viernes, 13 de septiembre de 2024

El teatro de Ibsen

 

Además de escribir un buen número de poemas, los dramas del escritor noruego Henrik Ibsen (1828-1906) son los de un dramaturgo y poeta que ha sido considerado el más importante dramaturgo noruego y uno de los autores que más han influido en la dramaturgia moderna, padre del drama realista moderno y antecedente del teatro simbólico.

 

Según su biógrafo Michael Meyer, la carrera de Ibsen se puede dividir en cuatro periodos: 1- Los años de fracaso, con las obras que nadie quiso representar. 2- Los grandes dramas épicos, escritos en verso de 1860 a 1870 como Brand y Peer Gynt, son poemas dramáticos. 3-A fines de 1870 y principios de 1880, sus obras sociológicas. 4- De 1880 a 1890, sus grandes obras que dejaron desconcertado a sus contemporáneos.    

 

En 1842 Henrik, de 15 años, ingresaría en un colegio religioso. Años después en su edad madura, se declaraba ateo. La familia se mudaría a la pequeña ciudad de Grimstad donde iba a trabajar durante seis años como aprendiz de farmacia, acentuándose su carácter introvertido. Al terminar los estudios de secundaria Henrik comienza a estudiar medicina, pero nunca terminará pues interesado por la literatura ya escribe sus primeros poemas Resignación y En otoño y obras dramáticas de carácter romántico Catilina La tumba del guerrero. 

 

En 1852 consigue trabajo en el Det norske Theater de Bergen, con el compromiso de estrenar una de sus obras al año y estrena cuatro obras: La noche de San Juan (1853), una nueva versión de La tumba del guerrero (1854), La señora Inga de Ostraad (1855) y La fiesta en Solhaug (1856). En 1857 realiza viajes de estudios a Dresde y Copenhague. En Bergen conoce a Susannah Thoresen, hija de un clérigo protestante, con la que contraerá matrimonio en junio de 1858. En septiembre de 1857 regresa a Cristianía para hacerse cargo de la dirección artística del Cristianía Norske Theater hasta su quiebra en 1862.

 

El carácter simbolista de sus piezas teatrales les da un un gran sentido metafórico: La dama del mar (1888), Hedda Gabler (1890) y El maestro constructor  (1892). Habría de ser durante su tercera etapa de creación, cuando Ibsen realmente se consagró como un gran dramaturgo. En este periodo escribió Los pilares de la sociedad (1877); Casa de muñecas (1879); y ya en su 4ta etapa Espectros (1881) y Un enemigo del pueblo (1882). 

 

En estas obras Ibsen se ocupó de problemas sociales, de los convencionalismos, y las aparienciasCasa de muñecas, se transformó en una de las obras feministas que no dejarían de representarse en distintas partes del mundo. Para la época, ya circulaban los textos de Charles Darwin, Karl Marx y otros pensadores y no eran pocos los críticos que sospechan que Ibsen también los conocía.  De alguna manera, Ibsen da cuenta de los cambiantes procesos culturales e históricos en la Europa de entonces evidenciando que la cosmovisión empezaba a cambiar y, en este sentido, el teatro de Ibsen tuvo mucho para aportar.


Casa de muñecas, es el drama de Nora, su personaje principal quien, en busca de ella misma, va desafiando convencionalismos sociales. La sociedad de ese momento, de costumbres victorianas muy arraigadas, no estaba preparada para cuestionamientos de esa estirpe. Los maridos y jefes de familia ya no eran dioses y la mujer no tenía por qué estar bajo su mando ni tener menos derechos que su esposo. 

 

Ibsen se había declarado ateo y, con sus obras, comenzó a cuestionar cosas de las que nadie se atrevía a hacerlo, y sus lectores y espectadores lo siguieron en ese razonamiento. Así, las cosas en las que creían ciegamente comenzaron a tambalearse; había que tener una opinión propia sobre cuanto existía. Esto era algo que no se había logrado antes. Henrik Ibsen desafiaba la autoridad en muchos aspectos, y cambió el teatro, pasando de ser un lugar de entretenimiento a un arma para debatir las ideas del momento con gran habilidad. Después de Ibsen, el teatro nunca volvió a ser el mismo.


Ibsen, además, anticipó muchas de las ideas que otros pensadores abordaron cincuenta años después. El psiquiatra inglés, Anthony Storr, comentaria en un especial sobre la vida del dramaturgo: “Ibsen estaba muy preocupado acerca del cumplimiento del destino del individuo, más allá de si era hombre o mujer. Y, por supuesto, en su época era algo muy nuevo que la mujer tuviera el mismo derecho para cumplir su destino como el hombre, que fuera lo que ella quisiera ser. Ibsen se anticipó al concepto de autorrealización que otros especialistas, como Abraham Maslow y Eric Fromm, abordaron más adelante. Ibsen estaba muy adelantado a su época”.

 

Casa de muñecas, lo consagró, y se convirtió en una de las piezas feministas que dio lugar, incluso, a nuevas obras, como por ejemplo Después de casa de muñecas, escrita por el estadounidense Lucas Hnath, en la que narra la vuelta de Nora al hogar, quince años después del famoso portazo para ir en busca de ella misma. Esta vez, la protagonista de la historia regresa como una escritora feminista, para resolver nuevos problemas, pero que la encontrarán de otra manera ante el mundo. 

 

Los dramas de Ibsen, no hay duda de que siguen interpelando a hombres y mujeres, e invitando siempre al cuestionamiento de todo cuanto se ha impuesto o naturalizado.

 

Ibsen es un dramaturgo con reconocimiento internacional. Sus obras se representan en diversos países de Europa. En 1869 viajaria a Egipto invitado a la inauguración del Canal de Suez. En 1873 fue elegido miembro del jurado de arte internacional en la Exposición Universal de Viena. En 1878 volveria a Roma, donde residirá durante siete años. Es en todo este exilio voluntario cuando escribe su principal obra dramática, sus dramas realistas y simbolistas.

 

En 1891, a los 63 años, Herik Ibsen regresa definitivamente a Noruega y fija su residencia en Cristianía. En 1898 celebran su septuagésimo aniversario  y sigue escribiendo, Su drama Juan Gabriel Borkman es de 1896. En 1900 sufre un primer ataque de apoplejía y se irá minando su salud hasta quedar totalmente paralítico. Muere el 23 de mayo de 1906 a los 78 años de edad.


Maracaibo, viernes 13 de septiembre de 2024

 

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