sábado, 25 de marzo de 2023

Para revivir recuerdos


Algún día no muy lejano, el alzhéimer tendrá cura y las sensaciones vividas por una persona podrán ser trasladadas a otras personas gracias a la tecnología, como en las películas y en un futuro seguramente cercano será posible revivir recuerdos de otra persona enchufándonos a su memoria… El poeta Mario Benedetti solo se acordaba de lo que quería acordarse y en algún sitio dejó dicho que él no sufría de amnesia, lo que en realidad le sucedía a su memoria era que él desechaba malos recuerdos sin necesidad de recurrir a drogas que los borrasen.

Hoy día el estrés postraumático que padecen las personas que han sufrido una experiencia emocional negativa puede aliviarse con fármacos que impidan el golpe del mal recuerdo… Uno de ellos, es el propranolol, un preparado que bloquea los receptores beta de adrenérgicos y con ello modifican el impulso nervioso que acompaña el recuerdo de todo evento traumático. Dicho de otra manera: la adrenalina que se libera en situaciones de peligro desaparece del recuerdo cuando interfiere dicho fármaco, suavizando así el golpe a la memoria.

Otro fármaco que podría formar parte de los llamados “amnésicos” es Gilenya, nombre con el que se comercializa el fingolimod, un inmunomodulador que actúa relajando los ataques del sistema inmune sobre el sistema nervioso en la esclerosis múltiple. Según estudios realizados con ratas, se descubrió que el inmunomodulador atenuaba el miedo de las ratas a recibir otra nueva descarga eléctrica, reduciendo así su estrés postraumático.

Ambos medicamentos actúan de alguna manera sobre el sistema nervioso, ya sea reduciendo el ataque del sistema inmune en el caso del fingolimod o la transmisión de alerta en el caso del propranolol, disminuyendo la ansiedad que envuelve todo recuerdo desagradable. Con ello desaparece el impacto negativo del mal recuerdo, convirtiéndolo en un recuerdo a secas.

Si seguimos en esta línea podríamos pedir que, de alguna manera, se consiguiese hacer lo mismo con los buenos recuerdos, o por el contrario, es decir, traerlos hasta el presente sin que el filtro de la memoria nos los atenúe… También podríamos pedir que nuestros buenos recuerdos se pudiesen compartir, que los pudieran vivir otras personas…

Las posibilidades que se abren ante un avance tecnológico de este tipo, una especie de casco que se coloque uno y lo conecte con otras memorias son inmensas, pues cualquiera podrá revivir las sensaciones de alguien una vez que ese alguien haya muerto. Esto incluiría las emociones de personajes históricos frente a determinadas encrucijadas y conflictos varios, así como las emociones de los deportistas ante retos olímpicos, pasando por la experiencia intelectual de grandes personalidades de la literatura. La idea ya existía hasta en el cine…

El Proyecto Brainstorm es una película de ciencia ficción de 1983 que fue la última película de Natalie Wood (https://bit.ly/40lmpdG) dirigida por Douglas Trumbull e interpretada por Christopher Walken y Natalie Wood, quien murió inesperadamente durante la filmación, lo que alteró completamente la trama original en la que un grupo de científicos inventa un casco que puede detectar todos los pensamientos, sentimientos y sensaciones del que lo usa, grabarlos, y que otra persona los reciba.

Con esa película Douglas Trumbull se adelantó a la realidad virtual: la inspiración para el “Proyecto Brainstorm” vino de trabajos del doctor Stanislav Grof(1931), un psiquiatra checo que vive en Estados Unidos desde 1960 y fue uno de los fundadores de la psicología transpersonal; investigador pionero en el uso de “los estados alterados de conciencia con los propósitos de sanación, crecimiento e introspección”. Grof recibió el premio VISION 97 concedido por la Fundación de Dagmar y Vaclav Havel, en Praga, el 5 de octubre de 2007.

Stanislav Grof estuvo viviendo en Checoslovaquia y después en Estados Unidos estuvo investigando reproducir los efectos beneficiosos del LSD y desarrolló técnicas de respiración, musicales, y usando imágenes, todo esto llevaba a una experiencia muy profunda. Todos estos conocimientos están en las llamadas 'Las cintas de George Thandorz', con técnicas para hacer llegar al espectador a un estadio superior de entendimiento".

El catedrático de Paleontología Juan Luis Arsuaga, ha hablado de la dualidad del alma del ser humano señalando que por un lado, tenemos el alma racional y analítica, por el otro tenemos el alma irracional y mágica que es origen de toda expresión artística. Arsuaga unificaría los dos aspectos de la misma, destacando que ellos se hacen complementarios. Donde puede comprenderse bien es en el arte de la novela, cuyo origen es racional y newtoniano desde, Cervantes hasta el siglo XX, que es cuando la novela pasa a ser “relativista y quántica” -con “q”- según recoge el crítico Manuel García Viñó en uno de sus estudios titulado La novela relativista y quántica.

El tiempo en el que se desarrolla la trama de la novela clásica es lineal, todo lo contrario de lo que ocurre en la novela quántica donde, según Garcia Viñó, los fragmentos se suceden como si fueran escenas, cada una situada en un tiempo diferente para contar antes lo que pasa después. Según la teoría de Viñó, podemos concretar la primera novela quántica que rompe con el planteamiento mecanicista es En busca del tiempo perdido de Proust entre 1908 y 1922 donde nos habla de un tiempo “sin pasado ni futuro, que es el tiempo propio de la creación artística”.

Con Proust, la memoria involuntaria empieza a tomar distancia de la memoria consciente, lo que nos devuelve al documental de Carlos Saura, Las paredes hablan, donde el cineasta recientemente fallecido a partir de una serie de entrevistas a pintores, grafiteros y muralistas sin olvidarse de un catedrático de Paleontología nos dirá que su propia expresión artística, en vez de ir en progresión, iba en regresión hasta alcanzar las paredes de las cuevas donde el ser humano expresó sus miedos y sus deseos hace 30.000 años.

Estas ideas son tomadas, - y algunas textualmente- de El hacha de piedra una sección donde Montero Glez (1965)(https://bit.ly/3ltE986), brillante periodista y escritor español columnista del El País, España, con voluntad de prosa, ejerce su asedio particular a la realidad científica para manifestar que ciencia y arte son formas complementarias del conocimiento.

Maracaibo, sábado 25 de marzo del año 2023

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