El látigo
de la memoria
Aprovecho, ya culminando este año
terrible, para presentar en el blog unos retazos del artículo publicado por
Hugo Prieto sobre Rómulo Betancourt
“Betancourt, como presidente electo para el
período 1959-1964, negó toda posibilidad de prestarle asistencia financiera a
Fidel Castro, quien visitó Caracas invitado por el gobierno provisional del
almirante Wolfang Larrazábal, tras alcanzar el poder en Cuba, el 1 de enero de 1959.
Castro había seducido a las masas durante el mitin que se escenificó en la
Plaza O’Leary de El Silencio. Confiaba en el contagio de su verbo, en su
indisputable carisma, para ganarse el apoyo de la naciente democracia
venezolana en su guerra secreta contra Estados Unidos. Los planes de Betancourt
eran muy distintos a los de Castro. A diferencia del líder cubano, Betancourt
luchaba por implantar en Venezuela una democracia representativa, con
instituciones legitimadas en la consulta popular que limitaran y controlaran el
poder. Betancourt era, como lo dijo el historiador Manuel Caballero, el último
caudillo que renunció a ser caudillo”…
“La historia está llena de ironías. El 4 de
febrero de 1992, la izquierda radical, infiltrada en el Ejército en la persona
de Hugo Chávez, da el golpe de gracia a la declinante democracia venezolana.
Fidel Castro, en el crepúsculo de su vida política, logra su objetivo.
Venezuela se adentra nuevamente en la nocturnidad de un gobierno autoritario,
que ya dura demasiados años. ¿Qué fue lo que ocurrió? El bienestar era un hecho
inobjetable, la educación, la erradicación de las enfermedades endémicas, la
creación de la OPEP. La vigencia del estado de derecho y la institucionalidad
de la democracia venezolana”…
“El lento pero continuo descenso se inició el viernes
negro de 1983. La economía siempre avisa antes que la política. Era el momento
para las reformas profundas, para limitar el poder del petroestado a favor de
los ciudadanos, para renovar los partidos políticos y extirpar el fenómeno de
la corrupción. Pero los venezolanos no lo hicimos. ¿Fallamos? Absolutamente”.
Hugo Prieto “Betancourt, el látigo de
la memoria” en “Sin categoría”. Publicado en PRODAVINCI, 2017
Maracaibo 29 de
diciembre 2017
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