martes, 29 de abril de 2025

El pulpo manta

 

En septiembre de 2017 conversábamos en este blog sobre los pulpos y en aquel año hablamos de los pulpos “de sangre azul” (https://bit.ly/3mVTpe7). En septiembre, el año 2022 mostramos unos pequeños pulpos de anillos azules (https://bit.ly/3mZUiSO) y así hasta hace pocos meses, pero no habíamos hablado del pulpo manta… 

Laura Bautista en Las Palmas de Gran Canaria hace unos días decía por la prensa (ABC, España) de este pulpo muy especial y relataba como en las profundidades del océano, “hay criaturas que parecen salidas de un sueño y una de ellas es el pulpo manta”, que no se esconde, pero danza y se transforma.

Un buceador en Canarias narraba así… “Ayer tuvimos la suerte de poder ver a la esquiva y rara especie en superficie; creemos que seguramente habrían intentado comérselo unos delfines que habían pasado por la zona, pero consiguió escapar gracias a su fascinante sistema de defensa, ya que aparte de soltar tinta como otras especies de pulpo, el pulpo manta cuenta con una especie de manto que puede desplegar para parecer más grande y del cual también puede zafarse cuando quiere protegerse”.

Los pulpos manta (Tremoctopus) son un género de moluscos cefalópodos del orden octópodos; hay cuatro especies que viven en océanos tropicales y son conocidos como “pulpos mantas” debido a las grandes membranas que presentan las hembras, y que pueden desplegar de dos de sus brazos, para parecer más grandes, probablemente como sistema de defensa.

Estas especies de pulpos tienen un grado extremo de dimorfismo sexual; las hembras pueden llegar a medir dos metros, mientras que los machos son más pequeños. Además, los machos tienen un tentáculo lleno de esperma para fertilizar a la hembra, conocido como hectocotilo. El macho muere tras el apareamiento y la hembra puede llevar hasta 100.000 huevos fertilizados.

Sobre el tema de la copula en los moluscos, pólipos, sepias y calamares, todos se acercan de una manera similar buscando el apareamiento. Se unen boca a boca, en una especie de beso entrelazando regularmente tentáculos con tentáculos y hacen que las cavidades se correspondan entre sí. Dijimos que el macho tiene una especie de pene en uno de sus brazos (el hectocotilo) y en este brazo están las dos cavidades más grandes; esta vara unida a la mitad del brazo que el macho lo lleva completamente al tronco de la hembra. La sepia y el calamar nadan acoplados, colocando sus bocas y brazos opuestos entre sí, y nadando en direcciones opuestas. Producen sus huevos por el órgano que, según algunos, también es fertilizado por el macho.

El término hectocótilo fue acuñado por Georges Cuvier, quien fue el primer científico moderno en encontrarlo, bajo el manto de un argonauta hembra y creyendo que era un parásito le dio el nombre genérico de Hectocotylus, un nombre que se usó rápidamente para designar ese brazo especial para la reproducción de octópodos. Sin embargo, el brazo hectocótilo y su función ya había sido descrito en los trabajos biológicos de Aristóteles, pero nadie creyó en él hasta su redescubrimiento en el siglo XIX.

El hectocótilo o hectocotylus es uno de los brazos o tentáculo especializado de la mayoría de las subclases de cefalópodos que se modifica de varias maneras para llevar sus espermatóforos y el gameto masculino al manto de la cavidad de la hembra, lo que garantiza la fertilización de sus huevos. Los machos forman generalmente un hectocotylus nuevo en cada nueva estación. El nombre hectocótilo deriva del griego ἕκατον hectós, 'cien', y kotýlē, 'cavidad', indicando 'que tiene cien ventosas'.

Precisamente la forma acabada de hectocótilo es una punta que ha sido utilizada para la sistemática del pulpo. En muchas especies puede ser muy complejo. El llamado “pulpo de siete brazos” (Haliphron atlanticus) lleva su nombre porque en el macho de esta especie el hectocotilo se desarrolla en una bolsa semioculta debajo del ojo derecho, dando la apariencia de tener más de siete brazos. En otros cefalópodos, como en el Nautilus, el órgano reproductor masculino se denomina el espádice, compuesto por cuatro tentáculos fusionados.

Decíamos inicialmente, que un pulpo manta había sido localizado por el apneista de Lanzarote, Elyoenai Aparicio, mientras buceaba cerca de Lanzarote, la isla conejera. Ese ejemplar de Tremoctopus violaceus, conocido popularmente como “pulpo manta”, es escurridizo a la vista, ya que su habitat natural es la zona abisal, más allá del talud continental, y corresponde a profundidades mayores de 2000 metros. El pulpo manta, por ser una especie de grandes profundidades es muy difícil de ver, pero ha aparecido en las aguas del archipiélago canario.

El ejemplar de Tremoctopus violaceus, conocido popularmente como 'pulpo manta', es escurridizo a la vista, pero el buceador profesional de Lanzarote logró verlo cambiar de forma y color entre los restos de manta y tinta varias veces, “camuflándose entre los restos o escondiendo los tentáculos hasta parecer una especie completamente distinta, aquel fue un despliegue espectacular que nos dejó boquiabiertos”. La especie esquiva y rara, el pulpo manta del que apenas hay información, se ha dejado ver tras la aparición hace unos meses del pez diablo, otra criatura abisal que emergió de las profundidades para dejarse ver en superficie.

Recordaremos finalmente que un pulpo pequeño no debe llamarse pulpito pues confunde sin el acento o tilde con el sitial desde donde se discurre para un público en ocasiones expectante pero sin dejar pasar por alto el sencillo uso de una tilde (de “tildar”, del latín titulare)…

Maracaibo, martes 29 de abril del año 2025

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