jueves, 17 de febrero de 2022

Placenta y COVID 19: antecedentes…

Placenta y COVID 19: antecedentes…

                                         Dedicatoria: a José Esparza!

En la placenta normal existe el fenómeno de la invasión del trofoblasto que cubrirá el endotelio de los vasos placentarios; de manera, al final del embarazo, las células trofoblásticas tapizan las paredes internas de las arteriolas espiraladas del endometrio. Estos detalles histológicos fueron señalados en publicaciones nuestras desde los años 19811 y 19832 cuando propusimos un modelo experimental en ratas Sprague Dawly (SP) para demostrar la patogenia de la necrosis cerebral intrauterina en humanos provocada por la infección con el virus de la encefalitis equina venezolana(EEV).

 

Demostraríamos como entre el día 14 a 18 de gestación en ratas Sprague Dawly, el examen de fetos y placentas 3 a 5 días post inoculación, mostró que el virus afectaba los vasos de la placenta y concluimos que estas lesiones eran las responsables del daño del cerebro (necrosis cerebral in útero) a través de trombosis vasculares. Demostramos también por inmunohistoquímica la replicación del virus en el trofoblasto, señalando que en esos sitios se iniciaba el proceso de la infección. El resultado de nuestras investigaciones fue publicada en Investigación Clínica en 19953 y coincidió con una nueva epidemia de EEV ese año, con más de 10.000 casos y desde la Guajira llegaron a Maracaibo nuevos casos de madres con abortos pero ya nada más se publicaría, quizás el último trabajos sobre este tema lo hicimos desde el IAP, en Caracas con material cedido por LUZ.

 

Los resultados de estos experimentos fueron complementamos utilizando la inoculación con la cepa TC83 del virus de la EEV que se utiliza como vacuna y no es letal y de esa manera, más leve, pudimos volver a mostrar los cambios histopatológicos en las ratas SD4 . Este modelo experimental del efecto intrauterino del virus de la EEV fue aceptado y publicado en 1981 en la Revista Boletín de Patología Comparada de Instituto de Las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos5.

 

Toda esta historia vendría a reactivarse en 2016 por una nueva epidemia con otro arbovirus, que se extendió por varias naciones de América; el virus Zika transmitido por Aedes Aegipty apareció seguido de la noticia de niños con microcefalia6, y finalmente, en el mismo mes de mayo del año 2016, en un estudio inicialmente descrito en Lancet se demostraba como el virus SIKA era capaz de atravesar la placenta y afectar directamente el sistema nervioso central, destacando el hecho de que la placenta es un grave foco durante la infección y que ella misma puede ser la responsable de las alteraciones cerebrales detectadas en los recién nacidos7.  

 



 

 

Cuando se iniciaba la pandemia causada por el SARS-CoV-2, más conocida como COVID-19, J.E.Hecht y col8, señalaban en 2020, que en 19 placentas de pacientes con Covid-19 no existían alteraciones histopatológicas específicas relacionadas con la infección; sin embargo muy pronto esta impresión fue descartada en publicaciones posteriores que han demostrado desde el mismo año 2020 como se presentaban evidencias del daño placentario 9,10,11 con la histopatología de las vellosidades placentarias de pacientes gestante con infección por SARS-CoV-2.

  

El 10 de febrero este añoLos Angeles Times” en EUA publicaba la noticia de que: Investigadores de 12 países, incluido Estados Unidos, analizaron el tejido de la placenta y de la autopsia de 64 mortinatos y cuatro recién nacidos que murieron poco después del parto; en todos los casos se trataba de mujeres no vacunadas que habían tenido COVID-19 durante su embarazo”. Se referían al trabajo del Dr Levitan y colaboradores publicado en Arch Path12 a finales del año pasado 2021.

 

En Modern Pathology13, Marta Garrido-Pontnou y col también había señalado el daño del trofoblasto placentario como la causa de mortalidad perinatal por Covid-19.

y el pasado jueves 11 de este mes The Associated Press, basándose en otro trabajo de la revista Archives of Pathology14 decía que: El coronavirus puede destruir la placenta y provocar mortinatos”. El autor principal, el Dr. David Schwartz, patólogo de Atlanta, habló de otras infecciones que pueden infiltrarse en la placenta y causar muerte fetal, generalmente al infectar y dañar al feto.

