viernes, 25 de octubre de 2024

Lavoisier


A lo largo del siglo XVIII, mientras Lagrange, Euler y Hamilton competían por ver quién construía la teoría matemática más abstracta, otros científicos no se centraron en la dinámica y el cálculo, sino que, se entretuvieron con el estudio del calor y así se adelantaron casi un siglo a una de las principales teorías del siglo XIX.

Entre ellos destacaría Antoine Laurent Lavoisier, quien había nacido en 1743 en una rica familia de la que heredó una gran fortuna a muy temprana edad tras la muerte de su madre. Él, elaboró un concienzudo proyecto para mejorar de la iluminación de las calles, desarrolló mecanismos de purificación del agua de París y realizó informes sobre las condiciones de insalubridad de las cárceles entre muchas otras cosas...

Lavoisier Aprovechó su herencia para realizar inversiones e incrementar la fortuna inicial que poseía; especialmente rentable fue la realizada en la ferme générale una institución semifeudal que en plena época de la Ilustración, recolectaba impuestos para la corona y la cual se afincaba especialmente con los campesinos pobres.

Hasta aquellos días no existía una frontera clara entre la química y la alquimia y, pese a que se habían hecho valiosos descubrimientos, estos venían acompañados de oscuras teorías espiritistas. Por ejemplo, en 1669 el alquimista Henning Brand descubrió el fósforo (el primer elemento hallado después de la Edad Antigua) lo hallaría mientras intentaba destilar el oro de la orina para crear la piedra filosofal. El principal trabajo de Lavoisier fue convertir la química en una ciencia, y como tal, él se centraba en la cuidadosa medición de todas las cantidades y en la obtención de conocimientos a través de la experimentación.

Marie Lavoisier es mencionada en su papel de esposa de Antoine Lavoisier, aunque sus logros científicos en la química son menos difundidos. Antoine Lavoisier quien tenía 28 años, era noble, abogado, economista y químico, y estuvo dispuesto a casarse con la Marie-Anne, hija del Conde de Amerval. Así lo hicieron el 16 de diciembre de 1771. La dote le permitió instalar un laboratorio bien equipado donde recibió ayuda de su esposa, quien se interesó auténticamente por la ciencia y tomaba las notas de laboratorio además de traducir escritos del inglés, como el Ensayo sobre el flogisto de Richard Kirwan. Marie-Anne quien habría de ser conocida como Marie Lavoisier está considerada como "la madre de la química moderna".

Uno de los grandes vacíos que tenía la química por aquella época concernía a la teoría de la combustión. Desde la antigua Grecia, pervivía la teoría del flogisto (muy ligada a los cuatro elementos de Aristóteles). Esta teoría proponía algo bastante intuitivo: los objetos combustibles (madera, aceite, etcétera) poseían el elemento fuego (llamado flogisto) y lo liberaban al arder. A pesar de trabajar desde el marco de la alquimia y con unas motivaciones mágicas y metafísicas, Georg Ernst Stahl había sido capaz de dotar a la teoría del flogisto de una sólida base experimental, pero había una cuestión que se le escapaba: no podía explicar porqué algunos elementos entraban en combustión y se desvanecían (como la madera) y otros se calentaban y ganaban masa (como los metales). Por ejemplo, en el caso del fósforo, las cenizas pesan más que la sustancia antes de arder. ¿De dónde salía ese exceso de masa? Esta era una pregunta imposible de responder con la teoría del flogisto, que entendía la combustión exclusivamente como un proceso de liberación.

Lavoisier investigó la composición del agua y denominó a sus componentes oxígeno e hidrógeno.  La ley de conservación de la materia, ley de conservación de la masa o ley de Lomonósov-Lavoisier que se puede enunciar de la siguiente manera:  “En un sistema aislado, durante toda reacción química ordinaria, la masa total en el sistema permanece constante, es decir, la masa consumida de los reactivos es igual a la masa de los productos obtenidos”. El secreto de la combustión residía en el oxígeno…

Lavoisier examinaría la naturaleza de la combustión, demostrando que es un proceso en el que se produce la combinación de una sustancia con el oxígeno, refutando la teoría del flogisto. En el Tratado elemental de química (1789), Lavoisier aclaró el concepto de elemento como una sustancia simple que no se puede dividir mediante ningún método de análisis químico conocido. También escribió Memoria sobre la combustión (1777) y Consideraciones generales sobre la naturaleza de los ácidos (1778). Sus estudios de los procesos vegetales que se relacionaban con los intercambios gaseosos cuando los animales respiran (1783) fueron fundamentales.

