Philip K. Dick
escritor visionario
Philip
K. Dick (1928-1982) fue uno de los escritores de ciencia ficción más
importantes del Siglo XX. Pero es mucho más que eso. Para quien huya de la
ciencia ficción por prejuicios sobre el género, Philip K. Dick en los Estados
Unidos es algo así como Franz Kafka. Dick, En ambos su obra fue reconocida
después de muertos. Ellos escribían
sobre la profunda realidad de su tiempo, Dick, como Kafka, anticipó lo que
venía y lo contó en libros alegóricos, que parecían fantasías paranoicas hasta
que se volvieron proféticas. Por esto, y por media docena de otros motivos,
Dick es un autor canónico. Al leerlo, se podría decir que sin leer a Philip K.
Dick no se puede comprender bien el mundo en cual vivimos. Philip K. Dick fue un autor prolífico. Publicó más de 40
novelas y más de 120 cuentos. Además, dejó sus diarios personales
autodenominados Exégesis,
que abarcan más de 8.000 páginas, (una selección en un volumen, de casi mil
páginas fue publicada en 2011 prologada por Jonathan Lethem. Philip K. Dick murió a los 53 años en 1982, cuando
la ciencia ficción era despreciada por la academia y la sociedad convencional.
Hoy la situación ha cambiado, a tal punto que Dick ha sido publicado por The Library of America,
sello editorial que define el canon de las letras estadounidenses, y la revista
Time nombro su novela Ubik (1969) como una de las 100 mejores novelas escritas en nglés, desde 1923.
La vida de Dick fue caótica, intensa y
triste. Su padre abandonó a la familia cuando era chico. Vivió toda su vida en
diferentes ciudades de California. Fue adicto a las anfetaminas; lo ayudaban en
su frenético ritmo de escritura pero le dejaron secuelas que, al fin,
resultaron mortales. Tuvo cinco esposas y tres hijos, a ninguno de los cuales
trató bien. No participó en su crianza ni los ayudó económicamente. Hasta llegó
a golpear a una de sus esposas. Era profundamente paranoico y con motivos. En
un evento nunca explicado su casa fue robada, y destruida, pero solamente
fueron extraídos sus papeles personales. Vivía de escribir pero siempre le
faltaba dinero. Sentía que como escritor nunca había sido valorado como se
merecía. Dentro de toda esta cotidianeidad hubo dos eventos fundamentales
en la vida de Philip K. Dick alrededor de los cuales él mismo, obsesivamente y
torturada mente, configuró su psique. El primer evento fue la muerte de su
hermana melliza, en los primeros meses de su vida, o sea en enero de 1929, ella
murió por negligencia (Dick nació en Chicago, el 16 de diciembre de 1928), su
madre en un accidente, quemó a su hija Jane con una botella de agua caliente
para calentar la cuna. Los mellizos fueron llevados al hospital pero la niña
murió en camino y el niño se salvó después de estar varios días cerca de la
muerte. Ambos estaban desnutridos. El segundo evento fue un delirio místico (o
psicótico) en los meses de febrero y marzo de 1974, cuando tenía 46 años.
Philip K. Dick hizo algo aparentemente
imposible. Escribió sobre el espíritu de nuestros
tiempos. Se murió antes de Internet, antes de la Guerra contra el Terrorismo y la Guerra Contra las Drogas.
No llegó a ver la realidad virtual o la psicofarmacología, pero escribió sobre
todas estas cosas y más. Aunque
no hayan leído una página de la obra de Philip K. Dick es muy probable que
conozcan su mundo a través del cine. Póstumamente, Dick se ha convertido en uno
de los autores predilectos de Hollywood. Blade Runner, Minority
Report, A
Scanner Darkly, Total
Recall, Screamers,
Paycheck,
Eternal Sunshine
of the Spotless Mind y The Adjustment
Bureau son algunas de las películas adaptadas de obras de
Dick, quien solo pudo ver la Blade Runner
de Ridley Scott.
Maracaibo
9 de noviembre de 2017
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