Ya hemos hablado previamente en este blog en varias ocasiones sobre
Rafael Rangel, citando su pensamiento analítico (https://bit.ly/2XCERBj) y sus conexiones para lograr su
impresionante formación como el primer gran investigador científico que tuvo este país
(https://bit.ly/2PrFDfe). Muchos ignoran que Rafael Rangel
dejó un legado vigente hasta hoy como visionario multidimensional de la
educación médica, la ciencia universal, la medicina experimental y de sistemas
como la medicina tropical, sanidad pública, tecnología médica y la gerencia de
investigación y desarrollo.
Tempranamente en 1906, ya en su conferencia a la Sociedad Vargas de
Estudiantes de Medicina, advirtió con acierto la importancia en la práctica
médica, no solo de la investigación de campo y de laboratorio, sino también del
uso práctico de la naciente tecnología de entonces. De igual manera, vislumbró
la necesidad de contar en Venezuela con un instituto de medicina tropical, que
no llegó a fundarse sino cuarenta y un años más tarde, en 1947. En esa misma conferencia, Rangel
advirtió la necesidad de la producción de biológicos en el país, actividad que solo fue posible a partir de 1938 con la fundación del Instituto
Nacional de Higiene que lleva su nombre a partir de 1977. Su vida como investigador y las
mezquindades y frustraciones que padeció representarían un precedente ante la
historia del doctor (https://tinyurl.com/msmdu9d3) Fernández Morán que recién ahora comienza a ser
reivindicada.
Rangel fue sin lugar a dudas el primer investigador de este país, quien
sin ser médico ya en el pasado siglo XX vendría a ser el predecesor de nuestro
genial sabio maracucho Humberto Fernández Moran. Rangel fue llevado al suicidio
por reiteradas tropelías que se hicieron en su contra, por un personaje
históricamente identificable con poder político, y en una curiosa coincidencia
el sabio calificado como Brujo de Pipe fue también consuetudinariamente
bloqueado en su país por intrigas de apariencia pseudo-política que tuvieron
también su judas a quien podríamos calificar como “su Santander”, como ha señalado la Dra Gloria G Carvalho Kassar en
su libro Descubrir lo invisible
(2025) sobre Fernández Morán a quien lo bloquearía reiteradamente para
impedirle regresar a desarrollar sus proyectos en Venezuela.
El Dr. Ceferino Alegría
Mauricio (1913-1979) ha analizado la actuación del Dr. Rafael López Baralt alrededor del
serio incidente personal que tuvo, con el bachiller Rafael Rangel, en
Maracaibo, cuando éste tenía 19 años. Testimonios de la época, señalan que
cuando Rangel cursaba su último año de bachillerato en 1896, le llegaron
noticias, de que, en Bogotá, estaban realizando la curación seroterápica de la
Lepra, según un novedoso procedimiento seguido por el Dr. Juan de Dios
Carrasquilla. La Junta de Lazareto del Zulia, decidió enviar a Bogotá, una
comisión para examinar el asunto de la seroterapia de la Lepra y el bachiller Rangel,
se ofreció para ir en calidad de ayudante; pero el director de la Sección de
Seroterapia del Instituto Pasteur de Maracaibo, era Dr. Rafael López
Baralt, y lo rechazó.
Rangel, era muy muy joven finalizaba su bachillerato en Maracaibo, pero interesado
en la oportunidad que se le brindaba insistiría, y nuevamente fue rechazado por López Baralt; entonces el joven
estudiante Rafael Rangel, exaltado y ofuscado, le enrostró al Dr. López Baralt,
su pequeña estatura, diciéndole que la trataba de compensar con unos zapatos de
tacones altos, asignándole el calificativo de “Enano Engreído”. Rangel ante la
gran influencia política y científica del Dr. López, en Maracaibo; decidiría
irse a seguir sus estudios en la Universidad de Caracas. Rafael Rangel, obtuvo
en la Universidad del Zulia, su grado de Bachiller en Filosofía el 3 de agosto
de 1896 y el 21 de septiembre de ese mismo año se inscribe para estudiar
Medicina en la Universidad Central de Venezuela. Rangel tenía 19 años…
En el año 1898, Rangel solicitó por primera vez
al Congreso una beca, para trasladarse al exterior, a realizar estudios de
inmunología seroespecifica, pero el Dr. Rafael López Baralt, era miembro de la comisión encargada de otorgar las
becas en el parlamento, y la solicitud de Rangel, queda negada. A mediados del
año 1900, Rangel conseguiría la aprobación de un aporte presupuestario, con el
primer Presidente del Estado Trujillo, Inocente de Jesús Quevedo, recién
nombrado por Cipriano Castro. Esperaba viajar al exterior a realizar su sueño,
de estudiar serología inmunoespecifica, pero ya en el mes de abril de 1901,
fue nombrado Presidente del Estado Trujillo, el Dr. Rafael López Baralt,
el médico y político marabino, y el aporte presupuestario aprobado, no se
ejecutó en beneficio del joven trujillano. Así lo dispuso el nuevo Presidente
del Estado.
