martes, 30 de diciembre de 2025

Terrence Vance Gilliam


Nacido el  22 de noviembre en 1940, exactamente un año después de mi fecha de natalicio, Terry Guilliam, es un actor y director de cine, británico quien nació en Minnesota, Estados Unidos, y es reconocido por haber sido uno de los miembros del grupo humorístico británico Monty Python. Gilliam estudió Ciencias Políticas en California, pero su infancia transcurrió en la comunidad rural de Medicine Lake, donde su padre era carpintero. En 1951 se trasladó con su familia a California. 

El 30 de enero del año 2016, en este blog lapesteloca, conversé sobre el don Quijote de Cervantes en el cine y de cómo lo vieron los rusos, y cuanto luchó con el personaje el director de cine Orson Wells (https://bit.ly/1St69Ae ) hasta que luego, en una segunda parte (https://bit.ly/1WUikXm), hablaría sobre el Quijote de Terry Gilliam, como director de cine y sobre las desventuras de este polifacético personaje quien luchó durante 17 años para finalmente presentar en el Festival de Cannes del año 2018 su película “El hombre que mató a Don Quijote”.

En aquellos días, que ahora siento muy lejanos, en el 2016 había logrado al fin ver la película y la había disfrutado gracias a un “link” que me hizo llegar mi hijo Francisco quien con Fernando mi hijo menor tomándonos unas cervezas en el Centro Plaza de Caracas  en diciembre del 2015 y comenzamos una quijotesca charla sobre DonQuijote en el cine. Hoy voy nuevamente a hablar sobre este director de cine, ya comentado en varias de mis películas favoritas y antes ya escribiría sobre una de ellas: El pescador de ilusiones.

El padre de Terry Guilliam era aficionado a la magia, y su hijo la aprendió de él, pero escondía sus sentimientos, detrás de sus dibujos. A los 14 o 15 años, al ver una película de Kubrick (Senderos de Gloria) sobre la injusticia de la guerra, tuvo una auténtica epifanía, al descubrir que el cine tenía el poder, para decir algo que valíera la pena escuchar. Con una gran afición por el dibujo, y una especial admiración hacia Disney, Terry leía muchos cómics, le gustaban las ilustraciones clásicas, las caricaturas y las tiras cómicas de los periódicos especialmente la publicación MAD, por aquel entonces y que se volvería MAD Magazine unos años después, dando forma al particular imaginario estilo humorístico, satírico y sarcástico de Terry Gilliam.

Terry estudió en la Occidental College, empezando allí a estudiar Física, cambiándose más tarde a Arte y terminó por graduarse en Ciencias Políticas. Se vio encargado de la revista Fang de la universidad creando un cómic de gags y dibujos satíricos copiando el estilo de la revista de humor de ámbito nacional Help. En esos días, pagaba sus estudios con pequeños trabajos hasta que consiguió trabajo como drama coach en un campamento selecto para niños de Hollywood donde experimentó con el mundo del teatro y de la producción teatral realizando algunos sketches que más tarde darían lugar a una enorme reflexión sobre la posible compatibilidad entre esa su nueva pasión y su compromiso político, el cual es evidente en su filmografía. 

Terry se marchó a Nueva York con el fin de trabajar en algo similar, y se vio encargado de gran parte de la revista Help! que tanto había admirado y trabajó junto a su ídolo como su mano derecha. Gilliam y el británico John Cleese en un trabajo de historietas al estilo fotonovela. Durante su estancia en Nueva York, vivió en una pequeña habitación cerca de la Universidad de Columbia, con una “cucaracha mascota”. Realizó muchos dibujos sobre la lucha de los derechos civiles y caricaturas políticas, en una América que estaba en constante cambio y que se enfrentaba a la Guerra de Vietnam. Help! empezó a tener serios problemas financieros, de modo que Gilliam decidió dejar su puesto e irse una temporada a Europa. Viajó por todo el continente: Turquía, España, Italia, Francia... e incluso pasó un tiempo en Marruecos. 

Regresó a los Estados Unidos en 1966 y se mudó a Los Ángeles. El movimiento hippie y antibélico en aquellos años estaba tomando gran importancia, y el país estaba enfrentado entre los belicistas “conservadores” de pelo corto y los pacifistas “traidores” de pelo largo. Gilliam sufrió varios incidentes durante los cuales sufrió agresiones y amenazas debido al largo de su cabello. Esta inseguridad constante, sumado a su experiencia durante una manifestación pacífica frente al Hotel Century Plaza en 1967 que él estaba cubriendo como fotógrafo junto con su novia Glenys Roberts, periodista de origen inglés, donde los policías agredieron a los manifestantes injustificadamente, y fueron detonantes para que dejase el país de forma definitiva y emigrase a Londres. 

