Ruy Pérez
Tamayo
EL
NACIMIENTO DE LA PATOLOGÍA
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Dos
autores del siglo XVII fueron importantes, tanto por sus observaciones originales
como por sus textos, que fueron recopilaciones extensas de todo lo publicado hasta
entonces sobre autopsias. El primero fue Johann
Schenck von Grafenberg (1530-1598), de Friburgo, cuyo libro Observationum
Medicarum Rararum apareció en 1597; el segundo fue Theophilus Bonettus (1620-1689) de Ginebra, cuya obra Sepulchretum
Anatomicum Sive Anatomía Práctica se publicó en 1679. Los dos tratados
son colecciones de casos publicados por otros autores, pero reunidos sin
criterios de selección ni juicio crítico, por lo que debemos felicitarnos, ya que
incluyeron casi todo el material que existía hasta sus respectivas épocas, si
bien en la actualidad es difícil distinguir en sus páginas entre la realidad y
la fantasía. La obra de Bonettus está formada por dos gruesos tomos con 1,700
páginas y contiene los resúmenes de más de 3,000 protocolos de autopsias,
incluyendo los de Benivieni, Glisson, Willis, Vesalio, Riolano, Wepfer y muchos
más. Este libro no sólo es importante como la mayor colección de casos
publicada en la historia, sino porque además sirvió de texto y de estímulo a Giovanni Battista Morgagni (1682-1771) quien
representa la cumbre de la correlación anatomoclínica en el Renacimiento.
Morgagni fue profesor de anatomía y de medicina en la universidad de Padua durante
56 años, dedicados a la cátedra, a estudios de anatomía y al ejercicio de la
medicina clínica; era un maestro muy popular y respetado, médico y amigo de papas
y cardenales, quien dedicó sus pocas horas libres al estudio de
los clásicos y de la arqueología. En 1761, cuando Morgagni tenía 79 años de
edad, publicó su monumental obra De Sedibus et Causis Morborum per Anatomen Indagatis,
que contiene las historias clínicas y los protocolos de autopsia de más de 700
casos, en la que todos los datos, tanto de los síntomas del paciente como de
los hallazgos en la autopsia, están descritos con gran minuciosidad y detalle;
Morgagni siempre intenta establecer corrrelaciones entre los datos clínicos y
los órganos alterados en la autopsia y relacionados con ellos. De Sedibus
contiene descripciones de aneurismas sifilíticos de la aorta, meningitis
secundaria a otitis purulenta, hiperostosis frontal, atrofia amarilla aguda del
hígado, úlcera péptica gástrica, gomas cerebrales, ileítis regional, cáncer
gástrico, endocarditis bacteriana, estenosis mitral, aterosclerosis coronaria, quistes del ovario, cirrosis hepática, hemorragia
cerebral, estenosis e insuficiencia aórticas, tetralogía de Fallot, cálculos
biliares y urinarios, quistes de los plexos coroides, estenosis pulmonar,
esplenomegalia, fiebre tifoidea, neumonía, quistes paratesticulares (hidátide de
Morgagni) y muchas enfermedades más. De Sedibus no
es un tratado de anatomía patológica (no tiene figuras) ni un libro de
medicina, sino más bien es un extenso comentario sobre el Sepulchretum de
Bonettus con algunas enmiendas y muchas adiciones, sobre todo en detalles de
correlación anatomoclínica. Esta etapa del
desarrollo de la ciencia de la enfermedad se cierra con el firme
establecimiento del principio de que los síntomas clínicos se explican por
alteraciones anatómicas, lo que sirvió de base para los trabajos de Laennec, Bright, Skoda y muchos
anatomistas clínicos del siglo XIX. También quedó establecida la utilidad de los
estudios posmortem para el avance de la medicina. Sigerist rindió tributo al
genio de Morgagni con las siguientes palabras:
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APARICIÓN DE
LOS TEJIDOS
El siguiente
paso importante en la evolución de la patología fue dado por Marie François Xavier Bichat (1771- 1802),
un médico francés que trabajó en París y murió antes de cumplir 31 años de
edad. Bichat (figura 1-6) fue alumno y protegido del gran cirujano Desault, y
en 1800 fue nombrado médico del Hôtel-Dieu; trabajaba día y noche en las salas
clínicas, en el laboratorio y en la sala de autopsias, se dice que en un año
realizó personalmente más de seiscientas autopsias y que su único descanso era cambiar
de un tipo de trabajo a otro. En 1800 apareció su Traité des Membranes, en el
que siguiendo una idea de Pinel, Bichat propone que los órganos están formados
por elementosllamados “tejidos” (tissus); que tejidos similares forman parte de
diferentes órganos y que ésta es la razón de la aparición de síntomas idénticos
cuando la enfermedad afecta distintos órganos. En su Anatomie Générale, de 1801,
Bichat señala que existen 21 tejidos diferentes (tabla 1-1), caracterizados por
distintas propiedades, que fueron estudiados y distinguidos por medio de varios
métodos como “la acción de varias sustancias químicas, el calor, el agua, el aire,
los ácidos, los álcalis, la sal, la desecación, la maceración, la putrefacción,
el agua hirviente, etcétera.” En ningún momento Bichat utilizó el
microscopio, del que desconfiaba profundamente. Su obra contrasta con la de Morgagni, quien vivió más de 90 años y
después de haber trabajado durante más de 50años dejó sólidamente establecida
la patología en correlaciones entre síntomas clínicos y órganos lesionados; en
cambio, Bichat sólo trabajó activamente ocho años (dos después de su
nombramiento en el Hôtel-Dieu y sin haber sido designado oficialmente como
docente en la Facultad de Medicina), pero a su muerte había logrado establecer
el concepto de los tejidos como subuniddes de los órganos internos y desplazar
de éstos el asiento de las enfermedades, identificándolo en los tejidos.
PATOLOGÍA CELULAR
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El concepto de Virchow fue más allá de los límites estrechos impuestos
por distintas técnicas. Para penetrar en la naturaleza de la enfermedad hay que
hacerlo no con los métodos de la anatomía patológica, o de la bioquímica
patológica, o de la fisiología patológica, sino con la unión armónica y
complementaria de todas ellos y de otras especialidades que puedan contribuir.
Virchow dijo: “La enfermedad es la vida en condiciones anormales”, por lo que
sólo puede comprenderse con la misma integración de métodos necesaria para el conocimiento de la vida normal.
“El nacimiento de la patología” está tomado del
libro de Ruy Pérez Tamayo y Eduardo López Corella PRINCIPIOS DE PATOLOGÍA 4Ta Edición.
Editorial Panamericana.
Para su divulgación es publicado aquí en :
lapesteloca.blogspot. com ; 18 de abril del año
2016 en Maracaibo.
1 comentario:
Gracias, Jorge, por reproducir lo que Ruy ha escrito obre la autopsia y su importancia en la medicina de los últimoños. s 500 años. El texto en realidad apareció en su libro "Mechanisms of Disease", publicado en 1985, y partes de este en otros artículos anteriormente publicados por él. te mandaré una copia del capítulo del libro que menciono donde aparece el texto original en inglés.
Un abrazo.
Miguel
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