domingo, 5 de noviembre de 2017

Bernard Palissy



Bernard Palissy

Bernard Palissy ( 1510-1590 ) fue un célebre ceramista francés quien en Francia encarna el modelo del genio universal del Renacimiento y desarrolló habilidades, como ointor sobre vidrio, alfarero, orfebre, agrimensor, diseñador de jardines, químico, biólogo y escritor. Es famoso por haber conseguido después de 16 años de intentos frustrados una loza esmaltada similar a la porcelana china. Palissy participó en la fundación de la Iglesia Reformada de Saintes y por su defensa del ideal calvinista, tras el edicto contra los protestantes promulgado por el rey Enrique II, en 1559, Palissy fue encarcelado por hereje en Burdeos en 1562. Su taller sería destruido y sería liberado gracias a la intervención del duque de Montmorency que le otorgaría el título de "inventor de las rústicas figurinas del Rey". Volvió  a su taller al año siguiente y por su trabajo, Palissy gozaría de la protección de los monarcas, hasta 1585, cuando el rey Enrique III publicó un edicto condenando con pena de muerte a la reforma protestante, lo que llevó a Palissy a la cárcel en 1586, y condenado a muerte, se le conmutó esta pena por prisión a perpetuidad. Dos años después, en 1588, la Liga de los Nobles Católicos logra que Palissy, con 78 años, sea llevado a un calabozo de la Bastilla, donde fallecerá en  1590.

Se instalaría en Sainter, cerca de Burdeos, en la provincia de Saintonge donde se ocuparía como agrimensor, pintor de retratos y artista de vidrieras iniciando su investigación sobre los esmaltes. En 1564 publicó su primer libro: “Una receta verdadera, por la cual todos los hombres de Francia podrán aprender a multiplicar y aumentar sus tesoros”: con 4 tratados: agricultura, historia natural, jardines y ciudades fortificadas.  De 1575 a 1588, dio conferencias a las que concurría la élite científica parisina de la época. Con la recopilación del contenido de sus clases, produjo su segundo libro, publicado en 1580 cuando Pallisy contaba 71 años, bajo el título de: “Discursos admirables sobre las aguas y las fuentes de la naturaleza, incluyendo las artificiales; los metales, las sales y las piedras, las tierras, el fuego y los esmaltes junto con otros secretos de las cosas naturales”. Se considera esta obra como su testamento intelectual. Los discursos tratan de sus estudios sobre las aguas, la agricultura, los minerales y las piedras, las conchas fósiles, las sales, la alfarería y los esmaltes. Tratados de química, física y geología, y relata también sus vivencias, sus viajes y sus experiencias.
En el siglo XIX se redescubrirá a Palissy como el hombre sencillo, quien (presumía de no leer libros, alejado de los manuales sabios y de las ciencias de los doctores) y fue capaz de desarrollar un pensamiento original e innovador. Palissy era conocido en el siglo XVII, como “el campesino de Saintonge". Sin saber latín ni griego, sus conocimientos sobre muchos temas eran muy superiores a los de los científicos de su época. Sus observaciones sobre el ciclo del agua y de la alimentación de los manantiales aún son consideradas como válidas, y sus trabajos sobre el papel de las sales minerales en la vida vegetal anunciaban futuros descubrimientos en química. Sus escritos fueron olvidados y hubo que esperar al siglo XVIII para que fueran reeditados y sus obras científicas gozaran de admiración y reconocimiento. Tras su reedición por el geólogo y vulcanólogo francés Barthélemy Faujas de Saint-Fond en 1777, científicos de prestigio como Buffon, Curvier, Réaumur y Jussieu le elogiaron y vieron en Palissy el fundador de la agronomía, de la geología y de la química, y el primero en sentar las bases de la cristalografía.
Maracaibo  4  de noviembre 2017

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