Al llegar a Gran Bretaña, lo primero que hizo fue vender un par de sketches cómicos que había escrito, pero luego pasó a hacer caricaturas para el programa We Have Ways of Making You Laugh, usando la técnica de la animación cut-out, y a partir de entonces fue haciendo animaciones para diversos programas desarrollando su técnica, tomando imágenes de sus contextos originales y creando nuevas piezas en un marco lo más bizarro posible.

Trabajó también con Marty Feldman, para la BBC, en It’s Marty, haciendo unas animaciones. El 5 de octubre de 1969 se estrenó, en la BBC, Monty Python’s Flying Circusun programa humorístico de sketches en el que Terry Gilliam actuaba y se encargaba de las animaciones. La intención de Monty Python era experimentar y romper con todos los códigos previamente establecidos los cuales consideraban aburridos. Terry Gilliam era el menos conservador de entre todos los Monty Python’s, quienes eran más gentiles y menos violentos. Las animaciones cómicas de Terry Gilliam eran totalmente surrealistas y humorísticas, en las que aparte de focalizar el interés en los movimientos de las figuras también se daba especial importancia al sonido, que era grabado y añadido por el mismo Terry Gilliam.

Su primera película como director fue Monty Python and the Holy GrailSus películas, de estilo surrealista están marcadas por viajes en el tiempo; (Time Bandits, el éxito de la cual, le convirtió en director A-List o de primera línea en Hollywood (Doce monos) y la realidad confundida por los sueños, la fantasía o la imaginación, como Brazilque logró cierto interés en el circuito Europeo aunque fue rechazado en el estadounidense, logrando proyectarlo finalmente en salas resultó ser un fracaso en taquilla, pero un triunfo personal para Terry Gilliam, que había logrado distribuir una película de autor, no convencional, en el sistema de estudios de Hollywood. La mayor parte de sus películas se sitúan en el punto donde la realidad se encuentra con el mito o la fantasía.

Monty Python and the Holy Grail (Los caballeros de la mesa cuadrada) (1975); Jabberwocky (La bestia del reino) (1977);Time Bandits (1981); The Crimson Permanent Assurance, cortometraje incluido en *The Meaning of Life (El sentido de la vida) (1983); Brazil (Brasil) (1985); Las aventuras del barón Munchausen (1989); El rey pescador (Pescador de ilusiones) (1991); Twelve Monkeys (Doce monos) (1995); Fear and Loathing in Las Vegas (Miedo y asco en las Vegas) (1998); The Brothers Grimm( Los hermanos Grimm) (2005); Tideland (2005);The Imaginarium of Doctor Parnassus (2009);The Zero Theorem (2013). Finalmente en 2018 filmaría El hombre que mató a Don Quijote (2018).

NOTA: un artículo similar a este, fue publicado en el blog lapesteloca desde Mississauga, Ontario, en enero de año 2019. Hoy regresa muchos, bastantes años después para ser parte de una etapa sobre cine en este siglo XXI que recientemente casi que finiquitabamos con “Bugonia” pero que con esta -que es “de película”- ya casi a punto de culminar el año 2025, el de “la invasión de los marines”, me adelanto a desearles un Feliz 2026…

Maracaibo, el martes 30 de diciembre del año 2025

lunes, 29 de diciembre de 2025

Literatura venezolana


Este trabajo de investigación que no es original de quien aquí escribe; se presenta en este blog (lapesteloca) con el fin de dar a conocer o recordar algunos detalles básicos sobre la historia de la Literatura Venezolana, que es extensa e interesante, así como también para recordársela a los representantes de todas las tendencias de la literatura; la poesía, la escritura, las novelas, etc.

Se puede hablar de que la primera generación literaria, la que se dio en el siglo XX comenzando con La alborada (1909), de Rómulo Gallegos (1884-1969). Paralelamente se desarrolló el trabajo novelístico de José Rafael Pocaterra (1889-1955), figura esencial de la narración corta venezolana con sus Cuentos grotescos (1922) y sus novelas Vidas oscuras (1916) y La casa de los Abila (1946). Contemporánea fue Teresa de la Parra, (1889-1936) quien noveló en sus dos únicos libros, Ifigenia (1924) y Memorias de Mamá Blanca (1929). Durante este mismo periodo, finales de 1920, Rómulo Gallegos publicaría las novelas Doña Bárbara (1929), Cantaclaro (1934) y Canaima (1935).

