En diciembre del año pasado en este Blog mostré la noticia de que los mosquitos machos también en un tiempo se alimentaron con sangre como en la actualidad lo hacen los mosquitos hembras. Era 2023 y titularía aquel artículo, “Mosquitos sangrones”. Hoy y mañana, en dos partes revisaré este asunto…
El término genérico de mosquito (también conocido como zancudo) se aplica para designar a los miembros de varias familias de insectos del orden de los dípteros y en particular del suborden de los nematóceros; en su uso más estricto, “mosquito” se refiere únicamente a los componentes de la familia de los culícidos.
Tanto los mosquitos-macho, como los mosquitos o zancudo-hembra se alimentan del néctar y de la savia vegetal, y sabemos que son tan solo los mosquitos hembra los que pican, y beben la sangre humana o animal, porque necesitan las proteínas de la sangre para producir sus huevos. Pero resulta que ahora sabemos que también los machos fueron hematófagos. Ha sido el fósil de un mosquito, quizás el más antiguo del mundo el que sugiere que los machos también succionaban sangre.
Un equipo de investigadores ha descrito los fósiles de mosquitos muy antiguos hallados en dos insectos macho del Cretácico Inferior que presentan unas piezas bucales punzantes, lo que sugiere que probablemente chupaban sangre. Ambos mosquitos, hallados en el yacimiento de ámbar libanés (el más antiguo del mundo de unos 150 millones de años) se describieron en un artículo en la revista Current Biology y de esto hablamos en lapesteloca en 2023.
Este hallazgo no solo es curioso por su antigüedad, sino porque actualmente sabemos que los machos no son hematófagos, y hasta ahora solo se sabía que las hembras bebían sangre porque era necesaria para producir sus huevos. Dos machos atrapados en trozos de ámbar de hace 130 millones de años han modificado las ideas al respecto.
El estudio ha sido liderado por un investigador de la Academia China de Ciencias y la Universidad Libanesa y se basó en el hallazgo de los fósiles de mosquitos más antiguos conocidos: dos machos atrapados en trozos de ámbar que datan de hace 130 millones de años, durante el período Cretácico, y encontrados cerca de la localidad de Hammana, en el Líbano. Sin querer perder la seriedad, un maracucho cualquiera exclamaría un “¡Que molleja!”
Dany Azar, es el investigador libanés que dirigió el estudio, y explicó que los fósiles "no solo arrojan luz sobre los orígenes de los mosquitos", sino que también "revelan sus hábitos alimenticios durante las primeras etapas de su evolución", recogió en las últimas horas la noticia en el diario local China Daily.
"El ámbar libanés es el más antiguo, y es un material muy importante ya que su formación es contemporánea a la aparición y el comienzo de la radiación de las plantas con flores, lo que permitió la existencia de polinizadores", explica Dany Azar, del Instituto de Geología y Paleontología de Nanjing de la Academia China de Ciencias y la Universidad libanesa. "La datación molecular sugería que la familia Culicidae surgió durante el Jurásico, pero anteriormente el registro más antiguo era del Cretácico Medio. Aquí tenemos un ejemplo de principios del Cretácico, unos 30 millones de años antes", apunta André Nel, del Museo Nacional de Historia Natural de París.
Las hembras de mosquito son famosas por su forma de alimentarse de sangre, lo que las ha convertido en uno de los principales vectores de propagación de enfermedades infecciosas. Se cree que la hematofagia en los insectos surgió como un cambio de las piezas bucales perforadoras y succionadoras utilizadas para extraer fluidos vegetales. Existe otro ejemplo, como lo que sucede con las pulgas hematófagas que probablemente surgieron de insectos que se alimentaban de néctar, pero donde la evolución de la alimentación sanguínea ha sido difícil de estudiar, debido a las lagunas existentes en el registro fósil de insectos.
El este estudio de los mosquitos atrapados en el ambar milenario, el equipo describiría a dos mosquitos machos con piezas bucales perforadoras, con una mandíbula triangular excepcionalmente afilada y una estructura alargada con pequeños dentículos parecidos a dientes, una especie de combinación entre “Chuky” y el conde Drácula.
Según los autores, la conservación de los mosquitos en ámbar amplía la presencia definitiva de la familia de los insectos mosquitos hasta principios del Cretácico y sugiere que la evolución de la hematofagia fue más complicada de lo que se sospechaba, con machos hematófagos en un pasado lejano. En futuros trabajos, el equipo quiere saber más sobre la "utilidad" de la hematofagia en los mosquitos macho del Cretácico. También tienen curiosidad por explorar "¿Por qué esto ya no existe?", André Nel, del Museo Nacional de Historia Natural de París es quien hace la pregunta….
Antes de los recientes hallazgos y su estudio, solo se sabía que las hembras de los mosquitos chupaban sangre, que necesitan para producir sus huevos. Ellos, los actuales machos se alimentan principalmente de néctar y jugos vegetales, son machos, pero carecen de piezas bucales que perforen la piel de otros animales.
Según el equipo de expertos, que publicaron sus hallazgos en la revista científica Current Biology, al menos algunos mosquitos macho antiguos tenían mandíbulas afiladas y un apéndice largo con cerdas dentadas, similares a las piezas bucales perforadoras de la piel de las hembras de los mosquitos actuales. Pese a que se conoce la existencia de más de 3.000 especies de mosquitos, el conocimiento de sus orígenes y su evolución temprana es limitado. Estudiar su evolución "es un reto debido a la falta de registros fósiles de insectos", indicó Azar.
Según el investigador del Instituto de Geología y Paleontología de Nanjing Huang Diying, citado por China Daily, "cuando las angiospermas, o plantas con semillas vasculares, se hicieron abundantes, muchos mosquitos macho pasaron a alimentarse de néctar rico en energía, en lugar de sangre". Pero ahora los expertos chinos y libaneses revelaron que los mosquitos macho, también se alimentaban de sangre hace unos 130 millones de años.
El estudio liderado por un investigador de la Academia China de Ciencias y la Universidad Libanesa se basó en el hallazgo de los fósiles de mosquitos más antiguos conocidos: dos machos atrapados en trozos de ámbar que datan de hace 130 millones de años, durante el período Cretácico, y encontrados cerca de la localidad de Hammana, en el Líbano.
Dany Azar, el investigador libanés que dirigió el estudio, explicó que los fósiles "no solo arrojan luz sobre los orígenes de los mosquitos", sino que también "revelan sus hábitos alimenticios durante las primeras etapas de su evolución", recogió en las últimas horas el diario local China Daily.
NOTA: esta historia de “los mosquitos sangrones” continua y finalizara mañana.
Maracaibo, lunes 25 de noviembre del año 2024
No hay comentarios:
Publicar un comentario