martes, 31 de octubre de 2023
Propóleo
lunes, 30 de octubre de 2023
Un nuevo bacteriófago
La Fosa de las Marianas ubicada en el Océano Pacífico, al este de las Islas Marianas, se encuentra en el límite convergente de las placas tectónicas del Pacífico y las Filipinas. Su punto más profundo alcanza los 10.984 metros de profundidad y recibió el nombre de "Challenger Deep", en honor a los barcos de la Royal Navy británica del mismo nombre que exploraron el lugar en 1960.
Un equipo internacional de investigadores dirigido por el virólogo marino Yu-Zhong Zhang, de la Ocean University en Qingdao, China, reportaron un nuevo virus en las profundidades de la Fosa de las Marianas. Es un bacteriófago que ataca a las bacterias, replicándose en su interior.
Los bacteriófagos, son virus que atacan a las bacterias y se replican dentro de ellas. Se ha dicho que los bacteriófagos son las formas de vida más abundantes del planeta. Min Wang, coautor del artículo afirma que: “Hasta donde sabemos este es el fago aislado en el estrato más profundo conocido en el océano global”.
El virus esta especializado en infectar bacterias del filo Halomonas, que a menudo se encuentran en sedimentos de las profundidades marinas y en respiraderos hidrotermales, aberturas similares a géiseres que, en muchos fondos oceánicos, donde se liberan continuamente chorros de agua caliente procedentes del subsuelo, y esto hace posible que a su alrededor se formen prósperas comunidades de seres vivientes.
Según Wang, el análisis del material genético del virus apunta a la existencia de una familia viral previamente desconocida en las profundidades del océano, así como a nuevos conocimientos sobre la diversidad, evolución y características genómicas de los fagos de las profundidades marinas y sus interacciones con los huéspedes que invaden.
Ya en trabajos anteriores, el mismo equipo de científicos utilizando análisis metagenómicos pudo estudiar virus que infectan bacterias del orden Oceanospirillales, que incluye a las Halomonas. Para el nuevo estudio, Wang y su equipo buscaron virus en cepas bacterianas recolectadas y aisladas por Yu-Zhong Zhang y sus colegas, quienes exploran la vida microbiana en ambientes extremos, incluidas las regiones polares y la Fosa de las Marianas.
El análisis genómico del nuevo virus, que ha sido clasificado como vB_HmeY_H4907, sugiere que está ampliamente distribuido en el océano y tiene una estructura similar a la de su huésped. Wang dijo que el estudio plantea nuevas preguntas y áreas de investigación centradas en las estrategias de supervivencia de los virus en entornos hostiles y aislados y en cómo evolucionan conjuntamente con sus huéspedes.
El nuevo virus, además, es lisogénico, lo que significa que invade y se replica dentro de su huésped, pero generalmente sin matar la célula bacteriana a la que infecta. A medida que la célula se divide, el material genético viral también se copia y se transmite a la descendencia.
En sus próximos estudios, los investigadores pretenden investigar la maquinaria molecular que impulsa las interacciones entre los virus de las profundidades marinas y sus huéspedes. También se ocuparan de buscar otros virus nuevos en lugares extremos, lo que según Wang “contribuiría a ampliar nuestra comprensión de la virosfera. Los entornos extremos ofrecen perspectivas óptimas para descubrir nuevos virus”.
Este no es el primer descubrimiento de un bacteriófago en la Fosa de las Marianas. En 2022, según reporta Interesting Engineering, un equipo de científicos identificó un virus denominado HMP1 en la región hadal de la fosa, donde las profundidades varían entre 6.000 y 11.000 metros. Sin embargo, lo que distingue a vB_HmeY_H4907 y lo convierte en un descubrimiento fascinante, según Wang, es que apunta a la existencia de una familia vírica completamente nueva en las profundidades oceánicas. Además, ofrece nuevas perspectivas sobre la evolución, diversidad y características genómicas de los fagos de las profundidades marinas y sus huéspedes.
