jueves, 28 de marzo de 2019

The Matrix y la actualidad



The Matrix y la actualidad…

En “Letralia”, hace unos días, el 21 de marzo de este año, Maikel A. Ramírez Á., publicó un trabajo titulado The Matrix: el desierto de lo real veinte años después”. Me enteré que este joven es Profesor e investigador de la Universidad Simón Bolívar, Sede del Litoral y es Magister en literatura latinoamericana, y dicta el “estudio general sobre: Viaje a través del tiempo: literatura y cine de ciencia ficción”. Es poco frecuente tropezarse con quien maneja estos tópicos y menos con un experto en literatura, por lo que decidí atreverme a usar parte de lo que él escribió, para brevemente ofrecer a mis lectores una visión de sus interesantes planteamientos.

Jonathan Swift, en su sátira Los viajes de Gulliver, no creía en una la sociedad ideal cuando se le ocurrió la invención de la isla flotante Laputa, en una de esas tierras mágicas donde el sueño utópico de Thomas More se hacía realidad y existiría una isla donde se acabarían las plagas, las injusticias y, sobre todo, los políticos. Aquel perdido paraíso, como el de Milton, se planteaba varios siglos atrás, y casi que parecía hacerse realidad. La esperanzadora utopía de More, dependería quizás de las nuevas tierras americanas donde la felicidad sí que parecía estar al alcance de los humanos.  

Era 1999 en el filme The Matrix, ni la utopía de Thomas More ni el progreso científico y tecnológico de la humanidad importaban mucho, pues aquella teórica época (1999) no era real y sucedía que la humanidad se hallaba  totalmente engañada, pues lo que veíamos estaba sucediendo en el año 2199 y la Tierra para esa época ya estaba totalmente destruida. Así pues, desde aquel año de 1999 cuando el filme The Matrix se estrenó, han venido sucediendo muchas cosas: en 2001 un grupo de terroristas islámicos derribó el World Trade Center; en el 2003 se inició la Guerra de Irak; en el 2010 se dio la Primavera Árabe y cayeron los tiranos Husein, Mubarak, Gadafi, Ben Ali y Abdalá Saleh; ya en manos de la tecnología vimos como en el 2017 Arabia Saudí le concedió la ciudadanía a la androide Sofía, una máquina desarrollada por la firma tecnológica Hanson Robotics con la apariencia de Audrey Hepburn y al año siguiente, en 2018, el japonés Akihiko Kondo contrajo matrimonio con un personaje de la realidad virtual, Hatsune Miku, que no es de carne y hueso, sino un holograma capaz de reconocer la cara y la voz de Kondo y con su cámara y micrófono integrados puede responderle con frases y canciones sencillas. 

Hoy, cuando creemos entender que las utopías son proyectos irrealizables, las distopías se han instalado firmemente entre nosotros: “las hay de a dos por locha” diríamos en maracucho. Con 1984, George Orwell no sólo describía el comunismo estalinista, también nos advirtió sobre los peligros del Estado totalitario cuando se dispone de la tecnología para controlar a la población. Actualmente en la China de Xi Jinping los ciudadanos son clasificados mediante una aplicación en sus teléfonos, al tiempo que veinte millones de cámaras distribuidas en la nación los vigilan sin tregua. Para no quedarse atrás y quién sabe si será para recordarnos que esta es una singular época, los directores del filme Matrix, los hermanos Andy y Larry Wachowski, cambiaron de género y se convirtieron en las hermanas Lana y Lilly Wachowski. 

El positivismo científico actual, nos ha llevado a creer y a temer, que a través de los avances de la ciencia y la tecnología es factible precisamente la aniquilación de nuestra especie y del planeta entero, acercándonos hacia la medianoche de nuestra total extinción. La actual situsción de Venezuela, lleva a pensar en que “para muestra, un botón”… El filme The Matrix tampoco se fiaba de La Utopía de More ni del progreso científico y tecnológico con una humanidad engañada, cuando ya la Tierra había sido destruida. Las  inteligencias artificiales nos vencieron en una guerra hacia el final del siglo XX, cuando Neo (Keanu Reeves), era un hacker que intentaba infructuosamente llevar una vida normal, con un trabajo de oficina análogo a un personaje kafkiano, hasta que fue desconectado por Morfeo (Laurence Fishburne), quien junto a Trinity (Carrie-Anne Moss) y otros rebeldes habían esperado, como los venezolanos del 2019, el regreso de “el mesías”, el hombre que, según lo dictaba el oráculo, liberaría a la humanidad de The Matrix.

En su provocador ensayo Homo deus: breve historia del mañana, Yuval Noah Harari conjetura como el predominio del algoritmo y de la inteligencia artificial empujará a la humanidad a prolongadas inmersiones en realidades virtuales lo que provoca terror al pensar en lo que esta tecnología podría significar en manos de un Estado totalitario, que según el experto en inteligencia artificial Kai-Fu Lee, podría cohabitar con la industria privada en proyectos de notable envergadura tecnocientífica. The Matrix parece haberse adelantado a este escenario prescindiendo de islas físicas como Laputa de Gulliver y la ilusionada región utópica de More para plantear como el aislamiento puede ser mental si se cuenta con el dispositivo tecnológico apropiado. Hasta aquí, me detengo en este escrito, que he dispuesto para mis lectores tomando en gran parte lo que ya ha escrito el joven profesor M.A. Ramírez Á, de quien sugiero lean el original, mucho más extenso en Letralia para estimular otra vez el interés de ustedes… Por la realidad actual, o por la ciencia ficción.

Mississauga, Ontario jueves 28 de marzo del año 2019

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