¿Quizá en el perdón se encuentre la redención?
Reflexiones del Maestro Dr. Rafael Muci-Mendoza
Viernes 17/11/2017 : …”vivimos asediados por dos
circunstancias profundamente destructivas del yo: el acoso de la violencia
desde el fuera y el odio represado desde el adentro”
“Táctica aconsejada desde Cuba con su cincuentena
de años sojuzgando un pueblo antes brioso, ya dócil. Ahora, el golpear
incesante es contra el alma venezolana. El régimen no es incapaz, es todo lo
contrario, capaz de extremosa bestialidad y violencia. Se nos llenó el país de
delincuentes de todo cuello, desde el alto desgobierno hasta las barriadas que
miserables, adrede mantienen. Como Fidel, la crueldad los solaza y presto la
expresan ávidamente”.
“Los capitostes, inocultables
delincuentes, a la usanza del malandraje llevan camionetas que no visten
placas. Un país ya largo mantenido en el miedo carece de acción y reacción.
Refugiado en sus casas cuando el sol se oculta: La noche solapa la maldad. Pero
es que el claror de un nuevo día tampoco la amaina, cualquier momento u ocasión
es propicia para un arrebato de impune crueldad”.
“Gorgonas que convierten en
piedra el espíritu combativo o gallardo. Monstruos con la conciencia,
misericordia y compasión obliteradas miran desde pupilas enchumbados de
odio como si hijos no tuvieran. Barbarie y saña impensables en una sociedad
desarrollada. Han sembrado de odio nuestras almas. Ahora sólo pensamos en
“ojalá se muera”. ¡Oh sentimiento destructivo! Ellos arrojan y actúan su odiosidad
sobre nosotros. Nos agreden verbal, espiritual y físicamente: Escuálidos, afligidos,
minoría… Pero a la inversa, el inóculo de odio que nos han inyectado no
encuentra salida constructiva porque no puede tenerla, nos corroe las entrañas,
y como ellos, nos hace viles también. ¿Cómo poner un escudo en el cuál rebote
tanta saña? Quizá en el perdón se encuentre la redención, siendo que
perdón no significa olvido ni solvencia para aplicar un ejemplar castigo”…
La mítica Gorgona o Medusa, según la mitología
clásica, Medusa era un monstruo con cuerpo femenino y cabellera compuesta por
serpientes venenosas. Su mirada petrificaba a los que osaban acercarse a ella.
El héroe Perseo se enfrentó a ella utilizando el reflejo de su escudo para
localizarla sin mirarla. Cuando la decapitó, decidió emplear su cabeza
petrificadora como escudo. De la sangre del monstruo nacería Pegaso, el caballo
alado. El cuadro de Caravaggio, es una
rodela, escudo circular empleado para torneos que no fue nunca empleada en
batalla, sino que funcionaba como un emblema para el cliente que la encargó.
Maracaibo 18 de noviembre de 2017
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