martes, 25 de noviembre de 2025

Guy de Maupassant(


 Henry René Albert Guy de Maupassant(1850-1893) Fue un novelista francés, hijo de una familia de pequeños aristócratas y librepensadores, recibió educación religiosa pero en 1868 provocó su expulsión del seminario, donde había ingresado a los trece años, y al año siguiente inició en París estudios de derecho, interrumpidos por la guerra franco-prusiana, los cuales reemprendería en 1871.

En 1879, su padre logró que ingresara en el ministerio de Instrucción Pública, que abandonó para dedicarse a la literatura. Su gran maestro y amigo Gustave Flaubert lo introdujo en el círculo de escritores de la época, Émile ZolaIván Turgueniev, Edmond Goncourt y Henry James. Su primer éxito, que apareció un mes antes de la muerte de Flaubert, fue el célebre cuento Bola de sebo, recogido en el volumen colectivo Las noches de Medan (1880).

En 1880 publicó su libro de poemas, Versos. Maupassant es autor de una extensa obra entre cuentos y novelas, en general de corte naturalista. De ellas cabe señalar La casa Tellier (1881), Los cuentos de la tonta (1883), Al sol (1884), Las hermanas Roudoli (1884), La señorita Harriet (1884), Cuentos del día y de la noche (1885) y La orla (1887); y las novelas Una vida (1883), Bel Ami (1885) y Pierre y Jean (1888). Después de su muerte se publicaron varias colecciones de cuentos: La cama (1895), El padre Milton (1899) y El vendedor (1900).

La obra de Maupassant siempre estuvo marcada por un pesimismo y un nihilismo existencial. El escritor hace del cuento algo angustioso de leer y la fusión de lo fantástico y la neurosis más obsesiva es producto del interés por los avances de la psiquiatría en la segunda mitad del siglo XIX: el inconsciente, la personalidad múltiple, el sonambulismo o la histeria, que desembocan en las tesis de Freud y Jung.

La psiquiatría abre nuevas posibilidades para superar el mundo racional, sumergirse en el lado oscuro de la mente (lo onírico, lo fantástico, lo monstruoso, lo abyecto) y sacar a la luz los miedos, los deseos reprimidos, las frustraciones, con una intención subversiva en relación al plácido y ordenado mundo burgués. Maupassant empleó el terror para abrirnos la puerta hacia nuestra otra existencia, hacia la vida de ese doble que todos llevamos dentro, hacia nuestros propios fantasmas y demonios.

El Horla (en francésLe Horla) es un relato corto de terror de 1887 escrito por Guy de Maupassant, partiendo de una versión inicial, mucho más breve, publicada en el periódico Le Gil Blas el 26 de octubre de 1886. Existen tres versiones del relato, la última es la más consultada actualmente, más larga que las anteriores y publicada en 1887 en la antología de relatos del mismo nombre.

El autor describe la decadencia progresiva y dramática del narrador perseguido por una criatura invisible, llamada "el Horla", que desconoce si es real o el resultado de un trastorno psiquiátrico. Intentará deshacerse de este por todos los medios posibles. En este relato psicológico, Maupassant presenta un personaje autodestructivo constantemente torturado, inicialmente vencido por la duda y que acaba hundiéndose en la demencia a través de diversos estados, como paranoia, alucinaciones, ataques de ansiedad,  parálisis del sueño, con los que debatirá.


Redactado en forma de un diario íntimo, con un preciso registro de fechas y acontecimientos, Le Horla, de Guy de Maupassant, narra la historia de un hombre acaudalado que vive en una mansión al borde del Sena, cerca de París. La acción se desarrolla entre el 8 de mayo y el 10 de septiembre. En un principio, todo se refiere al gozo de la existencia, a la identidad, que será lo que acabe destruyendo al protagonista. Maupassant no elige la forma de un diario aleatoriamente: decide que es esta la mejor forma de tratar el tema de la presencia de un ser que se apodera del alma y la voluntad de un ser humano. Maupassant privilegia al narrador autodiegético, consiguiendo que al contar su propia historia sea el centro de atención, y que el héroe se convierta en víctima. La historia nos zambulle rápidamente en unos fenómenos irracionales que desatan el miedo, la angustia y la desesperación del protagonista. El narrador se siente un día plácidamente feliz y al otro cansado y sin poder moverse. Algo se lo impide, lo horroriza, apoderándose de él. Una presencia invisible que le roba la energía, que se sienta sobre su pecho.

Afectado durante toda su vida de graves trastornos nerviosos, en 1892, tras un intento de suicidio en Cannes, fue ingresado en el manicomio de París, donde murió, después de dieciocho meses de agonía, en medio de una parálisis general.

En Maracaibo, el martes 25  de noviembre del año 2025


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