Este virus vB_HmeY_H4907, a diferencia de otros bacteriófagos que destruyen a sus huéspedes, es muy similar genéticamente a su huésped y es un fago lisogénico, lo que significa que inserta su material genético en la bacteria sin matarla. Esto sugiere una coevolución entre el virus y las bacterias, permitiendo su supervivencia en condiciones extremas.
Según informa Live Science, estas bacterias y virus que habitan en las profundidades son tan extraños para los humanos que nuestro sistema inmunitario ni siquiera los reconoce, haciéndolos virtualmente invisibles para nosotros. No obstante, medios científicos enfatizan que es improbable que un fago de las profundidades marinas represente una amenaza para los humanos en la superficie, dado que estos virus están adaptados a sus huéspedes y entornos.
Maracaibo, lunes 30 de octubre del año 2023
domingo, 29 de octubre de 2023
Antonio Pigafetta
sábado, 28 de octubre de 2023
El sexo y las ranas
Cuando los intereses o estrategias reproductivas entre machos y hembras difieren, pueden conducir a un conflicto sexual. ¿Sabían ustedes que los machos de ranas europeas, para acceder a las hembras, acosan, intimidan y las fuerzan a copular? Estos esfuerzos, para que sepan ustedes que pueden ocasionar fallos reproductivos en ambos individuos y costarle la vida... a las hembras.
Terrible situación y entérense que para colmo, aunque se pensaba que anteriormente ellas, las hembras, eran pasivas e incapaces de resistir la coerción masculina, en una reciente investigación publicada en la revista científica Royal Society Open Science se demostraria... ¡Anja! Que las hembras tienen distintas estrategias para evitar a los machos que ellas no han elegido...
La científica Carolin Dittrich, del Instituto de Etología Konrad Lorenz de Viena, recolectó a 96 hembras y 48 machos de ranas comunes durante la temporada de reproducción. Colocó a un macho junto a dos hembras de diferentes tamaños en una caja con cinco centímetros de agua y les permitió moverse libremente durante una hora mientras registraba en vídeo su comportamiento. Los machos no captaron las indirectas de rechazo, pero la investigadora detectó que las hembras hacían maniobras evasivas para alejarlos.
Durante la corta temporada de reproducción, -explica Iñigo Martínez-Solano, del Departamento de Biodiversidad del Museo Nacional de Ciencias Naturales-, que dura dos semanas en primavera, la proporción de sexos suele estar sesgada con una gran mayoría de machos. Esto hace que se congreguen muchos individuos que pelean entre sí por una hembra. Ante este panorama, “ellas terminan perdiendo, pues muchas veces mueren ahogadas por la agrupación de hasta ocho ranas que se colocan sobre ellas” .
A estas acumulaciones que pudieran equiparase a un tremendo relajo con crueles consecuencias, se les conoce como bolas de apareamiento. Entre las estrategias de “evitación de la pareja” -una expresión que podría quizás equiparase a “sacudirse”-, la más común fue la de rotación, donde la hembra intenta girar sobre su propio eje para escapar del agarre del macho.
La segunda estrategia es protestar. Dittrich describe a esta acción como un gruñido “profundo y de baja frecuencia”, en lo que cree que es una imitación de las llamadas de liberación que producen los machos cuando pelean entre sí. Pueden también las hembras emitir también un sonido de mayor frecuencia descrito como “chirrido”.
El comportamiento final y “más sorprendente” fue la inmovilidad tónica, lo que entendemos por hacerse el muerto, en este caso, la muerta... Las hembras extienden rígidamente los brazos y piernas lejos del cuerpo para aparentar su muerte durante varios minutos. En uno de los vídeos analizados, se observa a un macho arrastrar a una hembra que permanece inmóvil. Después de soltarla, la hembra mantiene la posición hasta que el macho se da la vuelta y entonces ella se aleja nadando. Un comportamiento bastante inusual.
