miércoles, 22 de mayo de 2013

De Edgar Allan Poe : Berenice, Eleonora, Ligeia y Morella



Extraído del libro de mi compadre, colega y amigo ya desaparecido el 
Prof. Dr. Alfonso Avila Mayor, intitulado :
“Aprenda a vivir eternamente y muera tranquilo”
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BERENICE, ELEONORA,
LIGEIA Y MORELLA
Cuatro Protagonistas de Narraciones Extraordinarias de Edgar Allan Poe                   
     
De mis libros provisión de pesar, pesar por la pérdida de Eleonora, por la rara y radiante señora a quien los ángeles llaman Eleonora, sin nombre  aquí para siempre.
Cuan ansioso el nuevo día deseaba, en la lectura procurando en vano hallar
tregua a la honda desventura de la muerta Leonora; la radiante, la sin par virgen rara a quien Leonora los querubes llaman, ahora ya sin nombre... ¡nunca más! (*)
Grazna el cuervo, “nunca mas¨”, y el cuervo nunca desaparecido todavía esta sentado, todavía esta sentado sobre el pálido busto de Pallas, justo encima de la puerta de mi recámara, y sus ojos tienen todo el parecido al demonio que esta soñando y la luz de la lámpara sobre  el arroja en haces su sombra sobre el piso y mi alma fuera de esta sombra que yace flotando en el piso, será levantada,-nunca jamás. (De El cuervo, poema de Edgar Allan Poe)
¡Y aun el cuervo inmóvil!, fijo, sigue fijo en la escultura, sobre el busto que ornamenta de mi puerta la moldura.... y sus ojos son los ojos de un demonio que, durmiendo, las visiones ve del mal; y la luz sobre él cayendo, sobre el suelo flota..., nunca  se alzará..., nunca jamás! (*)
(*) de la traducción del poema del Edgar Alan Poe por el poeta venezolano Juan Antonio Pérez Bonalde.
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PARTE  PRIMERA

POE, TRÁGICO DESTINO - BERENICE Y ELEONORA,
Según epílogo biográfico de Narraciones Extraordinarias, Edgar Allan Poe nació en Boston, Estados Unidos, el 19 de enero de 1809. Huérfano a los dos años, fue recogido por su Tío Allan. Al regresar de Inglaterra ingresó en la Universidad de Virginia, de donde fue expulsado por conducta rebelde y caprichosa y expulsado también de la Academia Militar de West Point. Después se lanzó a su carrera literaria, alcanzando fama en 1845 con su poema El Cuervo. Desde entonces mantuvo depresiones psíquicas y un aumento de su fuerte tendencia a la mixtificación, a hacer creer a los demás complicadas patrañas sobre él y sus antecesores. En su vida predominó el elemento sombrío y tras su conducta melodramática se escondió una verdad casi siempre trágica. Arrastrado al alcohol por sus depresiones, intentó el suicidio y viudo, después de casado con una prima mucho más joven que él, muerta de tuberculosis, intentó un nuevo matrimonio pero antes fue encontrado moribundo en la calle Lombard de Baltimore y falleció  el 7 de octubre de 1849 en la sala para pacientes alcohólicos del Hospital Washington College. Con el material de su infierno Poe había creado  un puñado de obras maestras entre las que destacan sus Narraciones Extraordinarias, que traducidas por Baudelaire, muy pronto se hicieron famosos, por un talento literario afirmado al modelar la ardiente materia de su angustia, de sus impulsos necrófilos y de su sadismo (M.Mannent, Narraciones extraordinarias.Op. cit.)
