viernes, 14 de octubre de 2022

De drogas y narcos


“Los opioides" se encuentran de forma natural en la planta de amapola o adormidera. Si la estructura química de estas drogas se replica en laboratorios, se habla de la fabricación de “opioides sintéticos” o semisintéticos… En Bélgica, la compañía farmacéutica Jannsen fundada por el doctor Paul Janssen desde 1953 buscaba sintetizar una sustancia equivalente a la morfina, un opioide que fuera menos peligroso por sus efectos colaterales y su fabricación fuese más sencilla.

En los 9 años siguientes, Janssen y colaboradores sintetizaron más de una docena de compuestos hasta que en diciembre de 1960 la sustancia que estaban buscando había sido creada y la bautizaron fentanilo. Era entre 50 y 100 veces más potente que la morfina, su acción comenzaba en el término de minutos luego de ser infundida y su fabricación era relativamente sencilla. El fentanilo resultó ser un opioide sintético que se parece a la morfina, pero que es hasta 100 veces más potente.

Hoy día, el fentanilo es un importante factor contribuyente a las sobredosis mortales y no mortales en los E. U.A. Más de 150 personas mueren cada día por sobredosis relacionadas con opioides sintéticos como el fentanilo. Las muertes por sobredosis de fentanilo y otros opioides sintéticos alcanzaron otro récord en los Estados Unidos entre febrero de 2021 y febrero de 2022, casi 109.000 personas perdieron la vida por esta razón.

Esto hace que la epidemia de sobredosis en Estados Unidos se encuentre en un nivel sin precedentes: una víctima mortal cada cinco minutos. Anne Milgram, administradora de la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés), dijo en diciembre que el gobierno de los Estados Unidos, incautó suficiente fentanilo en 2021 como para dar a cada estadounidense una dosis letal. Mucha gente se pregunta qué estará haciendo la DEA ante este auge de la drogadicción en territorio norteamericano…

Ante estas cifras estadísticas estremecedoras, Enderson Sequera, director estratégico del medio digital de análisis político Politiks y expresidente de la Federación Venezolana de Estudiantes de Ciencias Políticas, hace una semana que opinaba sobre…: “el canje de “presos políticos americanos inocentes por narcotraficantes probados es un “terrible precedente”... “Básicamente, la administración Biden envía un mensaje a Maduro -y a sus aliados autócratas alrededor del mundo- de que lo único que necesitan para torcer el brazo del sistema de justicia americano es tomar rehenes estadounidenses para usarlos como ficha de cambio. Este canje crea incentivos perversos que los autócratas y enemigos de la democracia usarán para sentarse a negociar directamente con Estados Unidos”.

Los Estados Unidos siempre han tendido a exteriorizar la amenaza del narcotráfico, culpando a los países de origen -Turquía, México, Colombia y Afganistán- de las epidemias de opioides y otros problemas relacionados con las drogas que padece en su propio territorio. Un asombroso 90 % de la heroína en los Estados Unidos viene del sur de la frontera y, por ello, Trump diría: “construiremos un muro que ayudará muchísimo contra este problema”. Un espectáculo de la lucha contra las drogas de los Estados Unidos fue la campaña militar de bombardeos contra laboratorios de heroína en Afganistán, pero la historia demuestraría que estas operaciones de interceptación no resuelven la crisis de muertes por sobredosis.

En lugar de culpar a los cultivadores de amapola en otros países la sociedad estadounidense y su gobierno, deberán abordar las causas internas de la crisis de opioides y factores como la desigualdad y la exclusión social, la penalización fallida y débil a traficantes y a los consumidores de drogas y en particular a una industria farmacéutica absolutamente fuera del control gubernamental. Un ejemplo puede ser lo sucedido a partir de la introducción de OxyContin en 1995 cuando comenzarían a usar los comprimidos de OxyContin reduciéndolos a polvo, por vía intranasal, intravenosa, intramuscular o subcutánea, o incluso por vía rectal para facilitar su rápida absorción en el organismo con muertes relacionadas con la oxicodona y otras sustancias depresoras del sistema nervioso central como el alcohol o la benzodiacepinas.

Los adictos descubrieron rápidamente que existían métodos fáciles para separar el principio activo de los excipientes, la extracción en agua fría, una estrategia parecida, a la usada por el gobierno canadiense, (distribuición de la metadona en combinación con una bebida refrescante en polvo). La oxicodona tiene efectos similares a la heroína y a la morfina y tiene una tipología de abuso parecida produciendo menor sedación que la morfina y menos somnolencia que la heroína. En el mercado negro el precio ha llegado a ser de 50 centavos a un dólar por miligramo, (30 a 60 veces más caro que el oro). La oxicodona puede ser letal si su uso se da en combinación con sustancias depresoras del sistema nervioso central, como el alcohol.

En su modalidad recetada (legal), el fentanilo se conoce como “Actiq®, Duragesic® y Sublimaze®". El fentanilo se puede consumir, con receta médica, en pastillas, inyecciones y parches cutáneos. El fentanilo es recetado para pacientes con dolores intensos o crónicos; supuestamente a quienes "presentan tolerancia física a otros opioides". Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad John Hopkins de los Estados Unidos, “entre un tercio y la mitad de los pacientes a los que se administró fentanilo no lo debió haber recibido, pues sólo debe emplearse cuando otros opioides fueron ineficaces”.

Según el gobierno de los Estados Unidos, el fentanilo se vende ilegalmente bajo los siguientes nombres comunes: "Apache, China Girl, China White, Dance Fever, Friend, Goodfellas, Jackpot, Murder 8 y Tango & Cash". Ilegalmente se vende "en forma de polvo; vertido en gotas sobre papel secante; en envases de gotas para los ojos o rociadores nasales; o en pastillas parecidas a las de otros opioides recetados".

Algunos traficantes de drogas, combinan el fentanilo al momento de su fabricación con otras drogas (como heroína, cocaína, metanfetamina y MDMA) para hacerlo más barato y al consumirlo, el fentanilo se une a receptores opioides en el cerebro que controlan el dolor y las emociones. Algunos de los efectos del fentanilo son: felicidad extrema, aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, problemas al respirar y pérdida del conocimiento. La sobredosis de fentanilo provoca síntomas como apnea, convulsiones, aumento de la presión arterial y depresión del sistema respiratorio, que es la causa principal de muerte. La administración de “Naloxona” como medicamento, administrada inmediatamente puede contrarrestar una sobredosis de fentanilo.

Otras drogas podrían contener niveles mortales de fentanilo, y no se puede ver, ni percibir su sabor, ni percibir su olor. Es casi imposible saber si las drogas fueron mezcladas con fentanilo; si se analizan las drogas con tiras de prueba de fentanilo- puede ser la diferencia entre la vida y la muerte- las tiras de prueba son baratas y por lo general dan resultados en 5 minutos. Aunque la prueba dé resultados negativos, se debe tener precaución, ya que las tiras de prueba podrían no detectar drogas similares al fentanilo que son más potentes, como el carfentanilo.    -      Hasta aquí este breve artículo informativo sobre la tragedia de los narcóticos que mueve millones de dólares y que sigue destruyendo la vida de miles de personas mientras consolida fortunas y afianza regímenes de fuerza.

En Londres, el viernes 14 de octubre del año 2022




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