miércoles, 3 de octubre de 2018

Las dos orillas del río Congo




Las dos orillas del río Congo


Bonobo
El 25 de septiembre de este año 2018, una investigación aportó datos sobre los primates en las orillas de río Congo demostrando que a pesar de ser primos hermanos, bonobos y chimpancés se comportaban de un modo muy diferente… El bonobo, antes conocido como chimpancé pigmeo, es una especie diferenciada de simio antropomorfo que vive únicamente en los bosques de la orilla izquierda del río Congo. El río Congo, que comprende numerosos canales grandes y pequeños ha sido una barrera infranqueable para los bonobos y sus parientes más cercanos, los chimpancés y los gorilas que viven únicamente en la orilla derecha. Los bonobos, habitantes de la izquierda nacen con la cara negra, a diferencia de los chimpancés, que la muestran rosada y se les va oscureciendo poco a poco.  Los bonobos machos, tienen sus extremidades largas y delgadas cuando crecen, y no fornidas como las de los chimpancés y a diferencia de los chimpancés, no acostumbran a formar coaliciones con individuos del mismo sexo para adquirir poder. Desde la infancia hasta la madurez, la madre es el mejor amigo del bonobo. 

Los bonobos tienen en común con los chimpancés, ser los dos parientes vivos más próximos de Homo sapiens. La ciencia les prestó atención por primera vez a los bonobos en 1927 cuando el zoólogo belga Henri Schouteden examinó el cráneo y la piel de una hembra adulta de chimpancé procedente del Congo Belga y notó que el cráneo era «curiosamente pequeño para una bestia de dimensiones similares». En 1928 el zoólogo alemán Ernst Schwarz midió aquel cráneo y otros dos, y llegó a la conclusión de que representaban una forma diferenciada de chimpancé que solo se encontraba en la ribera de la orilla izquierda del río Congo. Schwarz anunció su hallazgo en un artículo titulado “Le chimpanzé de la rive gauche du Congo”, y al primate reconocido como una especie indepen­diente y se le asignó el nombre de Pan paniscus. La conducta de los bonobos en la naturaleza no es fácil de estudiar. En un bosque de la República Democrática del Congo a orillas del río Luo se estableció el campamento de investigación Wamba, fundado en 1974 por el primatólogo japonés Takayoshi Kano del Instituto de Investigación de Primates de la Universidad de Kyoto, para el estudio del bonobo, Pan paniscus, una especie de simio diferente. Ellos lo llamaron tambiénchimpancé pigmeo”, aunque no es mucho más pequeño que el chimpancé común, Pan troglodytes.
 
Las principales diferencias entre bonobos y chimpancés tienen que ver con la conducta sexual. Mientras que el chimpancé presenta escasa variación en el acto sexual, los bonobos se comportan como si hubieran leído el Kama Sutra y adoptan todas las posturas y variaciones imaginables”. Sus actividades incluyen besos en la boca, sexo oral, manipulación genital, entrecruzamiento de penes entre dos machos, un macho montado por otro macho y frotamiento genital entre hembras en celo. Por lo general ninguna de esas actividades culmina en orgasmo. Su propósito social parece ser expresión de buena voluntad, recuperación de la calma en un momento de nerviosismo, bienvenida, liberación de tensiones, fortalecimiento de los lazos de amistad, petición de comida o reconciliación. Según De Waal: “Los chimpancés recurren al poder para resolver los problemas sexuales; los bonobos recurren al sexo para resolver los problemas de poder”.

Pero la sexualidad no es la única gran diferencia entre bonobos y chimpancés, aunque probablemente está relacionada con otras diferencias. Las hembras, y no los machos, ocupan los puestos más altos de la escala social. Los bonobos comen gran cantidad de vegetación herbácea que abunda en todas las estaciones y así, disponen de una reserva casi inagotable de comida, lo que significa que no pasan por épocas de escasez ni de hambre y la competencia por el alimento no es tan despiadada como entre los chimpancés. Richard Wrangham antropólogo biológico, profesor del Departamento de Biología Evolutiva Humana de Harvard, trabajó con chimpancés en el Parque Nacional de Gombe en Tanzania, desde la década de 1970, y continúa en el Parque Nacional Kibale de Uganda. Él publicó en un libro de gran éxito, Demonic Males(1996), y el aspecto clave de su hipótesis es: “la ausencia de gorilas, desde hace uno o dos millones de años, en la orilla izquierda del río Congo”

En la orilla derecha, los chimpancés compartían el bosque con los gorilas, que comían lo que todavía comen: principalmente, vegetación herbácea. Los chimpancés, seguían la dieta que les es propia: frutos y hojas de los árboles, y un poco de carne de vez en cuando. Los animales de la orilla izquierda seguían la dieta típica de los chimpancés cuando podían y se pasaban a la del gorila cuando la primera escaseaba, lo que les aseguraba una existencia sin altibajos. Esta diferencia es crucial en la estrategia de búsqueda de alimen­tos y tuvo, según Wrangham, consecuencias en la conducta social. El bonobo es una especie en peligro, y pese a la protección que le otorgan las leyes congoleñas, sigue amenazado. En la naturaleza quedan entre 15.000 y 20.000 bonobos, algunos de ellos en parques nacionales y reservas. Estas áreas “protegidas” no siempre proporcionan una seguridad real para los bonobos y otras especies. Las siete décadas de colonialismo belga, seguidas de las tres décadas de cleptocracia de Mobutu y de la guerra, han dejado profundas heridas en el país, por lo que cualquier esfuerzo conservacionista se enmarca en un contexto de disfunción institucional. 

Maracaibo 4 de octubre del año 2018

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