El amor, decía Lope de Vega es la raíz de todas las pasiones. De él nace la tristeza, el gozo, la alegría y la desesperación. Mientras Schopenhauer lo consideró la compensación de la muerte y J.R. Gendra afirmó que amar es tener el diablo en el cuerpo y a Dios en el corazón. La seductora Madame Pompadour por otra parte decía: el amor es la pasión de las almas grandes y les hace merecer la gloria cuando no les trastorna la cabeza.  Edgar Allan Poe no escapa a la fijación amorosa con la mujer que se describe asociada a conocidos personajes de la literatura. Pero no es, para señalar unos muy pocos ejemplos, la candorosa dependencia del Quijote de la Mancha con una idealizada Dulcinea del Toboso que le inspiraba sus arrebatos épico-justicieros de gran caballero andante, ni la trascendente asociación del Dante Allighieri con Beatriz, su guía itinerante y protectora  mientras descendía a las profundidades infernales o se acercaba a la extrema bienaventuranza compartida en el paraíso sideral, ni tampoco la trágica obsesión de Romeo por Julieta, en el drama universal shakesperiano. No, el autor de Narraciones Extraordinarias, protagoniza él mismo una fijación autobiográfica de alto contenido pervertido y sadomasoquista con la mujer amada, llámese esta Berenice, Eleonora, Ligeia o Morella, que con él interactúan en una trágica transmutación, o un ser y desaparecer para volver a ser con el ritmo de un mismo y terrible ritornello. De la obra de Poe comentó  Eliphas Levi, el mago, que no inventó ni los personajes ni los hechos de estas extrañas  novelas, soñaba cuando caminaba y es por ello que los pintó tan bien, con todos los colores de una chocante realidad y definitivamente, en Eureka (A[1]Poe, Op. Cit., p. 259 Prose Poem. By: Edgar Allan Poe (1848) http://xroads.virginia.edu/~hyper/poe/eureka.html.), su obra póstuma, el escritor reveló infinita y genial capacidad precognitiva de eventos y adelantos muy posteriores a él.
                                                      BERENICE
Egaeus, de familia de visionarios que piensa que la desgracia es diversa y la miseria sobre la tierra multiforme y para quien en el recordar de su infancia sería ocioso decir que no ha vivido antes y que el alma no tiene una existencia anterior, de lo que está convencido y de lo que no trata de convencer, narra sobre su crecer junto a su prima Berenice, ella ágil, graciosa y rebosante de energía y él, enfermizo y hundido en la melancolía. Y sucede después sin embargo, que un mal fatal se abatió sobre aquella sílfide de magnífica y fantástica belleza, una especie de epilepsia que con frecuencia terminaba en catalepsia, muy semejante a la muerte y de la que en muchos casos despertaba de forma sorprendentemente brusca. Mientras tanto su propio mal, crecía en una morbosa irritabilidad de la facultad de atención o nerviosa intensidad de interés  que lo llevaba a meditar durante largas horas sobre acciones y hechos frívolos y hasta extravagantes, con excitada atención y sin el carácter especulativo del soñador ordinario.
Fiel a su propio carácter, su mal se alimentaba de los cambios en el sistema físico de Berenice y en la asombrosa distorsión de su identidad personal. Cercana la fecha de su boda, creyéndose sólo en una tarde de invierno y sentado en el gabinete interior de su biblioteca la vio de pronto surgir de pie ante él. Su rostro melancólico y ojos vidriosos carentes de vida, le hicieron apartar la mirada y contemplar sus labios que se abrieron en una sonrisa de peculiar significación, mostrando lentamente sus dientes, cuyo blanco y temible espectro no quiso nunca abandonar la desordenada estancia de su cerebro y constituirse en la plena furia de su monomanía. Ya no tenia pensamientos sino para esos dientes que se convirtieron en la esencia de su vida mental e informado fue una noche por la sirvienta, que llorando le dijo que Berenice ya no existía, que a primera hora de la mañana había sufrido un ataque epiléptico y que la tumba estaba preparada para su moradora, terminados los preparativos para el entierro. Perdida toda noción de realidad su memoria estaba llena de horror, más temible cuanto más vago era. Volvió a la realidad por el entrar de un sirviente que con loco horror y trémula voz le contaba de un grito salvaje que había turbado el silencio de la noche por lo que reunidos todos buscaron en esa dirección. Le habló luego en tono estremecedoramente claro de una tumba violada, de un cuerpo desfigurado, amortajado, pero aún anhelante, aún vivo. Señálole el sirviente los vestidos de Egaeus, con manchas de fango y sangre coagulada y dirigió su atención a una azada apoyada en la pared. Lanzando un grito él se abalanzó sobre una cajita de ébano  colocada sobre la mesa,  pero sin fuerzas  para abrirla  y por su temblor, aquella cayó pesadamente y se hizo pedazos. Con un ruido metálico rodaron instrumentos de cirugía dental, mezclados con treinta y dos cositas blancas y marfileñas que se diseminaron aquí y allá por el suelo.
