La
historia de Sherlock
Holmes y Conan Doyle
Primera parte:
Sir Arthur Conan Doyle era médico, caballero del Imperio
Británico y firme creyente en el espiritismo. Sus libros sobre el famoso
detective de Baker Street le permitieron ganarse una reputación en el estudio
del crimen, y el método deductivo de Sherlock Holmes creó escuela entre los
oficiales británicos de tal manera que el autor llegaría a aconsejar a la
policía en algunos de los casos más famosos de la época. Con Jack el
Destripador o el “secuestro” de Agatha Christie, la opinión popular lo situaría
como un valedor de la buena investigación y de la resolución de misterios. Conan
Doyle, creador de un nuevo género de ficción basado en la razón de su
personaje, terminaría su vida haciendo una férrea defensa de la necesidad de utilizar
médiums en las comisarías.
Nació el
22 de mayo de 1859, y era descendiente de una familia católica. Parte de su
infancia queda reflejada en sus historias. Mary solo tenía 17 años y acaba de
volver de Francia tras estudiar heráldica cunado se casó con Charles Doyle, de
quien el escritor heredaría el apellido, y quien aparece de forma repetida,
pero camuflada en las historias del autor, pues era alcohólico crónico, sufría
depresiones y epilepsia y terminó sus días en un sanatorio. Su madre, Mary, en
un intento de alejarle de la cada vez más deteriorada situación familiar lo
envió a un internado en Inglaterra cuando solo tenía 9 años. Pero eso no
evitaría que la figura del marido alcohólico y violento apareciera de forma
repetida en las historias de Holmes quien, además, padecía su propia adicción (la
cocaína en una disolución del 7 por ciento). La educación de Mary, su madre, quien le leía
libros y le inculcaba la necesidad de ser un caballero, sería su primera
influencia en la literatura.
Mientras
estudiaba Medicina en la Universidad de Edimburgo, Conan Doyle se enroló en un
ballenero que se dirigía al Ártico, y que necesitaba un médico. Allí, el joven
viviría la que describió como “la primera
verdadera aventura de su vida”. Partió con varios libros y cuadernos en
blanco. Escribió una crónica del viaje y creó alrededor de setenta dibujos.
Doyle narraba su torpeza para caminar por el hielo, el miedo que pasó al caer
al mar helado o la tristeza que le causó la muerte del miembro más anciano de
la tripulación. El escritor, entonces de
veinte años, decía: “Ojalá se despejase
la bruma. Llovizna un poco. Cane y Stewart estuvieron boxeando por la tarde.
Hablé de literatura con el capitán, piensa que Dickens es poca cosa al lado de
Thackery”. Al volver de su viaje, solo había ganado cincuenta libras.
Debido a sus notas no le aceptaron en ningún hospital, así que volvió a
estudiar Medicina y sería la época cuando Joseph Bell al que muchos han señalado
como el principal inspirador de Holmes, le daría clases de técnicas quirúrgicas
y haría deducciones y observaciones sobre la gente a la que trataba. Bell puede
no haber sido el único inspirador de Sherlock. Bryan Charles Waller (un médico
que vivió alquilado en la residencia de los Doyle), también aportó parte de sus
rasgos al detective. Especializado en patología, era mandón, creído y rápido en
sus decisiones, reconocibles caracteres del morador de Baker Street. Sin embargo,
a pesar de que en un comienzo el detective nació influido por las distintas
figuras que habían pasado por la vida de Doyle,
muy pronto empezaría a tener personalidad propia.
Sherlock Holmes apareció por primera vez en “Estudio en escarlata”, como un
estudiante de química con un olfato especial para la resolución de crímenes. El
aumento de la popularidad del detective esclavizó al autor, quien debía
ingeniarse y crear nuevas aventuras que se leían a ambos lados del Atlántico. Sherlock
no era su gran legado, ya que Conan Doyle prefería las novelas históricas, las que
le valieron el título de Sir por su defensa de la guerra de los Boers. Tras el
éxito de los primeros relatos, los editores le pedían más historias que
calmasen la demanda de los admiradores de Sherlock. El éxito de “Escándalo en Bohemia” le permitió
subir los precios y aumentar aún más su paga, de las 25 libras que había
obtenido con esta obra, hasta los 35 en las siguientes. The Strand Magazine
estaba dispuesta a pagar cincuenta por cada nuevo relato, que a partir de
entonces se agruparían bajo el nombre genérico de Las aventuras de Sherlock Holmes. En 1891, Holmes y Conan Doyle ya
eran nombres que sonaban en todos los hogares. Doyle abandonó el ejercicio de
la medicina para dedicar todo su tiempo a escribir. Cuando comenzaron a
proliferar otros escritores que lo imitaban, con sus respectivos competidores
del ilustre Holmes, Conan Doyle pensó que había llegado la hora de que el
detective encontrase la muerte en las cataratas suizas de Reichenbach.
Sin
embargo, Holmes ya era inmortal. A finales de 1895 Conan Doyle y su primera
esposa viajaron a Egipto y se sorprendieron al descubrir que los relatos de
Holmes habían sido traducidos al árabe, además, habían sido seleccionados como
libros de texto para tareas de investigación de la policía. En agosto de 1901,
The Strand Magazine decidió publicar por capítulos una novela corta que Doyle
había escrito previamente y que se situaba antes de la muerte de Holmes, “El sabueso de los Baskerville”. La
temprana muerte de Robinson
(considerado el verdadero autor del relato) avivaría, teorías
conspiratorias, que llegaron hasta afirmar que Doyle mató a su amigo ante una posible
denuncia por plagio. “El sabueso de los
Baskerville” fue un éxito de ventas y llegó hasta una séptima edición.
Estos resultados desencadenaron una lluvia de ofertas de editores de Londres y
Nueva York que deseaban volver a publicar nuevas historias de Sherlock Holmes. Sin embargo, Conan Doyle no tenía
ninguna intención de resucitar al detective, pero las ofertas se volvieron
difíciles de rechazar. La revista Collier’s llegó a ofrecer 4.000 dólares por
cada relato, interesados por un mínimo de seis episodios y se comprometían a
publicar todos los que escribiese. Firmaría un contrato de ocho historias con
Collier’s, prorrogable a doce y Londres vivió el retorno de Holmes quien tras unos años, resucitó de entre los muertos.
Maracaibo 1 de marzo del año 2017
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