viernes, 12 de enero de 2024

De verdaderos poetas y escritores


El 20 de septiembre del año 2016, en este blog lapesteloca al hablar de la poesía, concretamente mencioné a Elías David Curiel, quien junto a José Antonio Ramos Sucre fue el precursor de la modernidad literaria en Venezuela( https://bit.ly/2cIy6cj ). El poeta coriano de origen sefardita, creó una importante obra literaria que en conjunto fue reunida en tres libros, Poemas en flor, Música astral y Apéndice lírico. En esta especie de cuadernos aparecerá algo novedoso en la lírica venezolana; una poesía con elementos de carácter filosófico, metafísico, de la mitología grecolatina y de la tradición hermético-cabalística de origen hebraico. En nuestro país hay pocos reales y verdaderos poetas y esto trajo a mi mente un comentario de una amiga nicaragüense evidentemente adoradora de Darío, quien me decía que en su país lo que había era muchos “hijoepuetas” y creo que vale este asunto para Maracaibo… (Siento expresarlo así, pero es mi sencilla y humilde opinión).

Aproveché la ocasión para citar a mi recordado amigo y Profesor Emérito de la Universidad del Zulia, Enrique Arenas Capiello (1943–2015) quien en su libro El azogue ubicuo analizaría ampliamente la obra poética de Elías David Curiel, destacando como “en la tesitura tonal” se percibe “un cierto registro, oscuro, abrupto, seco”… “No sé si llamarlo ronroneo o cigarrones sonoros de la mudez o del temblor”… “Su decir, su ectoplasma parece chirriar sobre el verso con un deslizamiento apagado de cancela herrumbrosa, de puerta quejosa, de alacena o cama rechinante”… Un registro de texto. que según Enrique Arenas, es “la poesía politonal de Elías David Curiel, en el mediodía de las visiones y en la noche de los silencios, es palabra que quiere hacerse música, y epifanías que trasmiten atmósferas de pavor silencioso. Al través de mi vida es sin duda, un texto fundamental en la poesía venezolana contemporánea, que emerge primero hacia el mundo desde los murmullos, las grietas, las oquedades del verbo”.

A propósito de poetas, Samuel Taylor Coleridge, el también filósofo inglés, quien junto con su amigo William Wordsworth, fue uno de los fundadores del Romanticismo en Inglaterra, y quien en una ocasión habló sobre un hombre que atravesara el Paraíso, en un sueño, y se preguntaba… “¿Y si estuvieses durmiendo? ¿Y si en sueños, soñaras? ¿Y si en el sueño fueras al cielo y allí recogieras una extraña y hermosa flor? ¿Y si cuando despertaras tuvieras la flor en tu mano?”. Jorge Luis Borges citará a Coleridge, a William James y a HG Wells en su famoso texto “La flor de Coleridge”.

Percy Bysshe Shelley en A defence of Poetry (1821), dictaminó que todos los poemas del pasado, del presente y del porvenir, son episodios o fragmentos de un solo poema infinito, erigido por todos los poetas del orbe, y nos ofrece un análisis filosófico del papel del poeta como un tipo especial de persona, que puede ver las armonías esenciales del mundo debajo de las imágenes discordantes que las personas encuentran en sus vidas cotidianas. Shelley insistiría en que la producción de poesía no es simplemente un oficio, ya que el verdadero poeta es un visionario que está inspirado para crear arte como un medio para revelar algo sobre la naturaleza del mundo.

Regreso a la oportunidad cuando en 2016 también me referí a la literatura y las premoniciones, al mencionar la novela de Paul Auster La noche del oráculo donde el autor hablaba de la literatura como premonitora de acciones futuras, donde los personajes se encuentran en una cadena de paradójicas consecuencias que no son más que ficciones literarias sin sustento real alguno. Todo surge de la pura imaginación, como tiene que ser como nace toda la poesía, y en particular como es, una característica resaltante en el escritor Paul Auster.