Tradicionalmente, se asocia a la inmovilidad tónica como una estrategia para evitar la depredación, pero en un contexto de apareamiento solo se ha observado en arañas o libélulas “como defensa de último recurso”, apunta la investigadora. Las maniobras, a menudo utilizadas en combinación, funcionaron.
De 54 hembras agarradas por un macho, 25 lograron quitárselos de encima y escapar. La mayor tasa de éxito fue para las hembras más pequeñas porque les es más fácil escapar de las garras del macho. Aunque este estudio se realizó en un laboratorio, Dittrich cree que las ranas hembras exhibirían un comportamiento similar en la naturaleza.
El rechazo por parte de las hembras es cuestión de preferencias. Muchas veces eligen simplemente no aparearse con el primer macho que se agarre a ellas, sino con el que tenga el canto más grave o el que tenga un mayor tamaño. Algunos, tras ser rechazados, interceptan por sorpresa a las hembras para volver a probar suerte, pero este agarre no garantiza la fecundación.
Si la hembra no acepta, es cuando ponen en marcha estrategias de escape. “Hemos visto casos en los que las hembras cargan con un macho en la espalda durante días e incluso semanas, esperando a un macho más grande o el que ellas prefieran”, señala Martínez-Solano. Al contrario que las hembras, ellos no parecen ser muy selectivos. Capturan aleatoriamente y no muestran preferencias en términos de tamaño corporal de las hembras. Su comportamiento agresivo se debe a la corta temporada de reproducción.
Dittrich considera que estas estrategias no se habían detectado porque las investigaciones anteriores tendían a centrarse en el comportamiento reproductivo masculino, “pero es algo que está cambiando lentamente para incluir también la perspectiva femenina”, señala. Por su parte, Martínez destaca que investigaciones como las de Dittrich son positivas, pues aportan al entendimiento de la biología de los anfibios, de los que “hay un desconocimiento enorme”. Comprenderlos más detalladamente puede ayudar a descubrir aspectos demográficos y a aplicar medidas de conservación eficaces.
Los comportamientos detectados, subraya la investigadora, de ninguna manera amenazan la reproducción ni la supervivencia de la especie. Pero el cambio climático sí. Aunque esta especie de ranas pertenece a una especie muy extendida, las poblaciones disminuyen. Los que sobrevivirán son los que estén mejor adaptados o puedan adaptarse mejor a un entorno cambiante. Dittrich cita a su director de doctorado, Mark-Oliver Rödel: “No hay nada que las ranas no puedan hacer”.
Mas adelante seguiremos hablando de las ranas y del entorno en general de anfibios que están siendo amenazados por el clima, los depredadores, y la civilización que altera el entorno apacible de la madre naturaleza...
Maracaibo, sábado 28 de octubre del año 2023
viernes, 27 de octubre de 2023
Neuronas y glia, para pensar ...
jueves, 26 de octubre de 2023
Juana de Castilla (2)
A pesar de las apasionadas protestas de Juana, Felipe siguió durmiendo con otras mujeres durante su matrimonio, mientras Juana sin lograr convencerlo, se desesperó, llegando a incursionar en la brujería, las pociones de amor y los aceites de serpientes sobrenaturales en un intento de influir en sus intereses sexuales, pero desafortunadamente para Juana, sus intentos fueron fallidos. Felipe era un apasionado mujeriego.
Los romances incesantes bastarían para volver loca a cualquier esposa. Mientras Juana a menudo estaba embarazada, su esposo se extraviaba y Juana, tan joven y preñada, lejos de su familia se sentía víctima de una constante traición. A Juana, casada con un narcisista mujeriego, le tocaría vivir otra tragedia inesperada. Poco después de su matrimonio, la princesa se enteró de que su hermano Juan de 18 años había fallecido y aunque se decía que la causa de la muerte era la tuberculosis, comenzarían a circular rumores de que había muerto por un esfuerzo sexual.