Berenice                                                                                                                                                     (Informe sobre el nombre. Ventura  y desventuras)
Original del griego, Berenice significa la que trae la noticia de la victoria. El sentido mágico alude a la capacidad para inclinar la balanza en beneficio propio. Su capacidad  es la de ser positiva, la de encontrar lo bueno en lo malo, lo brillante en lo opacó, lo valioso en lo que no tiene valor. Su ángel custodio es Ieaiel, especie angélica, trono. Empatía astral Virgo y Libra – Número de la suerte: 7.
Personajes en la Historia
·               Berenice I.- Reina de Egipto por haber sido la tercera esposa de Tolomeo.
·               Berenice II – Princesa egipcia hija de Tolomeo Filadelfo, casó con el Rey de Siria, Antioco, tras repudiar este a Laodicea, quien después lo hizo envenenar y asesinó a Berenice y a su hijo.
·               Berenice III.- Reina de Egipto, casada con Tolomeo Evergates, durante su ausencia, cortó su famosa cabellera para ofrendarla a los dioses en solicitud de protección para Tolomeo. La cabellera desapareció y el astrónomo, Conon de Samos sostuvo que se había transformado en constelación.
·               Berenice I.- princesa judía hija de Herodes Agripa I, de Judea. Casó con Herodes de Calcis y a la muerte de este vivió incestuosamente con su hermano Agripa II, luego casó con el Rey Polemón de Cilica. Lo abandonó y pasó a Roma, donde fue amante de Tito, quien desistió de casarse con ella. Volvió a Judea donde habría muerto.
ELEONORA
           En la narración, después de algunas disquisiciones sobre el vigor de su fantasía y ardor de su pasión,  el protagonista admite que está loco, habiendo estado lúcido en la primera época de su vida, a la que exige se de crédito en lo que narra: aquella a quien amó en su juventud, su prima Eleonora, la hija única  de la única hermana de su madre. Siempre habían vivido juntos en el valle de la Hierba Multicolor, donde serpenteaba una plácida corriente de agua que llamaban el río del Silencio. Durante 15 años, cogidos de la mano vagaron en el valle antes que el amor penetrase en sus corazones un atardecer al final del tercer lustro de vida de ella y el cuarto de él. Doncella ingenua e inocente con el encanto de serafines, llorando un día había hablado del cambio que por ultimó había de acontecer a la humanidad y no pensó en adelante sino en este doloroso tema. Había visto que el dedo de la muerte estaba sobre su seno y que como lo efímero, había sido creado de perfecta hermosura sólo para morir. Más para ella los horrores de la tumba residían en el pensar que cuando la hubiera sepultado en el valle de la Hierba Multicolor, el abandonaría para siempre aquellos retiros, dedicando el amor que ahora era tan apasionadamente suyo a alguna doncella del mundo exterior y cotidiano. Murió sosegadamente Eleonora después de su voto, ante ella y ante el cielo que jamás se uniría en matrimonio a ninguna hija de la tierra y cómo testigo apeló al Sumo Regulador del Universo,  invocando si no, la maldición de Él y de ella, una santa en el Paraíso.
Cuando pasa la barrera del tiempo, los años se arrastran penosamente, la vida de flores desapareció, huyeron pájaros y peces, llevándose las múltiples glorias doradas y esplendorosas del valle de la Hierba Multicolor. Finalmente vacío su corazón, abandonó el valle por las vanidades y los turbulentos triunfos del mundo. Un día llegó a la alegre corte del rey a quien servía, una doncella ante cuya belleza se entregó por entero su desleal corazón y derramó el alma entera en lágrimas a los pies de la etérea y seráfica Ermengarde. Se casó sin temer la maldición que había invocado y su amargura no llegó hasta el. Y fue  una vez, sólo una vez, en el silencio de la noche, que llegaron a través de la celosía de su ventana, suaves suspiros que modularon una dulce voz familiar que decía, “duerme en paz, que el espíritu del amor reine y gobierne y al acoger en tu apasionado corazón a la que se llama Ermengarde, estés absuelto, por razones que te serán dadas a conocer en el cielo, de tus votos para con Eleonora”.