En su novela Tiempo de silencio, el psiquiatra Luis Martín Santos para realizar su acusación, de que la Guerra Civil había convertido la ciencia en una supuesta religión, se sirve del cuadro de costumbres de realismo social, y reconstruye el paisaje, la gente y el silencio, a la vez que va creando elocuentemente, lo pintoresco de una dimensión más literaria de lo que se escribía hasta el momento, y transformando el cuadro de costumbres en un verdadero “realismo dialéctico”. La novela de Luís Martín-Santos fue publicada en 1962 por la editorial Seix Barral, y considerada inicialmente como una novela neobarojiana, hoy es clave en la evolución de la novelística española. La misma editorial realizó otra edición en 1965, ya muerto el autor, donde se recuperaban los fragmentos censurados. La decimocuarta impresión (1980), se considera la edición definitiva que restaura todas las partes eliminadas por la censura, pero recoge erratas de anteriores ediciones y muestra variaciones textuales, pero tampoco es fiel a los contenidos iniciales ya que lamentablemente no se conserva el original mecanografiado… “Tiempo de silencio” fue llevada al cine español en 1986, en una película dirigida por Vicente Aranda.


La novela Rebecca (1938) una de las obras más conocidas de Dafne du Maurier, fue un éxito inmediato que vendió casi 3 millones de copias entre 1938 y 1965; ha sido adaptada para el escenario y la pantalla varias veces, y en los Estados Unidos ganó el Premio Nacional del Libro de 1938. Una novela de tanto éxito, como fue Rebecca, tuvo algunos detractores, que la vieron como un plagio de Jane Eyre. Los cuentos de Du Maurier más oscuros: The Birds, Do not Look Now, The Apple Tree y The Blue Lenses son cuentos de terror finamente diseñados que asombraron y sorprendieron a su audiencia en igual medida. arias de otras de sus novelas también fueron adaptadas para la pantalla, incluyendo Jamaica Inn, Frenchman's Creek, Hungry Hill y My Cousin Rachel. La película de Alfred Hitchcock The Birds (1963) se basa en uno de sus cuentos (Los pájaros) e igualmente la película Do not Look Now (1973), de Nicolas Roeg. Du Maurier afirmó que las únicas versiones fílmicas de sus cuentos que le gustaban eran solamente estas dos.

En el verano de 1940, Paul Bowels (19101999) escritor, compositor estadounidense y Jane Auer, con quien en 1938 se casó, por lo cual desde entonces ella fue conocida como Jane Bowles, autora de teatro y novelista bisexual, es la autora de Dos damas muy serias. Jane lo animó para que volviera a escribir y Bowles produjo relatos y crítica musical para el Herald Tribune entre 1942 y 1945. Ambos se atrevieron a vacacionar en Acapulco una pequeña aldea frente al mar, y Tennessee Williams, quien era muy joven y aun principiante, fue a visitarlos. Seis años más tarde, desde alguna pensión de Nueva Orleans y ya como dramaturgo, el escritor recordaría aquel hotelito de madera, casi vacío, fuera de temporada turística, donde tres personajes norteamericanos se enfrentaban a una curiosa metáfora: “la noche de la iguana”. La obra de Tenneesse Williams comparte con Bajo el volcán (https://bit.ly/2qJqmxi), de Malcolm Lowry, el dudoso privilegio de ser la clásica visión de México como un infierno para los turistas. La noche de la iguana, de Tennessee Williams, resultaría ser una extraordinaria obra de teatro sobre el apocalipsis que en Acapulco viven un puñado de norteamericanos perdedores. La obra fue estrenada por Bette Davis, y más adelante se transformaría en una película de John Huston quien la filmaría en Puerto Vallarta, con Richard Burton, Ava Gardner y Deborah Kerr para convertir toda aquella farsa en un melodramático "verano tormentoso" de misticismo y de lujuria, un filme en blanco y negro muy destacado gracias a la impecable fotografía de Gabriel Figueroa.

En El reino de este mundo la novela de Alejo Carpentier sobre la revolución de esclavos en Haití, nos ilustra el sincretismo manifiesto en la religión de los negros, y los insólitos ritos del vodú, que con intensidad disfrutan sus adeptos. El escritor lo muestra casi bajo el éxtasis de una orgía sangrienta de animales, donde se cantan himnos mágicos, y danzan desesperadamente, recurriendo a lo onírico para que la magia cobre fuerzas y sus dioses negros los favorezcan en sus milagros. Así veremos cobrar vida a un personaje que enalteció la religión vodú: el mítico Mackandal, con poderes licantrópicos quien se metamorforseaba en diversos animales, para ayudar a sus hermanos que con devoción y confianza reclamaban sus milagros.

Desde Miami, en La Florida, el día viernes 12 de enero de este 2024…

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