John Everett Millais (1829-1896) fue uno de los miembros fundadores de
la Hermandad Prerrafaelita (https://surl.li/rkryiw). Nacido en Southampton,
fue un niño prodigio que pintaba desde los cuatro años. Cuando tenía siete años
su familia se trasladó a Londres donde su talento para el arte le valió ya a
los once años, una plaza en las escuelas de la Royal Academy (1840).
Allí conoció a William Holman Hunt y a Dante Gabriel Rossetti, con quienes fundó
la Hermandad Prerrafaelita en 1848.
La obra de John
Everett Millais inicialmente responde a los ideales
estéticos de la asociación prerrafaelita, y a partir de la década de los
setenta su evolución a los cánones académicos se hace progresivamente patente. En
1848 funda la hermandad prerrafaelista en su estudio, junto a Hunt y Rosseti, rebelándose contra el
academicismo establecido por el entonces director de la Academia Inglesa,
Joshua Reynolds, quien según ellos, no hacía sino seguir las directrices
marcadas por el manierismo, perpetuando una tradición de retrato ampuloso y
elegante, pero vacío de significado.
Para la
creación del icónico cuadro, de Ophelia, John Everett Millais se
sentó frente al río Hogsmill, en Surrey, a pintar los detalles naturales y florales de la obra durante cinco meses,
invirtiendo once horas diarias y seis días por semana para retratar con el
mayor realismo posible (captaba la realidad frente a los ojos, sin hacer ningún
tipo de denuncia) del escenario elegido para su pintura. Siguiendo esa obsesión
de los prerrafaelitas por la autenticidad, Millais le pidió a Elizabeth Siddal,
una de sus mayores musas y modelos, que posara como Ophelia.
Lizzie, tal y como se la conocía en su círculo más
cercano, se sumergió, vestida, dentro de una bañera y adoptó la posición
lánguida y de profunda tristeza que caracteriza a Ophelia al final de Hamlet, y cuando la llama de las
velas que calentaban el agua se extinguió, ni Lizzie ni John se inmutaron y ambos continuaron (ella como intérprete, él
como retratista) durante horas, hasta que se hubo completado el cuadro. El
resultado fue la impactante obra que cuelga hoy de las paredes de la Tate
Britain en Londres y un terrible resfriado que estuvo a punto de costarle la
vida a Lizzie Siddal.
Esta
anécdota muestra el romanticismo extremo al que estaban dispuestos a llegar los
prerrafaelitas para alcanzar el nivel de detalle, expresividad y emoción
plasmado en sus obras. Por otro lado, hay que señalar el imprescindible papel que tuvieron las mujeres en el movimiento,
como musas de miradas enigmáticas y largas cabelleras pelirrojas, o como artistas fundamentales que trabajaron
codo a codo con sus compañeros, aunque con el paso del tiempo sus
nombres hayan resonado menos que los de ellos.
La obra de John
Everett Millais inicialmente responde a los ideales
estéticos de los prerrafaelitas, y a partir de la década de los setenta su
evolución a los cánones académicos se hace progresivamente patente. En
1848 funda la hermandad prerrafaelista en su estudio, junto a Hunt y Rosseti, rebelándose contra el
academicismo establecido por el entonces director de la Academia Inglesa,
Joshua Reynolds, quien según ellos, no hacía sino seguir las directrices
marcadas por el manierismo, perpetuando una tradición de retrato ampuloso y
elegante, pero vacío de significado.
John Everett Millais tiene tintes románticos hasta en la Sesión
Inaugural, que tuvo lugar en la casa de sus padres, y a la que asistieron el
mismo John, Rosetti y Hunt, creadores del grupo, quienes estudiaban en la Royal
Academy, a la que, mantuvieron en la más absoluta ignorancia de su hermandad.
El tercer fundador, Dante Gabriel Rosetti, era alumno de Ford Maddox Brown, y
había quedado prendado por un cuadro de Hunt inspirado en la poesía de Keats: “La víspera de Santa Inés”.
