sábado, 5 de abril de 2025

Nicolás Achúcarro y Lund

 

Nicolás Achúcarro nació en junio de 1880 en el Casco Viejo de Bilbao, en el seno de una familia burguesa y culta de la época. A los 10 años ingresó en el Instituto de Bilbao, donde Miguel de Unamuno enseñaba latín. A los 15 años (1895), terminó lo que suponía el equivalente al bachillerato con excelentes notas, tanto en las asignaturas de ciencias, como en letras.

En octubre de 1895 dejaría Bilbao para instalarse por un tiempo en Alemania, y poder así prepararse en el Gymnasium de Wiesbaden, durante 16 meses para su acceso a la Facultad de Medicina de la Universidad de Madrid (la actual Universidad Complutense). Dejando Alemania en marzo de 1897 y tras examinarse de la prueba selectiva de aquel año en la Universidad de Zaragoza, inicia en el curso 1897-1898 (con 17 años) la carrera de Medicina en Madrid.

En su primer año universitario le es concedido el Premio «Martínez Molina» por sus conocimientos en anatomía, y el curso siguiente le es otorgado el Premio Fourquet, en una votación realizada entre sus compañeros. Durante ese segundo curso, asiste a las clases prácticas de fisiología del Prof. Gómez Ocaña y se aproxima a la figura de Santiago Ramón y Cajal y a su histología y anatomía patológica.

En 1899 se traslada a Marburgo, Alemania, con su hermano Juan Luis, para asistir a varios cursos de patología, química y fisiología. Al año siguiente se ve forzado a volver a Bilbao porque su hermano contrae tuberculosis. De vuelta en Madrid, prepara los tres últimos años para su graduación en Medicina. Comienza su experiencia investigadora en el laboratorio del Profesor Luis Simarro dónde trabaja en histopatología, lo que le lleva a montar un pequeño laboratorio en su propia casa familiar de Neguri.

Concluirá sus estudios de Medicina con 24 años, y guiado por su interés y afán de conocimiento, visita los principales laboratorios de su época. Entre 1904 y 1905 viaja a París para visitar la clínica de Pierre Marie en la Salpêtrière, y asiste a cursos de Babinski. Posteriormente se traslada a Alemania para trabajar con Lewandowsky y el italiano Catola, donde recibe una fuerte influencia para el desarrollo posterior de su carrera. Durante este tiempo empieza a preparar su colección de anatomía-patología de las enfermedades mentales.

En el verano de 1905, tras retornar a Bilbao, viaja a Florencia , en este caso a la Clínica de San Salvi, donde los neuropsiquiatras florentinos Tanzi y Lugaro le introducen en el estudio de las enfermedades mentales. Después viaja de nuevo a Alemania, a Munich, donde dedica tres años a colaborar en la clínica del Profesor Kraepelin, y en el laboratorio de neuropatología del Profesor Alzheimer, donde desarrolla su tesis doctoral «Contribución al estudio de la anatomía patológica de la rabia» que defiende en Madrid en diciembre de 1906, con la calificación de sobresaliente. Con el Dr. Alois Alzheimer y su grupo de colaboradores 1909-1910. Achúcarro es el segundo empezando por la derecha en la fila de arriba. A su lado derecho está el Dr. Alzheimer. 

En 1908, y con 28 años, Alzheimer le recomienda para que dirija Laboratorio de Anatomía Patológica del Hospital Psiquiátrico Federal en Washington (EEUU). Para preparar este viaje, se traslada a París, donde visita varios hospitales psiquiátricos y escribe un artículo sobre las Stäbchenzellen (células en bastoncito), células neuróglicas y células granuloadiposas en el asta de Ammón del conejo. Después continua su viaje en Londres y Liverpool, donde conoce al padre de la fisiología moderna, Sir Charles Scott Sherrington, y a continuación, embarca a América.

Durante su estancia en EEUU, entre 1908 y 1910, desarrolla una intensísima actividad científica y publica sus resultados en inglés y alemán en revistas especializadas de la época. En 1910 vuelve a Madrid, donde ha obtenido el puesto de médico del Hospital Provincial, y donde puede centrarse en la labor investigadora. En este tiempo colabora con el Boletín de la Sociedad Española de Biología y en el laboratorio de investigación biológica, en temas relacionados con la histología y fisiología de la glía, además de participar en la creación de la Residencia de Estudiantes promovida por Francisco Giner de los Rios.

En 1911 concluye su investigación sobre un nuevo método de tinción “Técnica de Achucarro” con tanino y oxido amoniacal. En 1912 es invitado por Carl Gustav Jung a dar una serie de cursos sobre enfermedades mentales en la Universidad de Fordham (Nueva York) y es nombrado Doctor Honoris Causa por esa Universidad el 11 de septiembre de ese año. A su regreso, y con la ayuda de Ramón y Cajal y de la Junta de Ampliación de Estudios, es designado responsable del laboratorio dónde trabaja y colabora con otras relevantes personalidades (Rodríguez LaforaDel Rio Hortega, Sacristan,  GayarreFortún y otros) de aquel tiempo.

Los primeros síntomas de su fatal enfermedad aparecen en 1915. El año siguiente se ve obligado a abandonar sus trabajos en el laboratorio y a retirarse a El Pardo (Madrid). En Julio de 1917, con la enfermedad golpeándole ya ferozmente, vuelve a Neguri a la casa familiar. Aunque al principio se pensó que se trataba de tuberculosis, con el tiempo los síntomas fueron diferentes. Se fue quedando parapléjico progresivamente, sufría intensos picores y úlceras por decúbito. Él mismo se diagnostica la enfermedad de Hodgkin, tras leer un texto sobre patología médica, y reconociéndose los síntomas descritos. Finalmente, muere el 23 de abril de 1918, a la edad de 37 años.

Nicolás Achúcarro y Lund fue uno de los primeros investigadores en visualizar las células cerebrales con capacidad fagocítica que hoy conocemos como la microglía. Posteriormente, su discípulo Pío del Río-Hortega desarrolló modificaciones de los métodos de Achúcarro y pudo observar específicamente las sutiles complejidades morfológicas de la microglía. Estos hallazgos contradecían la propia visión de Cajal sobre las células que, según él, pertenecían a la misma clase que la oligodendroglía (el llamado "tercer elemento" del sistema nervioso), lo que dio lugar a una larga discusión. No fue hasta 1924 que las observaciones de Río-Hortega se generalizaron a nivel mundial, reconociendo así la microglía como un tipo celular único.

Maracaibo, sábado 5 de abril del año 2025

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