El Dr. Pablo Acosta Ortiz, leyó el trabajo del sabio Rangel,
ante el resto de los integrantes del ilustre colegio médico (para el momento
con 31 miembros). Rangel, quien continuó trabajando sobre el mismo tema, presentaría
dos informes más ante la recién creada Academia de Medicina, en los años 1904 y
1905 a tales fines publicaron el 25 de mayo de 1905, el acuerdo “CONSIDERANDO:
que los estudios del señor Rafael Rangel sobre parasitología tropical, en
especial la determinación del Anquilostomo Americano como causa de ciertas
anemias graves en Venezuela, representan un notable esfuerzo de investigación
científica, se acuerda: 1º.- Conceder al señor Rafael Rangel, un premio
especial a título de estímulo por su amor a la investigación científica y su
consagración al trabajo. 2º.- Recomendar al gobierno como obra de utilidad
nacional, que envíe al señor Rangel a una Escuela de Patología Tropical, con el
objeto de que perfeccione allí sus conocimientos e implante luego en Venezuela
la enseñanza de una parasitología tropical. 3º.- Entregar este acuerdo y el
premio al señor Rangel, el día del Aniversario de la Academia en la sesión
solemne y pública anual. Dado en el Salón de sesiones de la Academia de
Medicina el 25 de mayo de 1905.
Ese mismo año de 1905, precisamente fue nombrado el Dr. Rafael
López Baralt, miembro
correspondiente Nacional de la Academia de Medicina, por el Estado Zulia… Hasta
allí llegó el Acuerdo de la Academia de Medicina, cuyos miembros callaron para
siempre, ante el poder político del Dr. Rafael López Baralt… El silencio
del Dr. Luis Razetti,
Vicepresidente de la Cámara del Senado y Presidente de la Comisión Permanente
de Instrucción Pública, fue muy evidente, pues según Ceferino Alegría, Razetti
nunca abogó por el cumplimiento del Acuerdo del 25 de mayo de 1905, de la
Academia de Medicina, de la cual fue Secretario Perpetuo.
Sobre estas realidades es poco lo que el país conoce y por ello el
médico venezolano y PhD del Albert Einstein College of Medicine de nueva York,
doctor Rafael Rangel-Aldao publicó un exhaustivo estudio cuyo objetivo fue
hallar respuestas verificables sobre preguntas que a ciento diez años de la
desaparición trágica y prematura de Rafael Rangel (1877-1909), aún persisten,
sobre el qué y el cómo, de su formación científica y la verdad sobre las
importantes contribuciones que hizo como precursor de la investigación médica
en Venezuela. Los hallazgos de la investigación de Rangel-Aldao, señalan que,
Rafael Rangel diseñó un programa tutorial de licenciatura en microbiología con
especial énfasis en parasitología, y lo cumplió durante cinco años (1898-1902),
bajo la dirección de José Gregorio Hernández y Santos Aníbal Domínici, así como
de otras grandes figuras como Pablo Acosta Ortiz, Enrique Meier Flégel y Luis
Razetti.
Para aquel entonces, Rangel dominaba la lectura de los cinco idiomas más
importantes de la ciencia mundial, y como tal adquirió una erudición que le
permitió estar en la frontera del conocimiento médico y biológico. Esa
formación lo preparó para ser director del Laboratorio del Hospital Vargas,
1902-1909. Convertido en investigador activo, dirigiría el 26,2% de las tesis
doctorales en medicina de ese período, y produjo los más importantes descubrimientos
sobre la causalidad, diagnóstico, tratamiento y epidemiología de graves
enfermedades que afectaban tanto a la población humana como animal de nuestro
país.
Maracaibo martes 25
de febrero de 2025
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