Los Faraones negros
Las Dinastías de la Baja Época de Egipto comenzaron con la Dinastía XXIV (727-715) del faraón Tefnakht (730-720) quien destronó al último faraón legítimo de la Dinastía XXIII, Shesonquis IV. En aquellos días, Piankhi era rey de Nubia y decidió avanzar hacia el norte e invadir a Egipto. Sus soldados bogaron por el Nilo desembarcando en Tebas, capital del Alto Egipto donde el rey nubio asentaría su reino durante 20 años, al cabo de los cuales embarcó de nuevo a su ejército con su botín de guerra, y zarpó hacia el sur por el Nilo, y se establecería en su tierra, en Nubia para no regresar más nunca a Egipto. De esta manera, con Piankhi se iniciaría la XXV Dinastía de Egipto y la sucesión de estos reyes conocidos como los faraones negros.
El mundo antiguo era ajeno al racismo. El hecho de que Menjeperra Pianjy, (Piankhi) también denominado Piye, ya conocido como el rey Kushita de Nubia -el actual Sudán- fuese negro, no pareció ser relevante y lo oscuro de su piel nunca fue visto como un signo de inferioridad entre los egipcios u otras culturas como los asirios o los “hijos de Yavé”. Piankhi desde la ciudad de Napata, en Kush, del 747 a 716 a. C., fundaría de la dinastía XXV que gobernó durante el llamado Tercer periodo intermedio de Egipto. Piankhi, era el supremo gobernante de Kush, cuando se aprovechó de las contiendas entre los gobernantes de Egipto para ampliar el poder de los Kushitas más allá de Tebas, en el Egipto central. Como reacción contra la creciente influencia Kushita en el Alto Egipto, Tefnajt, gobernante de Sais, decidiría constituir una coalición entre los reyes locales de la región del Delta del Nilo y convenció al rey Nimlot III de Hermópolis, (aliado nominal de Pianjy), a desertar y pasarse a su bando.
Tefnajt mandó entonces al sur al ejército de la coalición y sitió Heracleópolis, donde su rey Peftyaubast y los mandatarios locales de Kush le pidieron a Piankhi ayuda y él reaccionó rápidamente ante este conflicto reuniendo un ejército para invadir el Medio y Bajo Egipto. De esta época se sabe que visitó Tebas en tiempos de la gran Fiesta de Opet lo que demuestra que controlaba por esta época, el Alto Egipto. Luego, Piankhi marchó hacia el norte y logró una completa victoria en Heracleópolis, conquistando las ciudades de Hermópolis y Menfis entre otras, y recibió la sumisión de los reyes del Bajo Egipto inclusive de Iuput II, de Leontópolis, Osorcón IV de Tanis y de su anterior aliado, Nimlot de Hermópolis, ciudad que cayó ante el rey de Kush después de sitiarla durante cinco meses. Tefnajt tomó refugio en una isla en el Delta y se declaró vencido mediante una carta, pero se negó a rendir homenaje personalmente al gobernante Kushita.
Piankhi navegó hacia el sur, desde Tebas, y volvió a su patria, Kush, para nunca más volver ya a Egipto. A pesar de su campaña triunfante en el Delta, su autoridad sólo se extendió hacia el norte de Tebas, hasta la región occidental de los oasis del desierto, y Heracleópolis donde Peftyaubast continuó gobernando como rey vasallo de Kush. Los reyes locales del Bajo Egipto, fundamentalmente Tefnajt, quedaban libres para hacer lo que ellos quisieron sin el control de Pianjy. Fue Shabako, el sucesor de Piankhi, quien posteriormente rectificó esta poco satisfactoria situación atacando Sais y derrotando al sucesor de Tefnajt, Bakenrenef.
Thrqa fue el quinto rey de la XXV dinastía egipcia, llamada etiópica por Manetón, autor que le llama Tarkos y le asigna dieciocho años de reinado. Nefertumjura Taharqo, sería el rey de la dinastía XXV de Egipto, o Kushita, cuyo reinado se data aproximadamente entre el 690 a. C. y el 664 a. C. Tarkos era hijo de Piankhi y de la reina Abalé (Abiru) y fue escogido por su hermano y predecesor en el trono, Shabataka, para reinar. Tarcos, reinó 18 años. Eusebio de Cesarea lo llama Taracos asignándole veinte años de reinado. Taharqo, o Taharqo, hermano de Shabitko, el rey precedente, e hijo de Piye, el ya mencionado rey nubio de Napata que conquistó Egipto.
De manera que fue durante el reinado de Taharqo, cuando sus enemigos, los gobernantes de Asiria, invadieron Egipto. Asarhaddón dirigió varias campañas contra Taharqo, y tras su primer ataque, en 677 a. C., se organizó para apaciguar a las tribus árabes próximas al mar Muerto. Asarhaddón invadió Egipto en el año decimoséptimo del reinado de Taharqo, quien derrotó a los asirios en aquella ocasión, pero tres años después (671 a. C.) el rey asirio cuando tomó y saqueó Menfis, capturaría a numerosos a miembros de la familia real y Taharqo huyó al sur y Asarhaddón reorganizó la política en el norte, estableciendo a Necao I, de la dinastía vigésimo sexta, como rey en Sais.
En Asiria reinaba en esta época Asarhadón, hijo de Senaquerib, Taharqa fomentó la revuelta contra él de las ciudades fenicias de Sidón y Tiro. Asarhaddón sitió Tiro y al no poder tomarla, siguió hacia Egipto, tomando Menfis, donde se apoderó del harén y los hijos del faraón quien se refugió en Tebas mientras Asarhaddón se proclamó rey del Alto y Bajo Egipto. Tras un intervalo de tiempo, el rey asirio abandonaría Egipto, y Taharqa se rehizo y tomó nuevamente el poder. Asarhaddón intentó volver a Egipto y murió en su intento, pero su hijo Ashurbanipal reconquistó este país e invadió una vez más Egipto. Asurbanipal derrotó a Taharqo, quien huyó a Tebas. Una revuelta de Nekao, príncipe de Sais, fue aplastada por los asirios y éste enviado a Nínive como rehén y tratado con magnanimidad, siendo su hijo Psammético nombrado príncipe de Alhribis. Años más tarde, se rebeló contra la invasión asiria y comenzó una nueva Dinastía, la número XXVI (663-525), afincada en Sais.
Taharqa (690-664) hizo asesinar a su antecesor. Reorganizó la administración y llevó a cabo numerosas construcciones (columnata del templo de Amón en Karnak, Medinet Habu, Edfú, etc.), y sobre todo, embelleció la ciudad de Tanis, donde le gustó residir. Le sucedió Tanutamón (664-656). Los reyes de Napata (Dinastía XXV), tienen tumbas, encontradas en Djebel Barkal que son sólo modestas pirámides en piedra, muy esbeltas.
Maracaibo, viernes 7 de mayo, del año 2021
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