 Eleonora - Leonor
(Informe sobre el nombre)- Origen griego (Helena) Significado Etimológico: la que todo lo ilumina con su blancura. En inglés: Eleanor, Significado mágico. Alude a la capacidad para encarnar luz y energía. Es un nombre energético que puede ser adoptado tanto en beneficio propio como ajeno. Ángel Custodio, Vehuel. Especie Angélica, Principado. Empatía Astral, Leo. No. de la suerte: 7. Otras formas del nombre: Elinor, Leonora, Eleanor, Formas Familiares: Nora, Nelly y Nellie.
Una Leonor muy famosa. Leonor de Aquitania 1122 – 1204: Reina francesa, hija de Guillermo X, último duque de Aquitania. Tuvo su propio ejército con el que partió a las Cruzadas y  siempre luchó contra el machismo. Casada a los 15 años con Luis VII de Francia, repudiada por este casó con Enrique Plantagenet, quien subió al trono de Inglaterra como Enrique II. Aportó como dote Guyana, Portoy y Gascuña. Más tarde sublevó a sus hijos Ricardo Corazón de León y Juan Sin Miedo.
Otras famosas: Leonor de Aragón,  reina de Castilla. Leonor de Arbórea, princesa sarda famosa por el Código que estableció para Cerdeña. Leonor de Austria, Reina de Portugal y de Francia, infanta española hija de Juana la Loca y de Felipe El Hermoso, hermana mayor de Carlos V. Leonor de Castilla, Reina de Aragón, hija de Alfonso VIII de Castilla. Leonor de Inglaterra, Reina de Castilla por su casamiento con Alfonso VIII, hija de Enrique II de Inglaterra y Leonor de Aquitania. Leonor de Portugal,  Reina de Aragón por su casamiento con Pedro IV. Leonor de Sicilia, Reina de Aragón por su casamiento con Pedro IV, de quien fue la tercera mujer
La infanta Leonor - En época contemporánea se ha informado que la infanta Leonor recibió el agua del Río Jordán, Los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, fueron los padrinos de la infanta, quien fue bautizada en una ceremonia religiosa celebrada en el palacio de la Zarzuela. Leonor de todos los Santos, primogénita de los Príncipes de Asturias, Felipe y Leticia, es segunda  en la línea de sucesión al trono y  fue nacida el 31 de octubre de 2005. Los príncipes de Asturias eligieron llamar Leonor a su primogénita, por los vínculos históricos del nombre: aparece en el primer capítulo del Doncel de Enrique III, El doliente, obra de Mariano José de Larra, que Leticia regaló a Felipe en su compromiso del  2003. Más recientemente[1]  una noticia ha dado la vuelta al mundo: la Infanta Leonor conoce a su nueva hermanita Sofía, nacida el 29 de abril de 2007 en una clínica en el norte de Madrid y así nombrada en honor a su abuela la reina de España.
                                  PARTE SEGUNDA  (y final)
                                              Preliminares
En Narraciones Extraordinarias  Poe hace gala de gran erudición y con estilo impecable se adentra en un mundo virtual aterrador y nebuloso, donde lo psico-mitológico y metafísico reemplazan y vierten la esperanza romántica del escritor en el tenebroso actuar de sus personajes obsesivos y confundidos, espectrales o delirantes. Su prosa, así herida, termina en un poema a lo vil y escatológico.
                                                 LIGEIA 
             El protagonista jura por su alma que no puede recordar como, cuando ni donde trabó conocimiento con Lady Ligeia. El transcurrir de muchos años ha debilitado su memoria, aún cuando  declara creer que la encontró por primera vez y luego más a menudo, en una antigua y ruinosa ciudad a orillas del Rin. Ligeia, Ligeia, bastábale esa dulce palabra para que se presentara ante sus ojos la imagen de aquella que ya no existía. Ahora al escribir, su recuerdo centellea sobre él, de la que nunca supo su apellido paterno y fue su amiga y su prometida, compañera de estudios y finalmente la esposa de su corazón. Si por circunstancias, incluso caprichosas, no hizo preguntas, si apenas recuerda el hecho, ¿porque asombrarse del completo olvido? Si alguna vez Ashtophet, la de las alas de brumas del idólatra egipcio, que preside, según dicen los matrimonios de fatídico augurio, lo hizo, está seguro que presidió el suyo. No olvida ni le falla la memoria de la persona de Ligeia. Alta, delgada, incluso flaca, de majestuoso y tranquilo porte y ligero y elástico paso. Llegaba y se iba como una sombra, nunca se daba cuenta de su entrada en su estudio, salvo por la querida música de su profunda y dulce voz cuando posaba su marmórea mano sobre su hombro. La belleza de su rostro, jamás igualada por doncella alguna, era el esplendor de un sueño de opio, versión aérea y hechicera. Hace notar sin embargo, que sus rasgos no poseían ese modelado regular que se reverencia en las obras clásicas del paganismo y cita a Bacon, dirigiéndose a Lord Versulan: No hay belleza exquisita, sin algo extraño en la proporción.
