jueves, 6 de abril de 2023

Recuerdos del ayer


Espero puedan excusarme por esta ocurrencia mía, la cual en medio de un blog y para este año 2023 parecería, una absoluta y temeraria disgreción, o una majadería... Estuve en San José, de Costa Rica por vez primera, de los días primero al 5 de diciembre del año 1970, en el Segundo Congreso Centroamericano y Mexicano de Patología, donde participé con un trabajo libre. Desarrollo del virus de la rabia en humanos y en animales.

El evento estaba organizado por el doctor Rodolfo Céspedes Fonseca, un patólogo costarricense a quien recién conocía; un señor calvito, aquel “petiso tico”quien era un experimentado patólogo con una energía y capacidad de trabajo admirable. Este Congreso fue para mí la ratificación de una verdad que habría de sostener durante toda mi vida. Me dije en aquellos días y lo divulgaría siempre entre los patólogos de mi país; que si queríamos aprender más y mantenernos actualizados deberíamos asistir a esos eventos de colegas en el país y a todos los de la SLAP (la Sociedad Latinoamericana de Patología).

Como una muestra puedo recordar casos que se presentaron en aquel Congreso Centroamericano: -los resultados de una revisión de miles biopsias del cuello uterino en Costa Rica (1962 a 1969, con 418 casos de cáncer invasor); -un trabajo con 10.000 biopsias sobre la patología tiroidea; -Rodolfo Céspedes informó sobre 12 casos de blastomicosis sudamericana sistémica; -me enteré de que existía un 6% de toxoplasmosis ¡en el examen de 4.000 placentas!, y -conocí los estragos del Angiostrongylus costarricenses, escuchando de casos de angiostrongylosis abdominal, una enfermedad que (afortunadamente) no conocíamos en nuestro país.

Héctor Márquez Monter, quien era un patólogo muy respetado en México e importante miembro de la SLAP, demostró: ¡la participación mitocondrial en la absorción intestinal de la rata! El profesor Ruy Pérez Tamayo dictaría una interesante conferencia sobre: “la forma como el colágeno se desintegra y se autoelimina en granulomas desmoplásicos experimentalmente producidos por la inyección subcutánea de Carragenina”. Estuvo presente Javier Arias Stella quien nos mostró 20 casos de linfomas endonasales, y me complació mucho estar en la presentación del doctor Alberto Angulo Ortega, de Venezuela, nuestro conocido experto patólogo pulmonar que demostraría nódulos pulmonares calcificados con criptococos neoformans y casos de blastomicosis suramericana pulmonar.

Como fruto de todas estas experiencias positivas, decidimos en Maracaibo planificar para comienzos del siguiente año, 1971, un evento local sobre lo que ya comenzábamos a denominar lo que hacíamos, como patología ultraestructural. Del 18 al 21 de abril en Maracaibo hicimos en Maracaibo el Primer Simposio Venezolano de Patología Ultraestructural. Asistieron invitados profesores de la Universidad de Buenos Aires, Enrique Valdivia de la Universidad de Wisconsin, Julio Ospina del Instituto de Cancerología de Bogotá, Ruy Pérez Tamayo de México, e investigadores del IVIC y patólogos de Caracas, los doctores Leandro Potenza y César Alemán quienes también utilizaban el microscopio electrónico. El afiche y los programas de este evento fueron obra del artista zuliano Francisco Bellorin (1941-2018) quien fallecería años después en Maracaibo a los 77 años de edad…


El Laboratorio de Microscopía Electrónica (ME) del Sanatorio Antituberculoso de Maracaibo, había sido creado siguiendo las directrices del profesor Fernández Morán, quien para la fecha trabajaba ya en el Instituto Fermi de la Universidad de Chicago. El sabio, nos había visitado personalmente ese mismo año 1971 para conocer el Laboratorio con el ME del Sanatorio Antituberculoso de Maracaibo donde desde comienzos del año 1969 habíamos instalado siguiendo sus muy precisas instrucciones, un microscopio electrónico JEM 7 A, de alta resolución que el Dr. Pedro Iturbe había logrado como donación de la Lotería del Zulia.

Después de estas favorables experiencias, con Enrique Murcia Diaz nuestro fotógrafo y Jesús Vivas el técnico en ultraestructura, prepararíamos una exposición de carteles y fotografías del ME para este evento y la misma exposición sobre patología y ultraestructura sería presentada ese año 1971 en el mes de noviembre cuando la SLAP lograría organizar su evento bianual en el hotel del lago de Maracaibo, un importante logro del Dr. Franz Wenger quien contaría con el respaldo absoluto de los patólogos de la ciudad y con la colaboración de Alberto León el patólogo de Valera, para la época el Secretario de la Sociedad Venezolana de Anatomía Patológica (SLAP).

Sobre este tema, lo dije una vez en un evento de la SLAP en Managua y lo puedo repetir aquí por escrito, el doctor López Corella quería que relatase las incidencias que llevaron a la realización del mítico VIII Congreso de la SLAP pues en una decisión previa acordada en el VII Congreso de la SLAP, debería hacerse en Caracas, donde los jefes de los diferentes Servicios de Patología, Leandro Potenza del hospital Militar, Alberto Rivero del Instituto Anatomopatológico de la Universidad Central y Blas Bruni Celli del Instituto del Hospital Vargas, no lograron ponerse de acuerdo para organizar el evento de la SLAP y existía el rumor de que no que no se iba a poder realizar y cuando todo parecía indicar que ese año no habría Congreso Latinoamericano, Franz Wenger, instaló el VIII Congreso en el Hotel del Lago de Maracaibo.

Siempre regreso a la historia del trabajo libre presenciado en el evento del hotel del Lago, por el ginecólogo Jorge Nagel y el patólogo Elio Casale, sobre las “displasias rosadas” del cuello uterino, donde Casale vio papovavirus, y JT Nuñez Montiel me propuso investigásemos sus casos de él con el ME y nos preparásemos para el XIX Congreso de la SLAP que se dio en la ciudad de Mérida, Yucatán, México, en 1973, donde llevamos el trabajo “Colposcopia, histopatología y ultraestructura de papilomas y condilomas genitales” y otro titulado “Identificación de partículas virales en el exudado de pacientes con papilomas y condilomas genitales”.

Lo anecdótico, ya referido en otras ocasiones, fue como Javier Arias Stella me dijo de la importancia de lo que con el tiempo se demostraría sobre el cáncer del cuello uterino y los virus que habíamos presentado. Años después, cuando Zur Hausen en Alemania lo confirmó en 1980, el VPH ya era un tema trajinado por todos en la patología universal y le tocaría nuevamente a Arias Stella ratificarlo como logro de los patólogos latinoamericanos la Revista de Patología de la SLAP “Patología en un país en desarrollo. Experiencia de una vida”. Patología (Mex) 1993,31: 1-5.

El primer Congreso de la SLAP al que asistí se dio en Buenos Aires en 1969 y este año 2023 se volverá a dar un evento similar en Buenos Aires 64 años después y debo estar muy agradecido por estar todavía presente en este planeta tierra… Lamentablemente, la situación económica a que nos ha sometido este infame narcorégimen, pesa mucho más que la edad, para impedirme asistir al evento.

Maracaibo, jueves 6 de abril, del año 2023

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