CiXi y el último emperador de la China
El último
emperador es una película del año 1987, dirigida por Bernardo Bertolucci. Fue el primer filme que obtuvo el
permiso de las autoridades chinas para ser rodado en el interior de la Ciudad
Prohibida y fue ganadora de nueve premops Oscar y 39 premios más… Se basó en el libro autobiográfico de Aisin-Gioro Pu Yi o
Puyi, “Yo fui emperador de China”, donde Puyi, el último
emperador de China,
cuenta como subió al trono a los tres años en 1908, fue adorado por 500
millones de personas como divinidad, gobernó en la Ciudad Prohibida pero las
fuerzas que abolirían la corte imperial lo encerraron en sus murallas hasta que
finalmente abdicó. Después se convirtió en títere de las fuerzas de ocupación
japonesas en Manchuria.
Cuando llegó la revolución comunista estuvo en prisión por mucho tiempo. En los
últimos años de su vida fue jardinero en el parque botánico de Pekín
y vivió siendo testigo del culto a Mao y de la Revolución Cultural. Moriría en 1967 a consecuencia de un cáncer de hígado.
Tan
interesante o más fue lo sucedido antes del nacimiento de Puyi. La historia
señala que Tseu Hi, una mujer, era la emperatriz de China, y en 1908 cuando
ella muere, Puyi de tres años será nombrado emperador. Ella realmente se llamaba Ye-Ho-Nala, y había nacido en el año
1835, hija de unos campesinos sin estudios. Elegida como concubina de Hien-fong
emperador de la China, consiguió darle un hijo varón, motivo por el que pasó a
ser esposa del mismo, teniendo una influencia enorme sobre las decisiones de
estado. El hijo de la concubina del emperador, nacido en 1856, fue
llamado Tsai-tchuen. La concubina demostró tener desmesuradas ansias de poder.
Como la emperatriz oficial no había
tenido descendencia, Ye-Ho-Nala cambió su nombre por el de Tseu Hi (CiXi), dedicándose a estudiar la cultura China, como medio de
oponerse a la creciente presencia extranjera en el país.
Una ventaja para Tseu Hi fue que su hijo
contara con sólo cinco años por lo que era necesario fundar una regencia, y
ella la obtuvo. Esta importante etapa de poder coincidió con los años de
declive de la dinastía Qing o manchú, que sería la última dinastía imperial
china. Cuando murió su esposo, se convirtió en emperatriz, apoyando desde su cargo la
actitud hostil hacia los extranjeros. Ella se las arregló para que le dieran
el título de emperatriz viuda con el nombre honorífico de Ts’eu-hi (CiXi), y el apelativo de Si-kung que quiere decir
emperatriz del oeste.
Las naciones occidentales
interesadas en comerciar con China no poseían nada de valor para intercambiar,
y decidieron venderle drogas a la población. Para 1839, el opio surtido por los Estados Unidos, Reino Unido y Francia
había alcanzado a los campesinos aislados y los obreros gastaban dos tercios de
sus ganancias en mantener la adicción.
Ante esta situación, el emperador chino prohibió el opio y expulsó a los
comerciantes británicos, quienes al llegar a Londres
se quejaron ante su gobierno, el cual decidió atacar a China con su poderosa
flota para obligarla a comprar el opio cultivado en la India británica. Las
tropas chinas no pudieron hacer frente a los británicos, y se rindieron ante
ellos. China tuvo que aceptar la rendición con la firma del Tratado
de Nankín el 29 de agosto de 1842, que fue un tratado de paz entre el
Imperio Británico y la Dinastía china Qing, y marcó el final de las Guerras del
Opio (dos guerras que duraron de 1839 a 1842 y de 1856 a 1860 respectivamente).
El tratado se firmó el año 1842 y estipulaba el fin de la Primera guerra del
Opio. El tratado esperaba cambiar la forma de comercio
exterior fijada desde 1760 aboliendo el monopolio de las trece fábricas del comercio extranjero en Cantón a cambio de que se abrieran cinco puertos( Canton, A,oy, Foochow, Ningbo y Shangai), donde los británicos pudieran comerciar libremente y el Imperio
británico adquiriría también el derecho a enviar cónsules a estos puertos
abiertos.
Cuando estalló la Primera
Guerra del Opio y ante la amenaza de que los ejércitos occidentales invadiesen la
Ciudad Prohibida, el emperador Xianfeng, huyó con la familia imperial, a su
residencia en Yehol, donde el emperador murió, posiblemente a causa de su
adicción al Opio. La emperatriz legítima también sería nombrada emperatriz
viuda y ella con CiXi integraron un congreso de regencia. En 1875 el joven
emperador muere de viruela, siendo su sucesor el hijo del quinto tío paterno. Cixi
se las ingenió para que favorecer al menor del séptimo tío paterno, quien
además era su sobrino, un niño de cuatro años, por lo que Ts’eu-hi(CiXi) fue de
nuevo elegida como regente. A partir de este momento gobernará sola y su
aversión a lo extranjero llevará a la China a entrar en guerra con
Francia. Cuando el emperador alcanzó la
mayoría de edad, se le pidió a CiXi que siguiera aconsejándolo. En 1895, hay guerra de China con Japón y CiXi es obligada a
retirarse a un palacio de verano. El emperador aprovecha con reformadores para
que modernicen el Imperio. Ts’eu-hi(CiXi) siempre conservadora aparece en la
capital con tropas leales a su causa, hace prisionero al emperador y decapitará
a todos los reformadores.
La emperatriz logrará que el
prisionero nombre como sucesor a P’ou-tsiun, casado con una de sus sobrinas
para así seguir teniendo el poder indirectamente. Ts’eu-hi(CiXi) establecerá
una alianza con los boxers que habían empezado como una conspiración antimanchú,
pero querían destruir cualquier vestigio de presencia extranjera en China. El
movimiento xenófobo y violento había surgido a raíz de la derrota china ante
Japón en 1895. La rebelión estalló en 1898 al grito de “¡Mueran los
extranjeros!”, sentimiento compartido por el Gobierno y la emperatriz CiXi, que
en el año 1900 firmó edictos favorables a los bóxers, que recorrían pueblos y
ciudades persiguiendo y matando a extranjeros, misioneros y chinos que
abrazaban la fe católica. Cuando los bóxers llegaron a Pekín convirtieron las
sedes diplomáticas en objetivo preferencial. El año 1900, hubo centenares de
miles de muertos después de la sangrienta rebelión de los boxers, y CiXi tuvo
que huir del palacio imperial, disfrazada y derrotada. A su regreso, Tseu Hi
(CiXi) comprendería lo inútil de su actitud, pero ya era tarde, solo pudo
aceptar la nueva situación intentado que la casa imperial fuera respetada. A su
muerte en 1908, designó como sucesor suyo al joven Pu Yi, el que sería último
emperador de China
.
Maracaibo 2 de noviembre 2017
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