Repasa poéticamente los detalles del rostro en su amada, para detenerse en el misterio de sus ojos, de las pupilas divinas, que llegaron a convertirse para el en las estrellas gemelas de Leda, de las cuales se convertía en el más devoto de los astrólogos. Después de  disquisiciones, sobre anomalías del recuerdo, analogías de sentimientos con formas variadas de la naturaleza y sus fenómenos atmosféricos, se refiere a la intensidad del pensamiento, de acción o de palabra que era en ella el resultado de una gigantesca volición que hacían de ella, la extraordinariamente tranquila, la siempre plácida Ligeia, de todas las mujeres que había conocido, la más violenta presa de los tumultuosos buitres de la cruel pasión. La erudición de Ligeia, ya había referido, era inmensa, como no conocida en ninguna mujer y preguntaba, ¿he sorprendido nunca en falta su erudición académica? en efecto lo asombraba su infinita superioridad para adentrarse en el caótico mundo de la investigación metafísica. Después, Ligeia enfermó y comprendió que iba a morir y él luchó desesperadamente contra el horrible Azrael* e igualmente ella opuso feroz resistencia a la sombra pues no quería morir. Así, solo en la muerte comprendió toda la fuerza de su afecto y ese anhelo, esa ávida vehemencia en su deseo de vivir , a altas horas de la noche en que murió, hizo que lo llamara perentoriamente a su lado a repetir ciertos versos compuestos por ella pocos días antes, y que finalizan, terminado el drama en el teatro, la noche de gala, con la estrofa: “ Las luces ya se apagan, y sobre cada forma temblorosa cae el telón, lo mismo que un sudario, con rumor de tormenta. Y pálidos los ángeles, se levantan, descúbrense y afirman que es esta obra la tragedia “Hombre”; y que es el vencedor gusano, su héroe”.
Oh! Dios, exclamó Ligeia, extendiendo los brazos a lo alto. Oh! Dios, Oh! Padre Divino, ocurrirán estas cosas irremediablemente? No será nunca vencido ese conquistador? No somos una parte y una parcela de ti? Exhalando su último suspiro en profundo murmullo pudo oír las concluyentes palabras del pasaje de Glanvill**: “El hombre no se rinde a los ángeles, ni enteramente a la muerte, salvo tan sólo por la flaqueza de su débil voluntad”. Murió Ligeia. Pulverizado por el dolor, no pudo él seguir soportando la desolación de su casa en la sombría ciudad a orillas del Rin. No le faltaban riquezas y por eso, después de meses de aburridos vagabundeos adquirió el hizo restaurar una abadía en las más selváticas regiones de la hermosa Inglaterra. Se dedicó con infantil perversidad a desplegar en su interior las más que regias magnificencias. Sentía que hubiera podido descubrirse un comienzo de locura en los solemnes talles egipcios, en los espléndidos cortinajes, muebles y cornisas, en los extravagantes modelos de alfombras con borlas de oro. Se había convertido en esclavo de las ataduras del opio. Y pide entonces que ahora sólo se le permita hablar de la estancia para siempre maldita, donde en un momento de enajenación mental llevó al altar y tomó por esposa a Lady Rowena Trevanion de Tremaine, la de rubios cabellos y ojos azules.