En la poesía destacan las obras de Fernando Paz Castillo (1893-1981), José Antonio Ramos Sucre (1890-1930) y Andrés Eloy Blanco (1896-1955). Uno de los fundadores de la modernidad poética fue el tachirense Salustio González Rincones (1886-1933). Durante este periodo de Teresa de la Parra fue seguida por singulares poetas como Enriqueta Arvelo Larriva (1886-1963), y Luisa del Valle Silva (1902-1962). Mercedes Bermúdez de Belloso (1915-2000) y narradoras cuya principal figura es Antonia Palacios (1904-2001). No debemos olvidar a Rafael Angarita Arvelo (1898-1971), y Julio Planchart (1885-1948) como hondos intérpretes del fenómeno literario en esos días, ya Antonio Arraíz (1903-1962) había abierto el sendero con su poemario Áspero (1924). Miguel Otero Silva (1908-1985) y Pablo Rojas Guardia (1909-1978) se contaron entre sus poetas más influyentes. 

En narrativa el tocuyano Julio Garmendia (1898-1977) había creado un mundo fantástico de la narración corta con La tienda de muñecos (1927) y Arturo Uslar Pietri (1906-2001) con Barrabás y otros relatos (1928) inició una de las obras centrales del cuento venezolano. Uslar Pietri enriqueció la novela con Las lanzas coloradas (1931). Enrique Bernardo Núñez (1895-1964) con Cubagua (1931), Guillermo Meneses (1911-1978) con El falso cuaderno de Narciso Espejo (1953), Miguel Otero Silva (1908-1985) con Casas muertas (1954) y La piedra que era Cristo (1984) y Ramón Díaz Sánchez (1903-1968) con Mene (1936) y Cumboto (1950). Comenzarían a leerse los primeros ensayos de Mario Briceño Iragorry (1897-1958), Augusto Mijares (1897-1979), Mariano Picón Salas (1901-1965) y del propio Uslar Pietri.

En 1936, terminada la dictadura (1908-1935) de Juan Vicente Gómez (1857-1935), se inició un nuevo periodo político en el país, donde se expresó primero en el grupo literario Viernes (1939). Su figura central fue el poeta Vicente Gerbasi (1913-1992). No puede dejarse de señalar al poeta Luis Fernando Álvarez (1901-1952). Críticos como el alemán Ulrich Leo (1890-1964) o el erudito español Pedro Grases (1909-2004) se sumaron y el primero propuso los puntos de vista críticos para interpretar la estética de Viernes.

Durante este mismo tiempo hay que nombrar al profesor Eduardo Crema (1892-1974) e inició su labor de intérprete de las letras venezolanas Luis Beltrán Guerrero (1914-1997). A finales de la década de 1930 el poeta y crítico Juan Liscano (1915-2001) crearía una obra poética de las más singulares donde como animador del debate cultural a partir de 1936, el poeta y comentarista Pascual Venegas Filardo (1911- 2023).

El periodismo literario tuvo su iniciador en José Ratto Ciarlo, creador en 1945 de la página de arte de El Nacional. En 1942 surgió el grupo de poetas que como Juan Beroes, Ana Enriqueta, Ida Gramcko, Luz Machado y Luis Pastori formarían parte de esa promoción. En 1946 apareció el grupo Contrapunto, el cual, si bien tuvo poetas como José Ramón Medina o Rafael Pineda, quienes contribuyeron al cuento. Entre otros se cuentan verdaderos maestros, como Gustavo Díaz Solís o Héctor Mújica. En esta promoción quien pugnó por innovar la novela fue el zuliano Andrés Mariño Palacio a través de Los alegres desahuciados. Sus Ensayos (1967) deben considerarse como la exposición de aquello que se propuso ser a través de la prosa de ficción, el crítico de esta generación. Hay que destacar la obra ensayística de J.L. Salcedo-Bastardo, Guillermo Morón y los críticos Óscar Sambrano Urdaneta, Alexis Márquez Rodríguez, Efraín Subero, Domingo Miliani y Orlando Araujo, cuyas obras se conocieron a partir de las décadas de 1950 y 1960.

El gran cambio dentro de el decir poético se realizó en la década de 1950 a través del libro Elena y los elementos (1951), del poeta Juan Sánchez Peláez. En esa misma década los nombres de Rafael José Muñoz y Alfredo Silva constituyen otros hitos de la poesía, la cual se eslabonará luego con la de los poetas de la década de 1960. Los nombres de Juan Calzadilla, poeta verdaderamente urbano de la literatura venezolana, Ramón Palomares, Guillermo Sucre, Rafael Cadenas, Francisco Pérez Perdomo y Miyó Vestrini fueron los representantes de este periodo.

La renovación de la narrativa será la obra de Salvador Garmendia a través de Los pequeños seres (1959); Garmendia, Adriano González León y Rodolfo Izaguirre contribuyeron a un cambio en la perspectiva del narrar. En el ensayo hay que nombrar a Elisa Lerner y críticos como Guillermo Sucre, Ludovico Silva, Francisco Rivera o Arturo Uslar-Braum, un ensayista singular.

