Murnau y Nosferatu
Francamente hablando, yo iba a conversar nuevamente sobre la literatura
para niños y las diferencias entre Horacio Quiroga y Monteiro Lobato y de sus
libros para niños… Jaoevel, como decía Sam Chack un chinito amigo mío, por
allá, en la década de los 60, creo que dada la situación que se vive en
Venezuela, quizás es mejor hablar sobre el cine de terror…
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Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, se
interrumpió la carrera teatral, pues Murnau se unió al combate como piloto
aéreo, y sufrió un grave accidente aéreo en Suiza. Su prestigio le condujo a ir
entre 1926 y 1931, a Hollywood con un contrato con la Fox. Después de la
finalización del rodaje de su último film americano, y antes del estreno,
Murnau murió tras un accidente automovilístico, en Santa Mónica, en marzo de 1931. Fue enterrado
en Alemania, cerca de Berlín, en el mausoleo familiar con sus padres y
hermanos. La cripta fue profanada y el ataúd abierto en los años 70. En el 2015
se descubrió que la entrada al mausoleo había vuelto a ser forzada y se habían
llevado el cráneo. Restos recientes de cera derretida sobre el ataúd apuntan a
un ritual satánico.
Murnau empezó su carrera en Alemania en 1919 con El muchacho en azul, y rodó 3
filmes con el mismo director de fotografía (Karl Hoffmann, llamado el Mago), adicionalmente
rodaría otros 4 filmes. Con El
castillo Vogelöd, de 1921, filmado en dieciséis días, Murnau evidenció
su talento para crear una atmósfera angustiosa. Esta habilidad, más refinada,
le condujo en 1922, a su
película más famosa, Nosferatu. Eine
Symphonie des Grauens, una adaptación peculiar de la célebre novela Drácula de Bram Stoker. La viuda de Stoker demandaría a Murnau por sus derechos de autor y al
perder el pleito, Murnau fue condenado a destruir todas las copias.
Afortunadamente algunas se conservaron, lo que permitió que en la actualidad Nosferatu esté perfectamente
disponible para el público. Nosferatu, eine Symphonie des Grauens
representaba la desmoralizadora derrotada de Alemania tras la Primera Guera Mundial,
haciendo parecer al vampiro ( MaxSchreck) como una rata que sabía dónde conducir la plaga.
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La última película alemana de Murnau fue la
carísima Fausto (1926), con Gösta Ekman de protagonista, Emil Jannings como Mefistófeles y Camila Horn como Gretchen. La película de
Murnau imita el ritmo clásico de la historia de Fausto de la
versión de Goethe. Cuidadoso, tranquilo e innovador, el film contiene muchas
imágenes memorables y efectos especiales y alarmantes, con una cuidada atención
a los claroscuros. La escena más llamativa presenta a Mefistófeles
(Jannings) como una figura gigante y burlona, cornado y con alas negras, que se
cierne sobre una ciudad sembrando las semillas de la plaga. Las interpretaciones
de Ekman de viejo, que se va rejuveneciendo a lo largo del film, partiendo de
un barbudo anciano a un apuesto joven son excelentes, así como la del citado
Jannings (personaje siniestro, amargo y cínico) y la de la desconocida Camilla
Horn, que representa memorablemente a la trágica Gretchen.
Se cree que la mayoría de las películas alemanas de
Murnau no se conservan, pero existe la Fundación Murnau (Murnau Stiftung)
de Alemania que ha venido reconstruyendo viejos filmes suyos, como El castillo Vogeloed, de 1921, o
más aún como Phantom, de
1922, que se consideró perdida durante muchos años hasta que en 2002 se
encontró una copia en buen estado y pudo editarse con añadidos. De estas
películas y de otras de Murnau, podremos conversar más en otra oportunidad,
ojalá que en tiempos más favorables.
Mississauga, Ontario, domingo 31 de marzo, del año 2019
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