Preguntándose en que pensaría la altiva familia de la prometida, impulsada por la sed del oro, cuando permitió que una doncella y una hija tan amada cruzara el umbral de la macabra cámara nupcial, de seguida la detalla en sus horrores: Habitación pentagonal en una alta torre de la abadía fortificada con una sola ventana de cristal de Venecia, ocupando todo el lado sur del pentágono en el techo de roble oscuro , alto y abovedado de cuya parte central pendía de simple cadena de oro un enorme incensario del mismo metal, candelabros dorados de tipo oriental estaban esparcidos alrededor del lecho nupcial, estilo indio, cama baja y tallada en ébano, con un dosel semejante a un paño mortuorio. En cada uno de los ángulos de la estancia se alzaba un gigantesco sarcófago de granito negro, de las tumbas de los reyes frente a Luxor, con antiguas tapas llenas de innumerables esculturas. Las paredes, desproporcionadamente altas, estaban cubiertas de arriba abajo en vastos pliegues de una tapicería pesada, de la misma materia que las alfombras del piso, y  un rico tejido de oro. En esta cámara de efectos fantasmagóricos pasó con Lady de Tremanine las impías horas del primer mes de casamiento, sin dejar de notar que lo rehuyese con temor, lo que le producía placer. En efecto, la aborrecía con un odio más propio de un demonio que de un hombre. Su memoria se volvía con dolorosa intensidad hacia Ligeia, la bién amada, la augusta, la hermosa, la enterrada. En la exaltación de sus sueños de opio, que lo encadenaba con los grilletes de la droga, gritaba su nombre en el silencio de la noche o en los recónditos refugios de los valles durante el día.
A principios del segundo mes de matrimonio, Lady Rowena fue atacada por una repentina dolencia de la que se repuso lentamente. La fiebre hacia intranquilas sus noches y en semisopor hablaba de sonidos y movimientos que se producían en la torre y que él atribuía a trastornos de su imaginación y a las fantasmagóricas influencias de la propia estancia. Restablecida por breve periodo, recayó en una segunda y más violenta enfermedad, de la que nunca más se recobró, desafiando el conocimiento  y grandes esfuerzos de los médicos. Repitiéronse episodios de sueños inquietos y alucinaciones de sonidos y movimientos que él no podía sentir. Incorporada en su lecho, le hizo tomar del vino suave recetado por los médicos y asaltado por sombras y susurros creyó ver como caían en el vaso 3 o 4 gotas de un líquido brillante y de color rubí. Si fue así, no lo vio Rowena que bebió el vino sin vacilar. Después, ocurrió un rápido empeoramiento de su enfermedad, tanto que a la tercera noche las manos de sus servidores, la prepararon para la tumba y a la cuarta, estaba el sentado, sólo, con su cuerpo amortajado. Alterado por la escena y por el opio con extraños y lúgubres visiones, le asaltaron los mil recuerdos de Ligeia y afluyó a su corazón el inmenso dolor con que la había contemplado a ella amortajada. De entonces se repitieron horrorosos episodios en que Lady Rowena parecía recobrar vida para morir después y resucitar de nuevo, con llenado de sus venas y rubor en sus mejillas, para después recuperar el cuerpo su frialdad de hielo, el tono lívido y la intensa rigidez de lo que ha permanecido días en la tumba.
Se sumió de nuevo en visiones de Ligeia y transcurrido que había la mayor parte de la espantosa noche, la muerta se movió de nuevo, ahora más vigorosamente que nunca. Los colores de la vida se difundían en su rostro, los miembros perdían rigidez y aun amortajada, como una persona aturdida se levantó y avanzó al centro de la estancia. Un tropel de indecibles fantasías se precipitaron en su cerebro, relacionándolos con su aspecto, su estatura, los rubios cabellos de Rowena. ¿Podría ser ella en realidad? ¿Porqué lo dudaba? Eran sí, sus mejillas. Si era su mentón con sus hoyuelos, pero había crecido en su enfermedad? De un salto colocóse a sus pies y ella, evitando el contacto movió la cabeza y aflojó la encerada mortaja que la envolvía y por el aire agitado de la estancia se desbordó una enorme masa de largos y despeinados cabellos, más negros que las alas del cuervo de medianoche. Y entonces la figura abrió lentamente los ojos. Aquí está, al fin, gritó, ¿cómo podía haberme equivocado  nunca? Estos eran los grandes, los negros, los extraños ojos de su amor perdido de, Lady, de Lady Ligeia.
*Azrael  El ángel de la muerte en la religión musulmana, encargado de extraer las almas del cuerpo de los muertos. Es el arcángel que corresponde al signo Zodiacal  de escorpión.