No cabe duda de que la ley que causó una de las mayores revoluciones de la química fue descubierta por Lavoisier: “La materia no se crea ni se destruye solo se transforma”. Lavoisier como miembro de la Real Academia de ciencias demostró la falsedad de una teoría sobre la combustión de un científico joven, Jean-Paul Marat,  quien nunca se lo perdonó (https://tinyurl.com/2tr4z28f ) y no vaciló en denunciarlo a la Asamblea Nacional, de modo que  fue arrestado  junto con otros 27 intelectuales en 1793. El presidente del tribunal pronunció la famosa frase: La república no precisa ni científicos ni químicos, no se puede detener la acción de la justicia”...   Como es sabido, Lavoisier fue guillotinado el 8 de mayo de 1794, cuando tenía solo 50 años.

Hay una canción del cantautor uruguayo Jorge Dextler que se puede y vale la pena escuchar por Internet la cual evidentemente alude a los experimentos de Lavoisier y dice así:

“Tu beso se hizo calor, / luego el calor, movimiento / luego gota de sudor/ que se hizo vapor, luego viento /// Que en un rincón de La Rioja, / movió el aspa de un molino / mientras se pisaba el vino / que bebió tu boca roja.  Tu boca roja en la mía, / la copa que gira en mi mano, / y mientras el vino caía/ supe que, de algún lejano rincón / de otra galaxia, el amor que me darías/ transformado volvería, un día, a darte las gracias”…

CORO: Cada uno da lo que recibe/ luego recibe lo que da/ Nada es más simple/ No hay otra norma/// Nada se pierde/Todo se transforma

Todo se transforma/ el vino que pagué yo,/ con aquel euro italiano,/ que había estado en un vagón/ antes de estar en mi mano/ y antes de eso, en Torino/ y antes de Torino, en Pratto/ donde hicieron mi zapato/ sobre el que, caería el vino. Zapato que en unas horas,/ buscaré bajo tu cama/ con las luces de la aurora/ junto a tus sandalias planas/ que compraste aquella vez/ en Salvador de Bahía/ donde a otro diste el amor, / hoy yo, te devolvería…

CORO: Cada uno da lo que recibe/ Luego recibe lo que da/ Nada es más simple/ No hay otra norma/ Nada se pierde/ Todo se transforma Todo se transforma/Todo se transforma Supe que, de algún lejano rincón/ de otra galaxia, el amor que me darías/ transformado volvería, un día, a darte las gracias

CORO Todo se transforma... 

Para finalizar este breve repaso de la vida de Antoine-Laurent Lavoisier, y que estoy casi seguro de que ya lo había escrito en este blog no hace ni tres años atrás, quisiera hacer una acotación musical y cinéfila, a quienes pueda interesarles:

“Al otro lado del río", fue otra canción de Jorge Drexler en la película Diarios de Motocicleta, (¿Recuerdan la idealizada aventura en moto de un Che Guevara encarnado en Gael García Bernal?). En esta película, en febrero del año 2005, fue premiada “Al otro lado del río” como la mejor canción original. Además, el cantante uruguayo la interpretó y se convirtió en el primer tema en español que ganaría el Oscar a la mejor canción original en la competencia de Hollywood.  Competían "Accidentally in Love" (de "Shrek 2"); "Believe" (de "Polar Express"), "Learn to be Lonely" (de "El fantasma de la ópera") y "Vois sur ton chemin" (de "Los chicos del coro"). Al aceptar la estatuilla, Drexler se limitó, en su discurso, a cantar el estribillo de su canción, esta sería la primera canción en lengua española que resultó galardonada con un Oscar y como les estoy relatando nuevamente, todo sucedió el año 2005.

Maracaibo, viernes 25 de octubre  del año 2024

No hay comentarios:

Publicar un comentario