La poesía de la década de 1960 la domina Eugenio Montejo y Luis Alberto Crespo; la de 1980, Yolanda Pantín y Rafael Arraíz Lucca; En la narrativa, veríamos figuras como José Balza, Francisco Massiani, Luis Britto García, Denzil Romero, Guillermo Morón, Gustavo Luis Carrera, Ana Teresa Torres, Laura Antillano y Stefanía Mosca. En el ensayo, Juan Carlos Santaella, Víctor Bravo y Javier Lasarte en la crítica literaria.

Estos detalles sobre la literatura venezolana, se resumen en el blog lapesteloca en …

Maracaibo, el lunes 29 de diciembre del año 2025

domingo, 28 de diciembre de 2025

Tarsius tumpara

 

Esta es una curiosa historia de geografía y de biología (zoología) donde la isla de Célebes (en indonesio, sulawesi) una de las cuatro islas de Indonesia, juega un papel protagónico. Desde el siglo XVII la isla de Célebes fue parte de las Indias Orientales Neerlandesas, como era conocido lo que actualmente es Indonesia bajo el gobierno colonial de Los Países Bajos. Es la undécima isla más grande del mundo, con un área de 174 600 km². está rodeada, al oeste, por Borneo, al norte por las Filipinas, al este por las Molucas y al sur por Flores y Timor.  En 2017 hablamos sobre Celebes en este blog lapesteloca (https://surl.li/potwyu ).

Los primeros europeos en llegar a la isla fueron navegantes portugueses en 1512, y fueron ellos quienes se refirieron a esta isla con el nombre de «Célebes». el significado de este nombre no es seguro; originalmente no se refería a toda la isla, pues los portugueses pensaban que Célebes era un archipiélago. El nombre en indonesio, «sulawesi», probablemente viene de las palabras sula (isla) y besi (hierro) y puede referirse a la exportación histórica de hierro de los depósitos ricos en hierro del lago Matan, el lago más profundo de esa nación (calificado por la profundidad máxima), y el décimo lago más profundo del mundo.


Tarsius tumpara es una especie de primate que habita en la diminuta isla volcánica de Siau, en la provincia indonesia de Sulawesi del Norte, que alberga a este primate diminuto y enigmático. Los tarseros de la isla Siau ( Tarsius tumpara ) no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. Su existencia como un taxón distinto fue predicha mo resultado del aislamiento geográfico de la isla Célebes y la población de tarseros de la isla Sangir (Tarsius sangirensis), aproximadamente a 200 km al norte.

 

Las islas Sangihe son un grupo de pequeñas islas localizadas al norte de la gran isla de Célebes. Las islas en conjunto tienen un total de 813 km², muchas de ellas con actividad volcánica, con suelos fértiles y montañas. Los nativos de estas islas se llaman sangireses. Llegaron a las islas en el tercer milenio antes de Cristo, y eran probablemente una mezcla de australoides y negritos. En el primer milenio a. C. hubo otra invasión de pueblo austronesios desde el sur de Filipinas que se mezclaron con los nativos, desarrollaron la agricultura y empezaron a producir telas y cerámica. Muchos sangireses actuales son descendientes de esos pueblos.

 

La especie de Tarsius Tumpara es de la orden primates, por lo que vive en árboles y matorrales de altura, se alimenta de frutas, hojas e insectos. Se manifiesta su población en islas aisladas de Indonesia y es una especie en peligro de extinción que tiene lugares preservados para reproducirse. La especie se encuentra sólo en la isla de Siau, aunque es posible que también están presentes en algunas islas muy pequeñas que se encuentran en las proximidades de Siau y separados sólo por el océano poco profundo.


Tarsius tumpara ha sido objeto de reconocimiento en el medio natural por un equipo dirigido por M. Shekelle (Shekelle et al. 2008). La isla de Siau fue examinada por Riley en 2002. Por analogía con otras poblaciones salvajes se espera que este taxón Tarsier se encuentra en no grandes extensiones de bosques primarios en la isla Siau, en bosques secundarios y los manglares, los jardines del bosque, y una variedad de otros hábitats con diferentes grados de perturbación humana que proporcionan cobertura arbustiva adecuada. Shekelle y Salim en 2009, informaron evidencias de T. tumpara sólo en dos lugares, en las orillas de un pequeño estanque de agua dulce en el extremo sur de la de la isla, y en un acantilado escarpado a lo largo de la carretera de la costa este, donde se ejecuta junto al mar.


