lunes, 2 de junio de 2025

Maestros del mimetismo


Existen muchas curiosidades miméticas y hay una mariposaAgraulis vanillae (ver imagen), que visita usualmente a las orquídeas Epidendrum ibaguense. Esta es una orquídea terrestre desde México hasta Bolivia y el Brasil está caracterizada por sus flores que son de color naranja con labelo amarillo intenso imitando a las flores de una asclepiadáceaAsclepias curassavica.

 

Las mariposas “Agraulis vanillae” visitan estas orquídeas para procurarse néctar y en muchas oportunidades la mariposa que es atraída por el color y la forma de las flores de Epidendrum y se dirige hacia ellas e introducen su probóscide(aparato bucal) en un conducto estrecho (el ginostemo) de la orquídea pero su muy escaso diámetro hace que la espiritrompa quede atrapada unos instantes. Vendrá a ser el forcejeo del insecto por liberarse lo que hace que las polinias de la orquídea se le adhieran a la  cabeza de la mariposa y luego al soltarse, y al ser engañado nuevamente se distrae mirando otra vez a otra hermosa y vistosa orquídea Epidendrum, y simplemente va a transportar el polen efectuando de esta manera la polinización en la especie, pero sin haber recibido el néctar de la flor por sus servicios. Así son las cosas, como diría Oscar Yánez.


En el corazón del bosque, donde cada criatura parece seguir el curso natural de la vida, se esconde uno de los engaños más sofisticados del reino animal. Un impostor diminuto, disfrazado de hormiga, que camina entre miles sin levantar sospechas. Pero no es una de ellas. Es un depredador infiltrado. Se trata de la larva de un escarabajo de la familia Staphylinidae, otro maestro del mimetismo.

A través de señales químicas y movimientos perfectamente ensayados, este escarabajo logra parecerse tanto a una hormiga que estas lo aceptan como uno más de la colonia. Lo reciben, lo cuidan… incluso lo alimentan. Pero todo es parte de su plan ya que una vez dentro del hormiguero, este falso aliado comienza su verdadero trabajo: la destrucción silenciosa. Por las noches, cuando la actividad se reduce, se mueve con sigilo entre los túneles y cámaras, devorando huevos, larvas y, si se presenta la oportunidad, a sus propias anfitrionas. Para cuando las hormigas descubren lo que ocurre, ya es demasiado tarde. El daño está hecho desde dentro.


Este fenómeno no es solo una curiosidad biológica. Pareciera un filme de ciencia ficción, pero esta es una metáfora viviente. Una advertencia. En este mundo donde muchos aparentan ser lo que no son, este caso nos recuerda una lección vital: la apariencia no garantiza buenas intenciones. La confianza es valiosa, pero no puede entregarse a ciegas. Así como el hormiguero cayó por abrir sus puertas sin cuestionar, cualquiera de nosotros puede sufrir si dejamos entrar, sin cuidado, a quien lleva un disfraz convincente. A veces, el mayor enemigo no golpea la puerta. Ya está adentro.

Los estafilínidos (Staphylinidae) son una de las familias más numerosas de coleópteros polífagos con unas 63.000 especies descritas y miles de géneros. Los coleópteros, son los conocidos escarabajos, y son un orden de insectos de entre 375 000 y 400 000 especies descritas que tiene tantas especies como las plantas o los hongos y 66 veces más especies que los mamíferos. Su tamaño oscila entre 0,5 y 50 mm, aunque la mayoría miden entre 2 y 10 mm. Las antiguas familias Micropeplidae, Pselaphidae y Scaphidiidae deben incluirse entre los estafilínidos con categoría de subfamilias.

Este es un grupo tan antiguo que se conocen fósiles del Triásico, de 200 millones de años y todavía, es posible que haya otros más antiguos. Los coleópteros polífagos (de Polyphaga, que significa "que come una gran variedad de alimentos") son el suborden de coleópteros más amplio y diverso. Lo componen 16 superfamilias y 144 familias que despliegan una enorme variedad de especializaciones y adaptaciones, con más de 300 000 especies descritas, es decir, el 90 % de las especies de escarabajos descubiertas hasta hoy.

Los coleópteros polífagos utilizan el mimetismo como estrategia evolutiva imitando la apariencia de otra especie para su beneficio, como protección contra sus depredadores. Este tipo de mimetismo denominado batesiano (el insecto inofensivo imita a uno que es toxico o peligroso), o a uno de tipo mülleriano donde son varias las especies peligrosas que se imitan entre si reforzando las señales de advertencia hacia los depredadores. 

El mimetismo batesiano es una forma de parasitismo de señales donde un animal que busca alimento logra confundir a una presa benigna con un animal peligroso por su apariencia o por su comportamiento. El nombre se dio en honor a Henry Walter Bates, un científico británico (ver) que estudió el mimetismo en mariposas del Amazonas durante la mitad y finales del siglo XIX y observó que, en ocasiones, una especie inofensiva se asemeja a otra peligrosa o repugnante y con esto consigue eludir a los depredadores.

La mayoría de las especies de los coleópteros polífagos son alargadas y con tegumento blando. Los élitros están típicamente acortados, dejando al descubierto parte del abdomen. En la mayoría, las alas están bien desarrolladas y son buenos voladores. Unos pocos carecen de alas. La mayoría son carnívoros o carroñeros, pero también hay especies saprófagas (materia vegetal en descomposición) y fitófagas (polen, flores, algas, etc.). Muchos segregan sustancias malolientes e irritantes para repeler a sus enemigos.

Los estafilínidos tienen gran diversidad de hábitats: hojarascaturbahongos, corteza de árboles, carroña, madrigueras de mamíferosnidos de aves, nidos de insectos sociales (hormigasavispasabejastermitas), cuevas, vegetación, flores, etc y tienen un importante papel en los ecosistemas, tanto actuando como presas, como manteniendo el equilibrio de poblaciones de otros insectos, a los que depredan, los escolítidoslarvas de dípteroscaracoles, etc.

Maracaibo, lunes 2 de junio del año 2025

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