Millais, realizaría en1850 una de sus obras más polémicas: Cristo en casa de sus padres, que intenta exponer y siendo objeto de controversia fue rechazada por ser un retrato realista de una Sagrada Familia de clase obrera trabajando en un desordenado taller de carpintería. Otras obras posteriores de Millais fueron también polémicas. Consiguió el éxito con Un hugonote (1852), que representa a una joven pareja a punto de separarse a causa de sus diferencias de religión. Millais en obras posteriores repetiría este mismo tema.
Todas sus obras están realizadas con gran atención por los detalles, destacando a menudo la belleza y complejidad del mundo natural. En pinturas como Ophelia (1852), Millais creó superficies pictóricas densamente elaboradas basándose en la integración de elementos de la naturaleza, procedimiento que ha sido descrito como un “ecosistema pictórico”.
También destaca su pintura Hojas de otoño (1856), donde
retrató a sus cuñadas Alice y Sophie Gray, exhibidas por primera vez en la
Royal Academy en 1856, donde el gran crítico de la época, John Ruskin, la
definió como "La perfección de un
crepúsculo". Actualmente, la obra original se encuentra en la Galería
de la ciudad de Mánchester, habiéndose descartado la autenticidad de otras
obras homólogas de esta última que se encuentran repartidas por Europa. A
través de su amistad con Ruskin, Millais conoció a la esposa de este, Effie Gray, quien poco después posó para el cuadro de
Millais, The Order of Release.
Millais y Effie terminaron enamorándose, y en 1856, tras conseguir ella la
anulación de su matrimonio con Ruskin, contrajeron matrimonio.
Tras su matrimonio, su pintura se aparta de sus antiguos ideales y se acomoda a los gustos del público y a la tradición académica con la realización de numerosos retratos, escenas costumbristas y temas históricos. Cambió su estilo de pintura, haciéndolo más comercial y asequible, lo que Ruskin calificó de “una catástrofe”. Según algunos comentaristas, los motivos de este cambio se encuentran en la necesidad de Millais de aumentar sus ingresos para mantener a su creciente familia. Antiguos correligionarios de Millais, como William Morris, lo acusaron de venderse para conseguir dinero y popularidad.
Juana de Arco, 1865...
Sus admiradores, en cambio, vieron en el cambio de su pintura la
influencia de Whistler y del impresionismo.
Millais, por su parte, explicó su cambio de estilo
como consecuencia de su evolución como artista, que le permitía intentar un
estilo más audaz. En su artículo “Pensamientos
sobre el arte de hoy” (1888) proponía a Velázquez y a Rembranndt como
sus principales modelos.
En cuadros como La víspera de Santa Inés y La
sonámbula se hace evidente la influencia de Whistler. En muchos de
ellos despliega amplios bloques de color armoniosamente ordenados.
Posteriormente, en los años 1870, pintó obras en las que queda patente la
influencia de Rembrandt. Entre estas últimas destacan El paso del Noroeste (1874)
y La niñez de Raleigh (1871). Su último proyecto fue un cuadro
que representaba a un explorador blanco yaciendo muerto en el veldt africano, contemplado con
indiferencia por dos africanos. También es destacable en esta época su interés
por la pintura de paisajes, para la que prefería lugares desolados e
inhóspitos. El primero de estos cuadros paisajísticos, Frío octubre (1870)
fue realizado en Perth, cerca de la casa natal de su esposa.
En Pertshire pintó otros muchos cuadros
cerca de Dunkeld,
donde Millais iba cada otoño para cazar y pescar. Millais alcanzó un éxito
notable como ilustrador de libros, sobre todo de las obras de Anthony
Trollope y los poemas de Alfred
Tennyson. Sus ilustraciones de las parábolas evangélicas se
publicaron en 1864.
Fue elegido miembro asociado de la Royal Academy of Arts en 1853. En la Academia tuvo
una muy activa participación. En 1885 se le otorgó el título de baronet, siendo
el primer artista en obtener un título hereditario. Tras la muerte de Frederic
Leighton en 1896, Millais fue elegido presidente de la Academia, pero
falleció ese mismo año de cáncer de garganta.
Maracaibo,
lunes 13 de octubre del año 2025
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