Muchos otros sitios que parecían prometedores, no mostraron la presencia de los tarseros. Hay informes de que todavía se pueden encontrar en lo alto de las laderas del monte Karengetang, cerca de la caldera. Tarsius tumpara está filogenéticamente relacionado con otros Tarsiers de la región biogeográfica de Sulawesi. Todas las especies viven en pequeños grupos, monógamos o polígamos de 2 a 6. Los tarseros de la isla Siau miden tan solo entre 10 y 15 cm (4 y 6 pulgadas) de longitud de cabeza a cuerpo. Una cola similar a una cuerda, casi sin pelo, añade otros 20 cm (8 pulgadas). Una maravilla esquelética de huesos del tarso inusualmente largos y articulados les da a estos tarseros sus patas traseras excesivamente largas (de hecho, «tarso» es el origen de la palabra «tarsero»).  No se ha registrado el peso del tarsero de la isla Siau; sin embargo, una especie estrechamente relacionada, el tarsero Sangihe, pesa entre 3,5 y 4 onzas (0,1–0,12 kg). Se desconoce cuál es la esperanza de vida del tarsero de la isla Siau. 

Observaciones anecdóticas de T. tumpara, y los de su hermana, probablemente taxón, T. sangirensis, indican que estas especies podrían dormir en dispersos grupos sociales, particularmente en hábitat alterados, y esto podría ser una respuesta a la depredación, en especial por los seres humanos y los comensales humanos, tales como gatos y perros.

Merker (2006) estudió en el tamaño del área de T. dentatus y encontró que varían, dependiendo del grado de perturbación humana, con el tamaño del área cada vez mayor con el grado de alteración. La principal amenaza para este taxón es que su alcance es limitado a una pequeña isla volcánica. El volcán, el monte. Karengentang, es activo y domina más del 50% de su extensión geográfica. Esta amenaza se ve agravada por una población humana relativamente grande (311 habitantes / km ²) que ha convertido a prácticamente todos los hábitat primarios para algún tipo de uso humano.

Los tarseros de la isla Siau están cubiertos por un pelaje gris parduzco, común en otros tarseros. En lugar de la parte inferior casi blanca que distingue a sus especies hermanas, los tarseros de la isla Siau tienen la parte inferior gris. Un anillo gris oscuro delinea su cara gris y peluda, y una prominente línea marrón rodea cada ojo. Los términos de "monstruo", "caricaturesco" y "espeluznante" se han usado para describir a esta diminuta criatura. Sus ojos son excepcionalmente grandes. Cada ojo es más grande que el cerebro del animal y, juntos, le dan al cráneo una forma inusual. Las pupilas son pequeñas, centradas y opacadas por el iris, que presenta diversos tonos de marrón dorado. Debido a su tamaño, los ojos del tarsero no pueden moverse. Para compensar, pueden girar la cabeza 180° en cada dirección. Por lo tanto, puede parecer que te mira con una mirada fija y amplia. Además de su mirada penetrante, sus enormes ojos facilitan las actividades nocturnas, mejorando su visión nocturna.

A diferencia de muchos animales nocturnos, los ojos de los tarseros carecen de la capa que refleja la luz, conocida como tapetum lucidum. En cambio, al igual que los humanos, sus ojos están equipados con conos o células fotorreceptoras muy agrupadas. Esta adaptación les proporciona una visión central nítida, también conocida como visión foveal. El labio superior no está conectado directamente con la nariz, lo que les permite una amplia gama de expresiones faciales. Para facilitar su navegación nocturna, los tarseros de la isla Siau también poseen orejas grandes y estriadas para captar cualquier sonido de los depredadores que se aproximan. Orejas de murciélago, dedos delgados, patas inusualmente largas y una cola larga y delgada completan la apariencia única del tarsero de la isla Siau.

Tarsius tumpara se enfrenta a una serie de amenazas similares a las que se enfrentan los T. sangirensis, Las amenazas más graves para la T. tumpara son, una isla más pequeña, un volcán más activo, y una mayor densidad de población humana. Lo más preocupante, sin embargo, son numerosos informes creíbles de que la población local come regularmente tarseros, a los animales en una sesión, y que tarsiers han sido extirpadas de áreas en las que eran comunes en fecha tan recientes como hace 10 años. 

Tarsius tumpara es considerado por el Grupo de Especialistas de la Comisión de Supervivencia de Especialistas en Primates como uno de los 25 primates más amenazados. No hay áreas de conservación en los programas de Siau Isla. Prácticamente tampoco hay industria del turismo en la isla. Hay propuestas por las ONG locales de conservación, en colaboración con los gobiernos locales y ONG internacionales para subsanar estas deficiencias.

