Lichtenberg
y Chladni tienen sus cráteres en la luna
Existen
1.517 cráteres de impacto lunares y han sido considerados accidentes
selenográficos usando los nombres de científicos, eruditos, artistas y
exploradores ya fallecidos que han hecho contribuciones destacadas o
fundamentales en su campo. También se han nombrado ciertos cráteres en honor a
cosmonautas rusos y astronautas estadounidenses fallecidos. Hay dos alemanes
del siglo XVIII quienes tienes “sus cráteres lunares” y de los cuales poco
sabemos. La idea de esta breve nota es mencionarlos unidos en esta ocasión por
una lunática coincidencia.
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Georg
Christoph Lichtenberg realizó dos largos viajes a Inglaterra, en 1770 y en 1774
a 1775. En 1770 el Rey Jorge III de Inglaterra y Hannover lo recomendó para ocupar una plaza de
profesor de filosofía. Hasta 1774 realizó observaciones astronómicas en el
Observatorio de Gotinga. En 1777 realizó experimentos fotográficos con alta
tensión, esparciendo licopodio en polvo sobre una placa altamente electrizada,
y las imágenes se llamaron Lichtemberg.
Construyó un generador/capacitor para generar altas descargas eléctricas, las
cuales "disparaba" contra polvo que descansaba sobre algún material
aislante y formaba unas figuras ramificadas que hoy en día se conocen como figuras de Lichtenberg, descubriendo
con ello el principio sobre el cual hoy funcionan las fotocopiadoras. Sin
embargo, es más conocido por, los "Waste Books" los cuales contienen
pensamientos de Lichtenberg que influenciaron en la obra de pensadores como
Kant, Tolstoi, Freud, Wittgenstein y Nietzsche; Schopenhauer llegó a decir de
Lichtenberg que era de los pocos pensadores originales por ellos mismos.
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La
admiración de Chladni por Lichtenberg le llevo a plantearle y discutir sobre
problemas de Física, donde su profesor “creía más en un origen cósmico que telúrico
para las fuerzas de la naturaleza”. De estas conversaciones partiría los
estudios de Chladni sobre los meteoritos que publico en 1803 con el titilo de “Reflexiones sobre el origen de diversas masas de hierro natural”, infiriendo que las
masas de hierro natural no son otra cosa que la substancia de las bolas o
globos de fuego. El origen extraterrestre de los meteoritos. Esta propuesta fue
muy discutida en su época (lo que le trajo algunas burlas, ya que por entonces
se creía que eran de origen volcánico) y, con este libro, Chladni se convirtió
también en el fundador de la investigación moderna sobre los meteoritos. El
cráter lunar Chladni lleva este nombre en su honor. Publicaría: Ensayo de una exposición de la ciencia de los tonos (Leipzig, 1787), Tratado de acústica (Leipzig,
1802) y Nuevo tratado de Acústica
(Leipzig, 1812), Origen de la masa de
hierro encontrada por Pallas (Riga, 1794), De los meteoros ígneos (Viena, 1820).
Maracaibo, 27 de enero del año 2017
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