María Sorrentino
Moreno y Alfonso Francisco de Paula Le Pera, eran oriundos del sur de Italia, y
viajaban desde Europa a la Argentina, pero María estaba por dar a luz y
debieron quedarse un par de meses en Brasil, donde nació Alfredo Le Pera
Sorrentino (1900 - 1935). Dos meses después sus padres continuaron su
viaje a Buenos Aires, donde tuvieron dos hijos más.
Alfredo fue letrista, escritor, guionista, traductor, y
periodista argentino,
el autor de la letra de los más conocidos tangos cantados
por Carlos Gardel. Cuando Carlos Gardel viajó
a Francia contratado
por la filmográfica Paramount, ya no se encontraba en París el
experimentado Manuel Romero ni los artistas argentinos
del porteño Teatro
Sarmiento. Gardel acudió a su amigo Edmundo
Guibourg, quien le sugirió el nombre del letrista Alfredo Le Pera.
Alfredo vivía en
el barrio de San Cristóbal y cursó el bachillerato
en el Colegio
Nacional Bernardino Rivadavia, situado en el barrio de Constitución,
en Buenos Aires. Allí tuvo como profesor al crítico teatral Vicente Martínez Cuitiño, quien influyó en
su vocación como poeta. Estudió piano, lo que le permitiría conocer el
pentagrama e impulsado por su familia, comenzó estudios de Medicina,
los cuales abandonaría en cuarto año por su afición al periodismo.
Escribió alguna pieza teatral, y algunas letras para tango obteniendo
cierto éxito con su primer tango "El Carillón
de la Merced", inspirado en una visita a la iglesia de
Nuestra Señora de la Merced, en Santiago de
Chile. Enrique Santos Discépolo le pondría
música al poema.
En 1920 se inicia en la crítica de espectáculos para varios periódicos, El Plata, El Mundo, Última Hora, La Acción y El Telégrafo.
Comienza también a escribir teatro, y su primera obra es La Sorpresa del Año (1927).
Luego, Los modernos mandamientos, Gran circo político y Melodía
de arrabal, ¡Qué quieren
los brasileños!, Piernas
locas, Rojas bocas, La vida se va en canciones, Está abierta la heladera, Ya están secando con Broadway, La plata de Bebé Torres; Ópera
en jazz, Piernas de seda y Un
directo al corazón.
Desde su posición como jefe de la sección “Teatros” de El Telégrafo, Alfredo entabló
muy buenas relaciones con importantes hombres del espectáculo, como Augusto
Álvarez, el empresario del Teatro Porteño y luego del Broadway. Por motivos
profesionales realizó varios viajes a París,
y al volver a Buenos Aires comenzó a trabajar en la
traducción y confección de subtítulos para películas silentes. Su oficio de
traductor de películas lo llevará de nuevo a París a fines de 1931, donde
ingresa en la United Artists como
traductor castellano de inter títulos para cine mudo. En ese tiempo conoció a René Clair y Alfred
Hitchcock.
Alfredo Le Pera, fue unos de los poetas más importantes de la historia del tango; sus canciones y guiones cinematográficos incidieron notablemente en la consagración internacional de Carlos Gardel, y contribuyeron en su evolución. El cine finalmente lo convirtió en uno de los personajes más representativos del sentir rioplatense de todas las épocas.
Cuando apareció en la vida de
Gardel, Alfredo Le Pera, era un brasileño, periodista y, por entonces, ayudante
en los estudios “Paramount”. Se conocieron, claro está, en los estudios de Joinville,
vecinos a París, donde los dos estaban viviendo momentáneamente. La amistad se
afianzó enseguida y Gardel le encargó los guiones cinematográficos de sus
próximos films.
De su unión con
Gardel diría Troilo en una entrevista: “Tené
en cuenta que Gardel estaba solo, rodeado de franceses primero, luego de
norteamericanos, esa gente podía perderlo. Él tenía su voz ¡qué te parece!, esa
polenta de su personalidad y sus ideas musicales, pero no era letrista, ahí
aparece Le Pera, “Los dos hacen una trampa portentosa”, conservan lo nuestro en
un ambiente completamente extraño”.