 **Glanvill, Joseph – 1636-1680 Teólogo Inglés nacido en Plymouth: El principio de causalidad no es más que una creación del espíritu. La principal de sus obras es Vanidad del Dogmatismo. Defendió la hechicería y otras supersticiones populares y sus argumentaciones fueron retomadas por Hume.
  Ligia (Ligeia) Significado del nombre según el Diccionario de la Mitología Clásica: En algunas versiones, nombre de una de las sirenas. Las sirenas son divinidades marinas, hijas del Dios-río Aquelao y de Melpómene. Con cabeza y pecho de mujer y el resto del cuerpo de ave (¿), su número oscila entre 2 y 8, aunque lo más corriente es considerar que eran 3: Leucosía, Ligia y Parténope. Dotadas de una maravillosa voz osaron competir con las Musas y derrotadas se avergonzaron y retiraron a las playas de Sicilia, donde con su canto ejercían atracción fatal sobre los marineros, que estrellaban los navíos contra las rocas.

                                 MORELLA
Refiriéndose a su amiga, Morella, el narrador, no identificado por nombre alguno, cuenta que la había conocido accidentalmente hacía muchos años y su alma desde entonces ardió “con un fuego que no era el de Eros”, sin nunca lograr definir su insólito significado ni regular su vaga intensidad. Sin embargo, se trataron y el destino los unió en el altar y sin nunca hablar de pasión ni pensar en el amor, ella lo hizo feliz. La erudición de Morella era profunda y sus talentos no eran corrientes. Siendo su discípulo en muchas materias y por su eficaz influencia y ejemplo, hizo de los escritos místicos de la primitiva literatura germana, su estudio favorito. Cuando repasando páginas odiosas y sentía encenderse en su interior un espíritu odioso, Morella colocaba su mano fría sobre la de él y aventaba de las cenizas de una filosofía muerta, palabras graves y singulares cuyo extraño significado se grabara a fuego en su mente.
“Santa María, desde tu alto trono vuelve tus ojos hacia el holocausto del pecador que ora y que te ama y que reza colmado de fervor”… siguen otras estrofas (imprecaciones) y al  final. “Ahora que los tormentos del destino enlutan mi presente y mi pasado deja que mi futuro resplandezca con dulces esperanzas de tu gloria” Al fin su melodía se infestaba del terror y el gozo se fundió en el horror y lo más bello se hizo horrible como Hinnon, (Valle del Culto a Moloch), se convirtió en Gehena. Refiriéndose al carácter exacto de disquisiciones que surgían de esos volúmenes, casi único tema de conversación, haciendo énfasis en las doctrinas de identidad, como las presenta Schelling: La identidad personal que Locke define como consistente en la cordura del ser racional y dice entender por persona una esencia inteligente dotada de razón,  fue para el una consideración de intenso interés la noción de esa identidad que en la muerte se pierda o no se pierda para siempre. Pero llegado el momento en que el modo de ser de su esposa lo oprimía como un hechizo y su contacto no lo resistía, ella, sabiéndolo todo, no lo reconvenía, le parecía tener conciencia de su debilidad o de su locura y sonriendo lo llamaba Destino. Con el tiempo, sin embargo, Morella se consumía físicamente y él se preguntaba si decir, que ansiaba con un deseo intenso y devorador el momento de su muerte. Pero el frágil espíritu se aferraba a su envoltura de barro durante muchos días, semanas y meses y en sus torturados nervios consiguieron dominar su mente y se sintió furioso por aquel retraso y como un demonio maldijo los días,  horas y momentos amargos que parecían prolongarse según declinaba su apacible vida, como las sombras al morir el día.
Pero una noche lo llamó junto a su lecho y le dijo: Este es el día de los días, un día de todos los días para vivir o morir. Es un día hermoso para los hijos de la tierra y de la vida, ah, y más hermoso para los hijos del cielo y de la muerte. Besó su frente y ella continuó. Voy a morir y sin embargo viviré. Jamás han existido días en que hubieses podido amarme, pero a aquella a quien aborreciste en vida la adorarás en la muerte,  ¡¡Morella!! Repitió ella que iba a morir y que había dentro de ella una prenda de ese afecto, ah! cuan pequeño, que antes sentía por ella. Cuando mi espíritu parta, el hijo vivirá, el hijo de ambos, de Morella, anunciándole luego dolor duradero y término de su felicidad. Volvió el rostro sobre la almohada con leve temblor..y murió. Pero como había dicho, su hijo, una niña, vivió. Y creció extrañamente en estatura e inteligencia y era de una perfecta semejanza con la que había partido y el la amó, con el amor más ferviente del que creía poder sentir por ningún habitante de la tierra. Pero se asombraba, con tristeza y horror, cuando descubría en los conceptos de la niña los poderes adultos y las facultades de la mujer.
Descubriendo cada día puntos de semejanza con la muerta, pasaron dos lustros de su vida y aún permanecía sin nombre. Hija mía y amor mío eran usualmente las denominaciones dictadas por el afecto paterno pues jamás había hablado de la madre a su hija. La ceremonia del bautismo se presentó en su mente como la liberación de los terrores de su destino. En la pila bautismal vaciló en cuanto al nombre,  pero espíritus malignos, para él, lo hicieron, murmurar al oído del santo hombre las sílabas Morella. Y preguntóse, que ser más que demoníaco convulsionó las facciones de mi hija y extendió sobre ella los tintes de la muerte, y que cayendo postrada sobre las negras losas de la cripta ancestral,  respondió estoy aquí? Perdió la noción de todo y pasó el tiempo mientras los elementos todos le murmuraban eternamente “Morella”. Pero ella murió  y con sus propias manos la llevó a la tumba y rió con risa amarga y prolongada al no encontrar rastro de la primera en el sepulcro donde puso a la segunda Morella.
Morella (Significado del nombre); Morella es una ciudad de España (Castellón de la Plana) capital del municipio del mismo nombre. Ciudad amurallada de origen pre-rrománico. Historia: Perdida para Cabrera en 1840, su rendición cierra la primera guerra carlista.
Otras: (Personalidades y lugares de interés)
Morella Muñoz. Concertista y cantante de música popular venezolana. Esta máxima expresión de la lírica venezolana nació en Caracas el 29 de julio de 1935 y tuvo la oportunidad de contar en Caracas con grandes maestros de música como Antonio Estevez, Lidia Nultutini, Inocente Carreño y Vicente Emilio Sojo entre otros. Viajó a Europa para cursos en Inglaterra y Roma, pasando luego a la Academia Superior de Música y Arte de Viena. Se hizo luego acreedora del Premio Primavera de Praga. De vuelta en Venezuela interpretó música al lado de los grandes de la guitarra y el cuatro, Alirio Díaz y Freddy Reina. Después de participar exitosamente en giras por Europa y América en reconocimiento a su talento musical fue la única cantante de América del Sur incluida entre los nuevos valores del Siglo XX en la Enciclopedia de la Música.  Considerada como la mejor intérprete latinoamericana de Brahms, fue especialista en Schubert, Bach, Hendel y fué solista en el réquiem de Mozart, Gloria de Vivaldi y Novena Sinfonía de Beethoven. Recibió entre nosotros el premio Nacional de Música en 1922 y murió en su Caracas natal el 15 de julio de 1995. (http://www.venezuelatuya.com/biografias/morella_munoz.htm)
Observatori Morella. Historia, previsiones, enlaces de interés y datos metereológicos. www.morella.net/eltemps/ - 1k Hallado en Morella un yacimiento único en España con restos fósiles de dinosaurios. La nueva especie de saurópodo podía ser bautizada como 'Morellasaurus'
 Referencias:
Diccionario Enciclopédico Quillet. Grolier Int. New York, 1967.
Diario El Nacional. Caracas, 15 de enero de 2006.  p.  A-16
Frases Célebres de todos los tiempos. Panamá. Editorial América S.A.,  1988.
McLeod I.  y Freedman T. Dictionary First Names, Dinamarca, Wordsworth, Referente,  1995.
Poe, Edgar Allan. Narraciones Extraordinarias. Barcelona, Círculo de Lectores,  1969.
Predicciones (Los Libros del Círculo Hermético) Enciclopedia de Nombres Mágicos. España,Libro Latino Editores, 1997.
R. VanidadesPredicciones 2006, Venezuela, Año 45, Nº 26. P. 30.




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