Salvado por un coleóptero necrófago
Cuando George Cuvier un zoólogolo
y naturalista de comienzos del siglo XIX escribió su monumental obra “El Reino Animal” le solicito a Pierre Andre Latreille que escribiese el
tratado sobre los artrópodos, única parte de la obra de Cuvier que no estuvo escrita
por él. La historia de este zoólogo francés quien había sido hijo natural de un
noble, Jean Joseph Sahuguet Amarzit, quien no lo quiso reconocer. Por ser un hijo
ilegítimo, de madre desconocida, fue denunciado por el propio baron d’Amarzit,
pero Pierre Andre, siempre tuvo buena suerte y sería protegido por importantes
personajes de la época, un médico, un rico comerciante y un barón de su ciudad natal,
Letreille, en Brive-la-Gaillarde, un pueblo de la región de Nueva Aquitania. El
Baron Letreille, lo adoptaría y luego, bajo la influencia del Cardenal Lemoine Pierre
Andre estudiaría para hacerse sacerdote.
En 1778 entró en la
Universidad de Lemoine, en París. Durante sus estudios se obsesionaría con el
tema de la historia natural, la zoología y botánica le interesaron. pero en
particular se dedicó con pasión a estudiar los insectos que acostumbraba a
cazar en los alrededores de París para publicar sus hallazgos como ensayos de entomología.
En 1788 Pierre Andre regresó a París y fue un activo miembro de la comunidad
científica, sus Mémoire sur les mutilles découvertes en Francia hace que lo
admitan en la Sociedad para la Historia Natural con sus Mémoire sur les mutilles
découvertes en Francia. Fue el fundador de la Sociedad Francesa de Entomlogía
donde habría de fungir siempre como presidente honorario de esa institución.
En 1790 el nuevo gobierno de
Francia aprobaría una ley Constitucional que obligaba a los clérigos de la
Iglesia Católica a prestar juramento de fidelidad al Estado y la Revolución lo
llevaría a una prisión para ser ejecutado con muchos otros compatriotas
católicos renuentes a firmar el juramento. Un par de meses antes de cumplirse
la sentencia, sería visitado por un médico, y mientras le hacía el examen
físico este notó el interés de Pierre Andre al señalarle un insecto velludo, de
patas rojas, y abdomen negro, que se movía por el piso del calabozo, el cual
según le explicó al médico, era una especie rara de escarabajo, conocido por
ser necrófago. Para verificar este comentario, el médico se lo llevó a Jean
Baptiste Bory de Saint-Vincent un joven de 15 años considerado un prodigio en su
conocimiento sobre las ciencias naturales quien confirmó el hallazgo. El escarabajo
de patas rojas, era un coleóptero necrófago de nombre Necrobia ruficollis. El
joven conocía de los trabajos del naturalista Letreille y de sus aportes a la
entomología, por lo que lograrían que fuese excarcelado y salvarse de la
guillotina, no así sus compañeros de prisión quienes perecerían en la
revolución francesa.
Latreille, en 1814 sería nombrado
miembro de La Academia de Ciencias de Francia, y en 1821 paso a ser Caballero
dela Legión de Honor, el más alto cargo de una orden por méritos militares o
civiles, siendo finalmente aclamado mundialmente por sus trabajos de
investigación. Falleció el 6 de febrero de 1833, en París, Francia.
Maracaibo 20 de enero 2018
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