En Maracaibo el domingo 28 de diciembre de 2025

sábado, 27 de diciembre de 2025

Hugo Luis y Paco, sobrinitos…

 

Reproduzco un artículo publicado a comienzos de este malhadado Siglo XXI, de cuando se iniciaba “el proceso” y seguramente me dirán que es extemporáneo y se preguntarán si conlleva alguna finalidad especial, después de tantos años… Les respondo con tres palabras: “nada que ver” y añado: así es la historia…

 

Les sonará mucho a “once upon a time”, pero para mí, ya hace muchos años, cuando reflexionando escribiría…: “Tan solo hace un par de días, que Vilma Isabel, mi amiga nica, me envió un artículo, publicado en el diario La Prensa, de Managua, escrito por Sergio Ramírez”, Recuerdo que me llamó la atención por su sugestivo título: “Los sobrinos del Pato Donald”. En aquellos días, se publicaba en base a la real coincidencia de que los venezolanos, “encadenados” a la tele o no, veníamos escuchado desde hacía casi un mes previa y reiteradamente, las explicaciones del teniente coronel presidente Hugo Chávez sobre como todos esos personajes de “las comiquitas” eran agentes de la CIA, programados por el Imperio para sus fines colonizadores.


En aquellos días, pensé: …aquí están los sobrinos del pato, (y es ahora cuando caigo en que luce el mismo nombre que “el presi Trump”) Donald, quien también estará como Batman, El Fantasma y Mandrake el mago, seguramente involucrados todos en oscuros planes desestabilizadores y quizás ellos serán desvelados por Sergio, el autor del artículo sobre los sobrinos del pato, el cual había sido publicado justamente el 26 de julio, una fecha como para recordar el asalto al cuartel Moncada que diera origen a la revolución cubana…

 

Por si acaso, nunca está de más recordar que Sergio Ramírez (1942), es un famoso escritor nicaragüense, abogado, activo militante clandestino, quien era miembro de la dirigencia del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y luego del asalto al Palacio Nacional en 1978, llegó al poder a finales de julio de 1979 para ser, con Violeta Chamorro, Daniel Ortega, Alfonso Robelo y Moisés Hassan, uno de los miembros de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional. No obstante, después de ser Vicepresidente de Nicaragua durante el sandinismo, crudamente expuso en su libro “Adiós Muchachos”, interesantes reflexiones sobre la historia de su país y las causas del triste destino de la revolución sandinista.

 

Para mi sorpresa, los sobrinos de Donald mencionados por Sergio, no aparecen como agentes encubiertos de la CIA; ellos se mencionan para señalar como un par de gemelos, mellizos y polacos, el uno presidente de la República, Jaroslaw, y el otro primer ministro, Lech, gorditos, sonrosados e idénticos en pensamiento, voz y ademanes, parecen gnomos de un cuento de hadas tenebroso, o recuerdan a los sobrinos del Pato Donald, entre otras cosas porque la frase iniciada por uno es siempre terminada por otro”.

 

Aquellos singulares personajes de la historia, que parecían salidos de la mente de un brillante novelista, o de uno de esos creadores de ciencia ficción, bien lo decía Sergio Ramírez, “cuando la historia, que se mueve sobre el piso de la realidad terrena da a luz a una de estas criaturas, los mortales, que padecemos de la debilidad de la admiración por lo singular, o por lo anormal, solemos siempre decir que esa criatura parece “un personaje de novela”.


Nos comentaba en aquel entonces Sergio el escritor, sobre algunos de estos conocidos “fenómenos” en la historia de nuestra América, como Isabel Perón y López Rega, como Montesinos y los generales Idígoras Fuentes en Guatemala, y Somoza en Nicaragua, y pasa igualmente con la curiosa realidad de los mellizos Kaczynski, el par de polacos quienes “con mansedumbre de graciosos osos de peluche, han reclamado el restablecimiento de la pena de muerte en toda Europa, y han puesto bajo investigación el programa de televisión Teletubbies bajo el cargo de que ayuda a provocar la homosexualidad, alientan un discurso antisemita, en un país donde el antisemitismo costó millones de vidas, e intentaron prohibir el estudio de las obras de Kakfa, Flaubert y Dostoyevski en los colegios, para sustituirlos por “autores polacos nacionalistas y patriotas”.

 

Decía yo para aquel entonces, que era muy interesante ver como en Polonia, donde millones de seres humanos fueron víctimas del régimen nazi y padecieron y murieron en campos de concentración, en esta Polonia, que es la patria del papa Karol Wojtyla, se estuviesen dando aquellos cambios políticos que parecían regresar a los tiempos del fascismo y de la intolerancia. En un mundo globalizado y a la vez tan lleno de contrastes, escuchamos a Sergio Ramírez, el escritor, político y hombre de izquierda quien relataba con preocupación cómo esos fenómenos circenses son circunstancias reales y que lejos de ser noveladas, las pare la historia.

