Ken Saro-Wiwa
Kenule, "Ken" Beeson Saro-Wiwa (1941-1995) fue un escritor (candidato al Premio Nobel de Literatura),
productor de televisión y activista nigeriano. Pertenecía a la tribu de los ogoni, etnia del delta del río Niger, zona petrolera desde 1958. Fue presidente del Movimiento para la Supervivencia de los Ogoni (Movement
for the Survival of the Ogoni People, MOSOP),
que dirigió una campaña no violenta contra los daños ambientales
de diversas empresas multinacionales petroleras, específicamente
la Shell.
Saro-Wira
era una de las voces literarias e intelectuales más importantes de Nigeria y de
África, un consagrado escritor y artista polifacético con presencia en
distintos medios de comunicación. Apasionado de las letras también era un
fuerte defensor de las raíces de su pueblo y de su etnia, la de los Ogoni, uno
de los pueblos indígenas asentados en el Delta del río Níger. Por eso veía con
estupor lo que ocurría a su alrededor, ya que la tierra del reino Ogoni, en
pleno corazón de la desembocadura del Níger, siempre había sido una región
pobre e inestable que tradicionalmente había vivido de la pesca con recursos
mínimos- La llegada del “progreso”, léase la llegada del oro negro, en un primer
momento fue vista como una salvación, al imaginar que aquellas tierras
aparentemente estériles y muy pobres tenían algo que muchos ansiaban, los hidrocarbruros.
Los Ogoni se pusieron en el punto de mira de las grandes multinacionales del
petróleo y ninguno podría imaginar que eso sería el inicio de una tragedia.
En un
contexto de desesperanza total, Ken Saro-Wiwa decidió convertirse en la voz
pública del pueblo Ogoni, aprovechando para ello su imagen, sus contactos y su
trabajo durante años en la administración pública nigeriana. Ken Saro-Wiwa era
buen conocedor de la situación y testigo directo de los desmanes económicos y
ecológicos producidos por la compañía Shell. Nadie ha llegado a admitir claramente la relación comercial entre el gobierno de
Abacha y Shell, entre 1993 y 1995 pero es sabido que la petrolera suministró
de armamento al gobierno nigeriano. Tras una larga batalla legal, en mayo
de 2009 la compañía alcanzó un acuerdo económico para poner fin a la
reclamación de responsabilidades, por complicidad con la dictadura militar
nigeriana en la represión y genocidio del pueblo ogoni, aceptando
satisfacer 15,5 millones de dólares al actual gobierno de Nigeria y al MOSOP, y
evitando de esta forma la celebración de un comprometedor juicio que afectaría
a su reputación internacional.
Tras
una multitudinaria manifestación pacífica a principios de 1993, la presión
social hizo que la compañía Shell se viera obligada a cesar su actividad en el
territorio Ogoni. La respuesta del gobierno de Nigeria no se hizo esperar. Las
protestas fueron contestadas por la dictadura que gobernaba Nigeria, que prohibió
el acceso a periodistas de cualquier medio de comunicación nacional o
extranjero. Algunos calculan más de 2000 asesinatos y miles de exiliados.
Saro-Wiwa fue detenido en abril de aquel mismo año junto con otros tres
miembros del MOSOP y se le retiró el pasaporte para que pudiera salir del
país. Fue entonces cuando la comunidad internacional dio un primer toque
de alerta y mientras Amnistía Internacional lo declaraba preso de
conciencia y comenzaba una campaña para exigir su liberación, el gobierno de
Nigeria presentó distintos cargos contra los detenidos por asociación ilícita,
intento de sedición y publicación de material sedicioso. Finalmente fue
liberado.
Entre
el verano de 1993 y la primavera de 1994 la dura represión del ejército del
dictador Abacha acabó con la vida de miles de ogonis, cientos de ellos
fueron encarcelados y los bienes de otros miles fueron expropiados. Junto
con la fuerza que alcanzó el MOSOP llegaron también las divisiones internas,
fruto de las cuales, en el transcurso de unos disturbios en la primavera de
1994 cuatro jefes ogonis fueron asesinados. La dictadura del general Sani
Abacha, que gobernaba entonces Nigeria tras sus protestas contra el desastre
ecológico causado por la compañía petrolera europea Shell, de nuevo Saro-Wiwa
fue detenido junto con otros ocho compañeros bajo la acusación de haber
participado en los asesinatos y fue juzgado en un juicio militar sin garantías
en febrero de 1995, en un proceso especial fuera del sistema judicial normal
para juzgar casos relativos a sublevaciones y disturbios civiles. El 10 de
noviembre de aquel año y pese a las peticiones de clemencia de la Organización
de la Unidad Africana (OUA), la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los
Pueblos, la ONU y otros organismos, así como de varios líderes internacionales entre
los que se encontraba Nelson Mandela, Ken Saro-Wiwa, premio medioambiental
Goldman y candidato al premio Nobel de la Paz, fue ahorcado junto con sus
compañeros. La comunidad internacional
no pudo hacer nada ante aquella ejecución, cuyo único motivo era la denuncia
pública de una masacre humana y medioambiental. La contaminación generada
afecta todavía hoy en día a la salud de los manglares y también de los
habitantes de la zona.
¿Porqué será que las historias del petróleo y las dictaduras
son tan parecidas? Basta releer los
párrafos subrayados y sin pensar más allá, querrá creer que “cualquier parecido
con la realidad es mera coincidencia”. “¡Sí Luis!”, decimos en Maracaibo...
Maracaibo, 26 de agosto de 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario