miércoles, 17 de enero de 2024

Apodado “El Brujo”


En 1950, Humberto Fernández Morán tenía solo 26 años y estudiaba en Suecia cuando escribió en un artículo lo que él pensaba debería ser en Venezuela un centro de estudios en Neurociencias diseñado con criterios de excelencia; lo publicaría en la Revista Acta Científica Venezolana (1950; 1:85-87). Todavía existen algunos compatriotas quienes fueron sus colegas nacionales, o descendientes de estos, o de sus colaboradores, quienes considerarían que aquella propuesta del joven investigador, formulada por escrito, había sido una idea “sobredimensionada, personalista, y que no era acorde con los planes de la naciente comunidad científica venezolana…”. Los planteamientos del joven científico fueron considerados “propios de un venezolano advenedizo y desconocedor del país”.

Esa aseveración no debe llamar la atención a ningún venezolano que sepa cómo ha sido nuestra historia, pero algunos investigadores, particularmente Jaime Requena, reconsiderando el tema de los mitos y leyendas que existen sobre nuestro famoso investigador, escribiría… “por casualidad, me topé con un artículo de Fernández Morán en Acta Científica Venezolana. La fecha de la publicación era julio-agosto del año 1950… La lectura de ese artículo me permitió deslastrarme de los prejuicios que abrigaba y pude, entonces, empezar a ver a Humberto Fernández Morán con otros ojos.

Lo cierto es que este año 2024, cuando ya nos aproximamos al centenario del nacimiento del sabio Fernández Morán, todavía su imagen sigue apareciendo para algunos venezolanos como un legendario brujo:. “El Brujo de PipeUn tipo que vivió pocos años en su país y que trabajó para un dictador; quien solo con el autoexilio pudo deslastrarse algo de aquel estigma político provocado por su participación en el gobierno de Marcos Pérez Jiménez”

El mismo doctor Jaime Requena en su Antología “El quehacer Científico” (Fundación Polar: pp 653-657) ha relatado como en aquellos años de mediados del pasado siglo XX: “la ciencia en Venezuela empezó a dejar de ser un asunto de un reducido grupo de selectos profesionales que podía dedicarse a dar rienda suelta a su imaginación en su tiempo libre utilizando equipos y mesones prestados de los laboratorios de docencia universitaria”. Así estaban las cosas en los días de la propuesta del sabio joven.

En 1953, Fernández Morán regresaba a Venezuela, y llegaría a Caracas. Venía desde Chile de participar en el V Congreso Suramericano de Neurología, y en Lima había dictado un curso de microscopia electrónica en el Instituto Peruano de Neurología e Investigaciones Cerebrales. Llegaba a su país invitado por el Ministro de Sanidad de Venezuela, el doctor Pero Antonio Gutiérrez Alfaro quien conocedor de su proyecto le propuso exponerlo ante el presidente. El 29 de abril de 1954 se harían realidad su sueño con la creación del Instituto Venezolano de Investigaciones Cerebrales, el IVNIC en las montañas de Pipe, cerca de la capital.

En enero de 1958 el presidente Pérez Jiménez tendría que asumir personalmente el Ministerio de la Defensa y estando en apuros, designaría como ministro de Educación a Fernández Morán quien duraría diez días solamente en aquel cargo que habría de transformarlo para siempre en desafortunadas palabras de Mariano Picón Salas en “el Brujo de Pipe”. 

Finalizando el mes de febrero, Humberto Fernández Morán con su familia dejará el país “por voluntad propia”, un hecho ha sido referido con opiniones favorables como para hacer una apología del investigador (Humberto Gutiérrez: Maracaibo en Manuel Matos Romero Edt, 1989), o todo lo contrario como considerar positivamente las conclusiones de la Comisión Asesora nombrada por el MSAS para evaluar la situación de IVNIC a la salida de Fernández Morán, fríamente descritas por Soyano y Müller. (Soyano A y Müller A. Humberto Fernández Morán y la creación del Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC, 1954-1959).Rev Soc Ven Hist de la Medicina).

¿Fueron solamente los acontecimientos políticos del año 1958 los que determinaron la salida del director del IVNIC? ... ¿Acaso fueron razones políticas la que irían a imposibilitar el retorno de el Brujo a su patria y provocaría lo que ha sido denominado como un "productivo exilio”? Durante los exiguos años de actividad formal en el IVNIC cuando desarrolló su invento el cuchillo de diamante, Fernández Morán publicaría 12 trabajos de investigación, pero sus principales publicaciones se dieron después de salir del país… En la Universidad de Harvard y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts en Boston o en la Universidad de Chicago, donde su nombre fue reconocido internacionalmente…

¿Como fue que la "Comisión Asesora" analizó su trabajo en el IVNIC, sin peritos expertos en sus hallazgos de vera-ciencia? ¿Por qué se centraron en su desempeño personal? Lo menos que se le consideró fue ser: “intolerante, preso de un delirio de omnisciencia, dictatorial y demasiado exigente”. Según Jaime Requena, Humberto Fernández Morán estuvo “signado por una absurda controversia política que pretendió mostrar sus importantes logros como intrascendentes, accidentes sin mayor importancia ni influencia sobre nuestra comunidad o sobre el mundo”.

Debemos aceptar, aunque sea doloroso, que lo acontecido con nuestro genial investigador, sería versionado desfavorablemente y acicateado por sus inmediatos sucesores en las directrices de “la ciencia venezolana”. A todo esto se le sumaría el tema político que incidiría en el desempeño de los medios de comunicación para ocultar una “leyenda dorada” fomentando una “leyenda negra” que en palabras de uno de sus historiadores crearía “un rencor incomprensible que así han guardado algunos investigadores extendiéndose hasta las nuevas generaciones” (Rivas Cols C. Humberto Fernández Morán de frente y de perfil. Caracas: Editorial Arte., p. 22).

El año pasado en febrero tuve la oportunidad de conversar públicamente en Maracaibo sobre mi relación personal con el doctor Humberto Fernández Morán y repetiría conceptos que he venido divulgando desde hace muchos años y que fueron publicados en la Revista Academia Médica Digital VITAE de la UCV(García Tamayo J. Humberto Fernández Morán. Legado científico invaluable de Venezuela para el mundo. Academia Biomedica Digital VITAE No 14 Enero-Marzo 2003).

Desde esos días y ya en la actualidad, existe un movimiento (una “Comision Coordinadora”) asentado en la Universidad del Zulia que celebrará el centenario del nacimiento de nuestro más respetado prócer de la ciencia, divulgando para todo el país nacional la importancia que se merece. 

Confiemos en que así habrá de ser y que se honrará la memoria del más importante investigador venezolano en la historia universal de la ciencia, quien fuera apodado “el Brujo”: el doctor Humberto Fernández Morán.

Escrito desde Miami en la Florida, el miércoles 17 de enero del año 2024

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