 

Quizás si nos basamos en la premisa de que “cada defecto es un tesoro”, pudiésemos poner en práctica un método para el éxito competitivo desarrollado por los japoneses conocido como “haizen”, y quizás logremos desvelar estos fenómenos, para con las evidencias grotescas de sus imperfecciones y apoyándonos en el peso de la historia, hacer el intento de corregir tales defectos para mejorar hacia el futuro. Esto lo deberíamos intentarMe pareció a mí que algunas veces no basta creer, inocentemente, como pensaba Sergio, en que … “los hermanos Kaczynski no tardarán en salir por donde entraron, la engañosa y caprichosa puerta de los votos. Tras una denuncia de corrupción han perdido la mayoría parlamentaria, y las encuestas los reducen ahora, de cara a las elecciones anticipadas que ya han sido convocadas, a su mínima expresión. Que el ejemplo se repita”. 


Recapacitemos pues; si bien es cierto que, en Polonia, “la puerta de los votos” podía parecer caprichosa, también era más que engañosa, si habría de ser utilizada para la trampa y la falacia… Resulta que existen naciones donde quién controla el poder electoral termina siendo premiado por el gobierno con presidencias, de Cortes Supremas, o Vicepresidencias de la República. Sobre esos jerarcas del “poder electoral”…

 

“Que el ejemplo se repita”, nos dice Sergio, pensando en los gemelos polacos. Él sabe en carne propia cuánto daño le hizo la corrupción a la revolución sandinista (favor re-leer “Adiós muchachos”) y conoce como en un sistema electoral legal, normal, la corrupción se paga caro. El brillante novelista está consciente de que la corrupción siempre ha sido parte consustancial de la historia política y social de nuestro continente, pero creía que, si se podía  expresar libremente, el pueblo sin duda castigaría a los ladrones y a los sinvergüenzas. El ejemplo del llamado “voto castigo” se podría repetir, pensaba Sergio Ramírez, quien se imaginaba estar viviendo en un mundo recto y legal. Quizá en Polonia, pero no será la primera vez que en el ejercicio de nuestra mal llamada “política” y creyendo en “pajaritos preñados” miles de millones de billetes verdes hasta para repartir, serán los que decidan el final…


Finalmente, no resisto la tentación de repetir una frase tomada de otro personaje de la historia, un fenómeno, pero en este caso, un civil, y sin duda alguna, con otra visión del mundo y de la gente, el reverendo Martin Luther King: “Nos arrepentiremos en esta generación, no tanto de las maldades de los perversos, sino del silencio de la gente buena”.

 

Maracaibo el sábado 27 de diciembre del año 2025

viernes, 26 de diciembre de 2025

Reláfica para Ednodio

 

Hace unos días estuve conversando por teléfono con mi estimada colega y amiga, la Dra Anais Malpica patóloga experta del MD Anderson Cáncer Center de Houston y recuerdo que hablamos sobre Ednodio Quintero de quien Anais quería tener alguna novela para leer pues recién le había dicho que Eduardo Liendo y Ednodio eran mis novelistas favoritos, aunque de momento yo ni me acordé de “La danza del jaguar”(1991)… 

Tampoco recordaba que, en septiembre, del año pasado, publicaría una reláfica en la que pretendía hacerle un homenaje a Ednodio Quintero (1947). Resulta que me había encontrado un glosario con dichos, y refranes que, divertido por la originalidad de muchas de sus ocurrencias, había extraído de sus novelas, y pensé que estas podían ensamblarse en un relato a ser compartido en mi blog lapesteloca y lo hice un 26 de septiembre y lo salpique con unas pinturas mías… Vaya pues, de nuevo, ahora ya finalizando el 2025, este disparatado soliloquio escrito con la intención de homenajear a Ednodio, nuestro muy admirado escritor trujillano de Las Mesitas. 

Aunque creo recordar que Ednodio es primariamente fan del imperio japonés, doy inicio a esta reláfica pensando que no es lo mismo una pelota en China que una china en pelota, y me basta recordar a la china para ponerme más contento que chino en bicicleta, y eso que no entro en detalles sobre la real identidad de los chinos-guajiros, o de los chinos-japoneses. Feliz estaba, feliz sí, y no era alegría de tísico, aunque había comenzado a sentirme en un callejón sin salida cuando dije para mí como si anduviese acompañado: hasta aquí nos trajo el río y si te he visto no me acuerdo.

