sábado, 13 de junio de 2020

Amanda y Gisela


Amanda y Gisela

George Floyd se había contagiado de coronavirus, le habían despedido del trabajo como consecuencia de la pandemia y murió bajo la rodilla de un policía blanco”; así iniciaba la periodista Amanda Mars, escribiendo desde Washington el día 7 de junio 2020, un encendido artículo muy bien documentado contra la terrible discriminación racial que aún existe en los Estados Unidos de América, que sería publicado en el diario “El País” de España… 

Pero Amanda no decía nada en su extenso reportaje sobre el personaje muerto, sobre el propio George Floyd. Nada hablaba sobre el moreno Floyd, quien curiosamente, había resultado ser un actor porno, traficante y consumidor de drogas que registraba varias detenciones por asalto a mano armada, robo con violencia y agresión, quien además estuvo cinco años preso; ese hombre que era un delincuente de los malucos, hasta le puso un arma a una embarazada en la barriga y hoy día, por el hecho de haber sido asesinado por un policía blanco, continúa post-mortem, provocando multitudinarias manifestaciones en su país, donde se le ha rendido un funeral y entierro de príncipe… Así que a mí, en particular, me parece muy curioso ver cómo le hacían aquel pomposo funeral a un delincuente… ¿Tan solo para ir en contra del presidente Trump? En Maracaibo diríamos que, “es un despropósito”, y se me ocurre que es, como para creer como se titulaba una vieja película de Mel Brooks, “El mundo está loco, loco, loco”… O, ¿Será que no está tan loco?

Voy a citar textualmente a Gisela Kozak quien hace unos días discurría… “sobre el retiro de Lo que el viento se llevó de HBO: cómo se reiría la actriz negra lesbiana Hattie McDaniels de la gente de HBO (puritanos cobardes) y de los nuevos cristianos primitivos que le cortan la cabeza a las estatuas de los impíos romanos del pasado y del presente. ¿Creen que nadie se había dado cuenta de lo racista que es “Lo que el viento se llevó”? Por supuesto que todos nos dimos cuenta, también los que vieron la película en 1939. ¿Creen que verla nos volvió más racistas? Nooo, al contrario. NO entienden nada porque son incultos, básicos, primitivos, puritanos, inquisidores, monjiles, ridículos, fundamentalistas y, por sobre todo enfermos de queja, de miedo y de cobardía”. La inventiva tecnológica estadounidense es la más brillante de la historia, pero segrega imbéciles a montón. La izquierda gringa es la más estúpida del planeta y la derecha huele a gasolina quemada con gomina y cerveza mal digerida”.
No conozco a Amanda Mars, pero es muy fácil saber que Amanda es la delegada en twitter de@el_pais en Washington, desde marzo del 2011. Que estuvo antes en Europa Press y en Gaceta de Negocios, y que tiene en “las redes” la bicoca de 10.4K seguidores. Ella ha notado igualmente como el movimiento de los manifestantes es tan plagiariamente repetitivo (“copy cat”-para que ella lo entienda mejor-), y así también compensadoramente nos informaría tuiteando; “El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, defiende la permanencia de la escultura del navegante en Central Park tras la vandalización de varios monumentos en el país”.

A Gisela Kozak Rovero (Caracas, 1963) la conocí personalmente en la Universidad del Zulia el año creo que 2007, no recuerdo la fecha con precisión, pero estaba en la Escuela de Letras de LUZ con el poeta Luis Perozo Cervantes y nos acercamos a tomarnos un café en un improvisado cafetín estudiantil cuando pasaba Gisela con una joven amiga y Luis la detuvo para presentarme ante ella. La saludé y le comenté que me había gustado su libro “Los latidos de Caracas” y ella, quien sin duda no recordará estos detalles, me agradeció muy sorprendida, según me dijo que no esperaba estando de visita en Maracaibo encontrarse en LUZ con un lector de su recién editada y premiada novela. Siguieron su camino y creo que le comenté a Luis sobre las dificultades que para publicar existen en nuestro país, aún después de ganar cualquier certamen literario… Desde entonces no la volví a ver pero seguí su trabajo como investigadora, profesora universitaria, ensayista y narradora y sé que es considerada hoy día como una de las representantes más significativas del cuento venezolano contemporáneo.
El tema de “la izquierda” y de cómo progresivamente se ha ido mimetizado en lo que ahora denominan “el progresismo”, muy bien lo describe Gisela Kozak cuando relata: “hemos podido ver a hombres y mujeres blancas arrodillarse y pedir perdón por la esclavitud ocurrida hace siglos. Disparatados movimientos de masas desenfrenadas han llegado a defenestrar las estatuas de Abraham Lincoln el hombre que lideró la abolición de la esclavitud, y hasta de Winston Churchill, retrotrayéndonos mentalmente al triste espectáculo de chavistas enardecidos bajo la égida del engendro de Sabaneta, ensañándose con la efigie del almirante Cristóbal Colón en Caracas… Ya lo decía Amanda sobre Cuomo el gobernador y cómo, lo que estamos viendo, sirve para recordar que estamos antes las mismísimas circunstancias, viviendo no un “progresismo”, sino una especie de retro-sismo que aspira apoderarse del mundo decente, de el mundo de los hombres justos y honestos.

Engañosamente, parecería que tratan de hacernos creer que la mayoría de los seres humanos, quisiera ser parte de una generación dolida de seres llorosos y estúpidamente ofendidos, ante un pasado cruel que nos les incumbe; entes que en una fanatizada estupidez tan solo aspiran poder pedirle, rogarle, o implorarle casi, a sus gobernantes en cualquier “Estado”, o país, que los ayuden para poder sentirse -“buenos y “humirdes”-, siempre sumisos y así, confiarán en la paz que les otorgarán tras la espera de su ración (en cartilla, de la comuna, o en una de“bolsa clap”), o en su defecto en una bolsa de la basura, que es lo más probable. En este paradigma, es por demás evidente que existe un -ya no tan escondido- discurso de odio, reconocido como “el resentimiento social”, acicateado por un muy bien dirigido adiestramiento mediático estimulador con mentiras y mucho populismo, que sencillamente, pretende destruir las libertades humanas. Bien lo decía Gisela al señalar que: “Hoy son abucheos, linchamientos sociales, mañana cuando estén dentro de las instituciones de poder, esto escalará, entonces los ofendidos comenzarán los fusilamientos en masa”...

Todo este bochornoso espectáculo que se despliega encarnizadamente en medio de la pandemia que vive el mundo, no es meramente circunstancial, les recuerdo a quienes piensen que son casualidades, que éstas son verdaderas causalidades y como lo hacía mi primo Ernesto tan solo digo: “Que oiga quien tenga oídos”…

Maracaibo, sábado 13 de mayo, 2020

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