Escribió un buen número de letras de tango, para Gardel
entre las cuales puede mencionarse "Mi Buenos Aires querido",
"Por una cabeza", "El día que me quieras"( https://bit.ly/3FpeDY8 ), En 2019, ya
he hablado de Amado Nervo en este blog, (https://bit.ly/2Pr7n6r)
y comentaba que el poeta mexicano era, quizás el
poeta preferido de mi madre y relataría como muchas veces la escuché recitar el
poema “El dia que me quieras” "Cuesta abajo", "Soledad",
"Volver" y "Sus ojos se cerraron".
Asimismo, sería el guionista de las películas de Gardel, tanto en Francia como en los Estados Unidos. Alfredo Lepera hablaba español, italiano, inglés y francés y fue contratado en París para traducir películas, más tarde sería traductor en Alemania, porque también aprendió el idioma. Alfredo Lepera acompañó a su gran amor, la bailarina Aída Martínez a Suiza para curarse de una grave enfermedad, después escribió estos versos que a su vez son una elegía:“Sus ojos se cerraron.”…¡Porqué sus alas tan cruel quemó la vida!/¡porqué esta mueca siniestra de la suerte!/Quise abrigarla y más pudo la muerte,/¡Cómo me duele y se ahonda mi herida! ...” Su lenguaje dio universalidad al tango ya que sus versos fueron comprendidos cuando le enseñó al mundo su romanticismo, así también la geografía de su patria y conservaría la esencia porteña.
No ha sido posible mostrarles en una fotografía a los personajes, Gardel y Lepera... Tedreis que imaginarlos o mirarlos en internet pues no se me permite enseñarlos en el Blog!!! Asi son las cosas... (Oscar Yanez tambien es vetado "Gases del odificio"!!!!!)
No es necesario decir que, meses después, el cantor criollo inmortalizó algunos temas cuya autoría era de Le Pera. Lo hizo en el disco luego de haber cantado esas letras en varias de sus películas, que se realizaron entre septiembre y noviembre de este año y serían muy importantes a la hora del recuento biográfico gardeliano. Por ejemplo, “Melodía de arrabal”, donde lo acompañaron Imperio Argentina, Vicente Padula, Jaime Devesa y el director Louis Gasnier; “La cosa es seria”, valioso cortometraje dirigido por Lucien Jaquelux, muy de moda entonces, donde se insistió con Imperio Argentina y apareció Lolita Benavente; “Espérame”, cuyo cartel esta vez lo compartió con Goyita Herrero, otra vez Jaime Devesa y nuevamente Lolita Benavente.
El 24 de junio de 1935 se hallaba en Medellín, Colombia,
integrando la comitiva de Carlos Gardel,
junto a los guitarristas José María Aguilar (el Indio
Aguilar), Ángel Domingo Riverol y Guillermo Barbieri. Cuando Carlos Gardel y
el propio Le Pera, fallecieron al chocar dos aeroplanos a punto de despegar,
sobre la pista del aeropuerto Las Playas de dicha ciudad. Aguilar sobrevivió,
aunque con graves secuelas que le impidieron seguir ejecutando su instrumento.
Alfredo
Le Pera, fue un hombre marcado por el destino, ese que los griegos
llamaron Ananké, y lo consideraban una fuerza superior no sólo
para los hombres, sino incluso para los mismos dioses. Llamada por los
romanos Fatum, la personificación del destino, en otras palabras,
lo que está escrito, es la fatalidad. Según José María Otero en su libro El ABC del tango, Le Pera
nació en un barco y murió en un avión.
Estaba
en el fatal accidente aéreo con el cantor y murió en la mitad del camino de la
vida, según frase de Dante Alighieri en el primer verso de la Divina
comedia. Había nacido con el siglo.
Maracaibo, domingo 24 de
noviembre del año 2024
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