Margarita, la esposa de su hermano Juan, también estaba embarazada en el momento de su muerte, y unos meses después, dio a luz a una hija que nació también muerta. De manera que en un breve lapso, dos futuros herederos al trono habían desaparecido, y Juana era ahora la segunda en la fila. Ante aquellos hechos, Felipe parecía frívolo y después de que enterraran el cuerpo de Juan, comenzó a usar el antiguo título del difunto príncipe denominándose el mismo,"Príncipe de Aragón".
Tras la muerte de Juan, la hermana mayor de Juana, Isabel, se convirtió en la heredera del trono español. Isabel estaba preparada para comandar su posición mas sin embargo, después de un largo trabajo de parto al dar a luz a su hijo, perdió demasiada sangre y también se murió, dejando a su bebé Miguel como el próximo Rey, pero lamentablemente, Miguel no sobrevivió después de su segundo cumpleaños. De manera que Juana sufriría, en medio de su drama de delos e infidelidades, la pérdida de dos hermanos, una sobrina y un sobrino, cunado le tocaría ser la nueva heredera del Reino de España.
De este modo, en 1500 Juana se convirtió en la única heredera de las coronas de Castilla y Aragón, por lo que su madre, Isabel, le imploró que regresara urgentemente de Flandes a España. Al morir la reina Isabel I, el 24 de noviembre de 1504, se planteó el problema de la sucesión en Castilla y de su marido. Fernando, proclamó a Juana reina de Castilla y fue así como ella tomó las riendas de la gobernación del reino, acogiéndose a la última voluntad de la reina Isabel. Pero Felipe no estaba dispuesto a renunciar al poder y en la Concordia de Salamanca (1505) se acordó el gobierno conjunto de Felipe, Fernando el Católico y de la propia Juana.
Esta situación cambió con la llegada del matrimonio a la península ibérica, pues se pusieron de manifiesto las malas relaciones entre el yerno y el suegro, de modo que, en 1506, Fernando se retiró a Aragón y Felipe fue proclamado rey de Castilla en las Cortes de Valladolid con el nombre de Felipe I. Juana supuestamente enloquecida, según algunos por los celos ante las infidelidades de su marido ya que según dicen, ella sentía un amor apasionado aunque era poco correspondido. Por entonces nadie cuestionaba la capacidad de Juana para reinar. Sus arranques temperamentales eran del dominio público, pero se los consideraba un rasgo heredado de su imponente madre, también propensa a sufrir accesos de melancolía. Los dones de Juana solían recibir exaltados elogios.
Aunque también existen, pruebas que sugieren que Juana de Castilla era efectivamente demasiado inestable para confiarle el gobierno y se ha argumentado que Juana heredó su locura de su abuela materna, Isabel de Portugal, también se ha sostenido que la presunta "locura" de Juana obedecía únicamente a una conspiración política masculina, pues ella suponía un obstáculo para que Felipe o Fernando ejercieran el control absoluto sobre Castilla; inhabilitarla satisfacía los intereses de ambos.
Cuando las Cortes reunidas en Valladolid se negaron a declarar la incapacidad de la reina Juana, Felipe “el Hermoso” ejerció el poder sin contar con ella y repartiría dádivas y prebendas entre los nobles castellanos para buscar su apoyo. Felipe se encontraba en Burgos el 16 de septiembre de 1506 jugando a la pelota y al día siguiente presentó malestar, con fiebre que le continuó y el día 20 escupía sangre y sería sangrado por los médicos. Murió en la madrugada del 24 al 25 de septiembre de 1506, a la temprana edad de veintiocho años. La causa oficial de la repentina desaparición de Felipe fue catalogada como fiebre tifoidea, las circunstancias que rodearon su muerte son increíblemente sospechosas. Caer enfermo inmediatamente después de ingerir un líquido sugiere que el joven de 28 años pudo haber sido envenenado.
