate de Cerro Corá, y su hijo Panchito López cuando intentó defender a su madre, también fue abatido. Los
soldados brasileños intentaron apoderarse de ella, pero
logró ser respetada aduciendo su condición de súbdita de Inglaterra, y los
oficiales brasileños ordenaron fuese llevada a Asunción. Antes de partir, ella cavó
la fosa donde enterró los cuerpos del mariscal López y de su hijo Panchito. En
la Asunción le fueron embargados sus bienes, acusada de haber empobrecido al
pueblo paraguayo. Se retiró a Europa, donde había enviados durante los últimos
años de la guerra, varias cajas con valores como correspondencia diplomática, lo
que le permitió vivir cómodamente en París. Falleció en un apartamento de París
el 26 de julio de 1886, a los 53 años,
víctima de un cáncer estomacal. Estuvo enterrada en el cementerio Père Lachaise, de la misma ciudad. En el año 1951 fue rehabilitada su figura por
el gobierno del dictador Alfredo Strossner. Convertida en heroína nacional, sus restos fueron llevados por mar
solemnemente a Paraguay y quedaron depositados en Asunción, en el Museo Histórico
del Ministerio de Defensa donde reposan en una urna de bronce.
Maracaibo, 11 de julio del año 2017
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