Aunque creí estar pasando desapercibido en aquel guiriguay, ya casi una grisapa, me detuve al hallarme ante mí a un pequeño ser con mirada de basilisco. En menos de lo que espabila un loco, aquel enano siniestro me miró de frente y le escuché cuestionarme interrogante… ¿Me comprendes Méndez?  Él me inquiría y yo, casi de soslayo únicamente logré musitar entre dientes… La puta que te parió. Pero el fruncido bicho como que percibía que yo casi estaba viviendo una alegría de tísico, y pensé que sería por escuchar mi cumplido, y yo mismo -de ñapa- sentí como el petiso iba torciéndome los ojos mientras con su torva mirada recorría mi humanidad. Luego, tan solo ronroneó… No te conozco mosco… Al instante y convencido de que el papel lo aguanta todo, pensé pedirle que me lo caligrafiara. Mi consigna había sido: ¡No lo diga, escríbalo! Pero no creí ni probable que hubiese entendido aquellas mañas mías de un pasado remoto.

Quise creer que aquel pequeño engendro seguramente mantenía su dragón en una hornacina profunda y mientras él -desde abajo- me miraba oblicuo e iba frunciendo su cara de perro de Barkesville y llegaría a decirme de lo más fríamente para mi sorpresa: -Heráclito es mejor que le atiendas a tu vaina porque si parpadeas pierdes. Si resbalas, será la vaina... Callado lo pensé e imaginé que el bichito ni idea tendría de aquel programa de concursos, pero no andaba yo para resbaladeras ni pistoladas cuando ya seguro estaba de que me confundía con algún amigo griego, quien sabe cuál y pensé en, ¡el propio Heráclito!

Queriendo tranquilizarme me dije que con o sin dragón guardado en pétreas hornacinas era para mí muy evidente, que aquel bicharraco no era maracucho, ni con su griega conexión esdrujuliana y bien sabía yo, que atendiéndole al viejo Calderón, amigo mío, los sueños, sueños son; persuadido así mismo y es que era que “de cajón” estaba, y aunque con hambre no hay amor que dure; si el enanito creía tener ya clavada una pica en Flandes, no me entusiasmaba para nada estirar la pata con mis Reebox puestos…

Fue entonces cuando pensé que aquel elfo, me veía como si solo yo cargara el bacalao y no estaba ni tan siquiera reconstituido con la emulsión de Scott y fue así como empecé a comprender que la caverna de Platón estaba como la nevera de los Guacos, hasta los meros tequeteques, pero llena de cucarachas ebrias de Baygón y ante las evidencias, hube de regresar al dicho aquel de “cada oveja con su pareja” y estiré entonces el cuello a la manera de los avestruces y concretando mis ideas me dije: ¡Perros a cagar!

A esas alturas del partido, pude escuchar como el bichito me sugería o más bien, como que me ordenaba... ¡Suéltala que ella baila sola! Yo que siempre he sido sordo para el baile, imaginé que el taimado enano me propinaba un golpe bajo remachado con aquella cruel ironía y aunque siempre me he caracterizado por hablar burda de paja y gamelote, había quedado sin entender un carajo y fue entonces, puedo jurarlo, cuando sentí que comenzábamos a llegar al llegadero. 

Persistía en el backstop de mi conciencia la idea de que muy en el fondo estaba enfrentando la aciaga intención de aquel engendro quien pretendía sacarme de quicio al persistir en su especie de leimotiv colmado de salvajes cuestionamientos. Todo me obligaba a tranquilizarme si quería sobreponerme y mientras me cuestionaba repitiendo para mí -aonde barro si no ha llovío- decidí cortar por lo sano y analizar en detalle al pequeño engendro.

Noté que lucía una téticas de perra flaca, lo cual evidentemente contrastaba con su fama de fiero sabueso de ingeniosas tácticas marciales. Entonces fue cuando sentí como un pálpito mientras iba captando cual, en una epifanía, que el mero escenario de nuestro conciliábulo era nada más y nada menos que la transcavidad de un recoveco que existe en la propia entrada del Averno y que estábamos a la espera de la orden de partida…

Allá van, parejos, me perifoneaba un locutor en mi mente cuando ya creía comenzar a entender de lo que simplemente aquello se trataba; era un vulgar mollejero psicológico y no debería mortificarme por estar sintiendo algo que parecía ir más allá de fuego-fuego-fuego, y no eran las chicas del can, era simplemente un calorcito tropical que de repente me trasladaba a otra noche de apagón en mi tierra del sol amada.

Con los ojos ya pelados, mientras seguía sudando ya lo tenía más claro, finiquitaba mi propósito de ojo-menear a Ednodio y despertaba sencillamente inundado de la luz fecunda de las regiones índicas, aquellas que mentaba José Ramón… Así, ante tan disparatada reláfica, tendría que aceptar la realidad de despertar simplemente, en casa.

En Maracaibo, el viernes 26 de diciembre del año 2025