La muerte repentina de Felipe supuso sin duda un tremendo golpe emocional para ella. Al día siguiente, cuando el presidente del Consejo de Castilla fue a ver a la reina, la soberana en persona le abrió la puerta del palacio donde se alojaba, la llamada casa del Cordón, y le dijo que volviera más tarde. Al negarse a tratar los asuntos urgentes, independientemente de que fuera por falta de interés o por enfermedad, Juana de Castilla había demostrado una vez más su incapacidad para gobernar.
Juana, estaba embarazada de su sexto hijo y existen historias macabras sobre su empeño en reabrir el féretro del esposo, mientras lo trasladaba de un pueblo a otro de Castilla, para examinar sus restos. La mayor parte del tiempo, el ataúd de Felipe permaneció cerrado, sin embargo, siempre estuvo presente durante las comidas y la hora de acostarse. En ocasiones, Juana insistía en que se abriera para poder volver a ver el rostro de su marido, aunque se estaba descomponiendo rápidamente. Cuando la Reina finalmente se convenció de que debería ser sepultado, lo enterró fuera de la ventana de su dormitorio para poder sentirse segura de que ya no se extraviaría.
El cardenal Cisneros asumió la primera regencia de la Corona de Castilla, a la espera de la llegada del rey Fernando. Fernando el Católico se hizo con las riendas del gobierno de Castilla, además del de Aragón. El primogénito de Juana y Felipe, Carlos se encontró con una herencia grandiosa: los reinos de sus cuatro abuelos; Castilla, Aragón con sus dominios del Nuevo Mundo y en los Estados Italianos, los Países Bajos y la Alemania Imperial con otros títulos simbólicos, que lo convirtieron en uno de los más importantes monarcas que han existido.
Cuando llegó exiliada a Tordesillas, Juana estaba acompañada de su hija menor, la joven infanta Catalina, y no se hallaba lejos del cadáver de su marido, depositado provisionalmente en el vecino monasterio de Santa Clara. En Tordesillas recibió la visita, entre otros, de su hijo Carlos I de España y V de Alemania, de su nieto Felipe II, así como de los Comuneros de Castilla que proclamaban su legitimidad como Reina.
Hacia el final de la vida de Juana, a su familia empezó a preocuparle que el alma de la reina estuviera en peligro. No quería comer, ni se peinaba, ni tan siquiera se aseaba o vestía y se negaba obstinadamente a oír misa. Desde 1534, su hijo Carlos había intentado en vano conseguir que se confesara. En 1554, Francisco de Borja, jesuita y antiguo conde de Gandía, fue enviado a Tordesillas por el futuro Felipe II con la misión de averiguar el porqué de su negativa a ir a la iglesia.
En 1516, tras años de dolor y tortura emocional, fallece Fernando II de Aragón. A pesar de sus esfuerzos, nunca pudo engendrar un heredero con Germana de Foix, por lo que Juana y su hijo Carlos fueron co-gobernantes. Desafortunadamente para Juana , su hijo había heredado su racha de crueldad del padre. Carlos dejó a su madre encerrada para poder tener todo el poder para sí mismo.
En su función de guardián de Juana el marqués de Denia, cuya familia se encargó de vigilar a la reina hasta su muerte, seguía órdenes de Carlos V, y restringió a Juana el acceso a cualquier información políticamente sensible, durante cuatro años no le informaron a Juana de que su padre había fallecido. Juana proclamó que las mujeres de la familia de Denia obstaculizaban su vida religiosa y, tras acusarlas de ser "unas brujas empedernidas", demandó que fueran investigadas por la Inquisición.
Juana I de Castilla murió el Viernes Santo de 1555, a los 76 años, tras haber permanecido confinada casi medio siglo. Francisco de Borja atestiguó que sus últimas y balbuceantes palabras habían sido "Jesucristo crucificado, ayúdame".
Maracaibo, jueves 26 de octubre del año 2023