 

De esta manera, y con apoyo bibliográfico he querido recordar que la patogenia de las infecciones virales in utero está estrechamente asociada al daño placentario y de la importancia que deben tener las medidas sanitarias en toda mujer embarazada en medio de la pandemia que se vive con el SARS-CoV-2.

 

Referencias

 

1-García Tamayo J, Esparza J, Martinez AJ. Placental and fetal alterations due to Venezuelan equine encephalitis virus in rats. Infect & Immun (USA) 32: 813-821, 1981.     

2- García Tamayo J, de García S, Esparza J. Alteraciones iniciales inducidas en los vasos placentarios de la rata por el virus de la encefalitis equina venezolana. Invest Clin (Ven) 24: 3-15, 1983    

3 Valero de Fuenmayor N; García Tamayo J; E de García S; Caleiras E; Parada D.Importancia de la Microscopía Electrónica de Transmisión en el diagnóstico de la Epidemia de Encefalitis equina Venezolana de 1995 en la Guajira Venezolana. Investigación Clinica (Ven) 38: 73-82,1997)

4- de Freites F, Garcés A, García Tamayo J.  Alteraciones fetoplacentarias inducidas en ratas por la cepa TC-83 del virus de la Encefalitis equina Venezolana. Investigación Clinica (Ven) 36, Supl 2: 475-495, 1995.     

 5- García Tamayo J, Esparza J, Martinez AJ. Venezuelan equine encephalitis. Animal model of human disease. Comp Pathol Bull. The Registry of Comp.Pathol (AFIP-USA) 13: (2): 2-5, 1981

6 -Rasmussen S A, Jamieson DJ, Honein MA, Petersen LR. Zika Virus and Birth Defects. Reviewing the Evidence for Causality. New Engl J Med 2016; 374:1981-1987 

7- Adibi JJ, Marques JrETA, Cartus A, Beigi RH. Teratogenic effects of the Zika virus and the role of the placenta. The Lancet, 387:1587-1590, 2016

8- Hecht J.L., Quade B., Deshpande V., Mino-Kenudson M., Ting D.T., Desai N., Dygulska B., Heyman T., Salafia C., Shen D. SARS-CoV-2 can infect the placenta and is not associated with specific placental histopathology: a series of 19 placentas from COVID-19-positive mothers. Mod. Pathol. 2020;33:2092–2103

9-Shanes E.D., Mithal L.B., Otero S., Azad H.A., Miller E.S., Goldstein J.A. Placental Pathology in COVID-19. Am. J. Clin. Pathol. 2020;154:23–32.

10-Prochaska E., Jang M., Burd I. COVID-19 in pregnancy: Placental and neonatal involvement. Am. J. Reprod. Immunol. 2020; 84:e13306.

11-Baud D., Greub G., Favre G., Gengler C., Jaton K., Dubruc E., Pomar L. Second-Trimester Miscarriage in a Pregnant Woman With SARS-CoV-2 Infection. JAMA. 2020;323:2198–2200

12) Levitan D et al. Histologic and Immunohistochemical Evaluation of 65 Placentas From Women With Polymerase Chain Reaction–Proven Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus 2 (SARS-CoV-2) Infection. Arch Pathol Lab Med 2021;145 (6): 648–656.  

13) Garrido-Pontnou, M. et al. Diffuse trophoblast damage is the hallmark of SARS-CoV-2-associated fetal demise. Modern Pathology 34: 1704–1709, 2021

14) Schwartz, DA et al. Placental Tissue Destruction and Insufficiency from COVID-19 Causes Stillbirth and Neonatal Death from Hypoxic-Ischemic Injury: A Study of 68 Cases with SARS-CoV-2 Placentitis from 12 Countries. Arch Pathol Lab Med 2022; https://doi.org/10.5858/arpa.2022-0029-SA

Maracaibo, jueves 17 de febrero, del año 2022

 

1 comentario:

Unknown dijo...

Interesantísimos los resultados de los estudios. Valdría la pena publicarlos sobretodo en algún sitio accesible no solo a Pediatras sino al grueso de personal que atiende mujeres embarazadas. La prevención es fácil y su impacto muy valioso.